La devoción al Santísimo Cristo de Medinaceli volvió a manifestarse con intensidad en Montilla durante la jornada de ayer, primer viernes de Cuaresma. Desde primeras horas de la mañana, centenares de devotos de todas las edades peregrinaron hasta la Parroquia de Santiago Apóstol para postrarse ante esta pequeña talla que data de mediados del siglo XX y que recuerda a la venerada efigie que se custodia en la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli de Madrid.
Pese al tiempo desapacible que reinó durante toda la jornada, miles de personas desfilaron ante la imagen del Señor para cumplir con el tradicional rito de pedir tres deseos, de los cuales, según la creencia popular, se concede uno. El templo mayor de Montilla, que estimaba la asistencia de unas 3.000 personas, preparó 2.500 velas para acompañar la jornada de oración, que volvió a dejar una de las estampas más significativas de la Cuaresma montillana.
La devoción al Cristo de Medinaceli en Montilla es relativamente reciente, y se originó gracias a María del Valle Baena Panadero, madre del médico y escritor Antonio Varo Baena. Fue ella quien, tras adquirir la imagen en Madrid, instauró en su ciudad natal el rito de veneración que hoy congrega a miles de fieles cada año.
De este modo, el fervor popular por el Cristo de Medinaceli en Montilla se enmarca dentro de una devoción mucho más amplia que tiene su epicentro en Madrid, donde miles de fieles acuden cada primer viernes de marzo a la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli para venerar su imagen. Un vínculo de fe y tradición que, gracias a la familia Varo Baena, ha calado también en el corazón de los montillanos.
Además, los fieles de la localidad pudieron colaborar ayer con el mantenimiento del templo de La Escuchuela y con la restauración de la Ermita de San José adquiriendo velas o subiendo a la torre de la Parroquia de Santiago Apóstol a cambio de un donativo de 2,00 euros.
A pocos metros de allí, en la iglesia-santuario de María Auxiliadora, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Juventud en su Presentación al Pueblo, Nuestra Madre María de Nazaret y San Juan Bosco celebró su tradicional besamanos. Tal y como avanzó Montilla Digital, la jornada incluía el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías, que por primera vez iba a estar presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Juventud. Sin embargo, la lluvia obligó a suspender el cortejo.


Pese al tiempo desapacible que reinó durante toda la jornada, miles de personas desfilaron ante la imagen del Señor para cumplir con el tradicional rito de pedir tres deseos, de los cuales, según la creencia popular, se concede uno. El templo mayor de Montilla, que estimaba la asistencia de unas 3.000 personas, preparó 2.500 velas para acompañar la jornada de oración, que volvió a dejar una de las estampas más significativas de la Cuaresma montillana.
La devoción al Cristo de Medinaceli en Montilla es relativamente reciente, y se originó gracias a María del Valle Baena Panadero, madre del médico y escritor Antonio Varo Baena. Fue ella quien, tras adquirir la imagen en Madrid, instauró en su ciudad natal el rito de veneración que hoy congrega a miles de fieles cada año.
De este modo, el fervor popular por el Cristo de Medinaceli en Montilla se enmarca dentro de una devoción mucho más amplia que tiene su epicentro en Madrid, donde miles de fieles acuden cada primer viernes de marzo a la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli para venerar su imagen. Un vínculo de fe y tradición que, gracias a la familia Varo Baena, ha calado también en el corazón de los montillanos.


Además, los fieles de la localidad pudieron colaborar ayer con el mantenimiento del templo de La Escuchuela y con la restauración de la Ermita de San José adquiriendo velas o subiendo a la torre de la Parroquia de Santiago Apóstol a cambio de un donativo de 2,00 euros.
A pocos metros de allí, en la iglesia-santuario de María Auxiliadora, la Hermandad del Santísimo Cristo de la Juventud en su Presentación al Pueblo, Nuestra Madre María de Nazaret y San Juan Bosco celebró su tradicional besamanos. Tal y como avanzó Montilla Digital, la jornada incluía el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías, que por primera vez iba a estar presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Juventud. Sin embargo, la lluvia obligó a suspender el cortejo.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR

