El Salón Montecristo de Montilla será el escenario el próximo sábado 22 de marzo, a partir de las 13.00 de la tarde, de la primera quedada de vecinos de la calle Las Prietas, un evento dirigido a los vecinos de siempre, a sus descendientes y a los actuales residentes, que busca revivir la historia y fortalecer los lazos de vecindad en una jornada de convivencia.
El objetivo del encuentro no es otro que el de trasladar a las nuevas generaciones el testimonio de las personas mayores sobre la vida en esta vía que discurre paralela a la calle Fuente Álamo y que conecta las calles Ancha y Burgueños. "Se compartirán recuerdos, se homenajeará a los antepasados y se fomentará la socialización entre los asistentes", avanzan los organizadores del evento.
"Si alguien que tenga o haya tenido relación con la calle está interesado en asistir y aún no forme parte del grupo de WhatsApp que se ha creado, puede dirigirse al teléfono 677 460 725", ha detallado a Montilla Digital uno de los organizadores, Rafael Carrasco Hidalgo.
La calle Las Prietas es una de las más antiguas de Montilla, situada en el sector meridional de la ciudad. Según el libro Callejero y Memoria Íntima de Montilla, obra de Enrique Garramiola Prieto, su nombre proviene de un apelativo familiar medieval convertido en apellido. En registros históricos, ya en el año 1576, se menciona a Antonio Sánchez Navarro como residente en la "calle de Juan Prieto".
En efecto, el apellido Prieto ha sido común entre los antiguos habitantes de la calle, tal y como consta en documentos eclesiásticos del siglo XVI en adelante, consultados por el que fuera cronista oficial de Montilla. Así, aparecen nombres como Hernán Sánchez Prieto (1531), Blas García el Prieto (1641) o Tomasa María la Prieta (1751), entre muchos otros. De hecho, Enrique Garramiola documentó numerosos bautismos, defunciones y testamentos de personas con este apellido entre los siglos XVI al XVIII, consolidando la presencia de una saga familiar Prieto en la zona.
En 1617, un documento notarial menciona la Segunda de las Prietas, lo que sugiere, a juicio del recordado cronista oficial de la ciudad, que la calle pudo haberse formado por la unión de dos secciones. Durante el siglo XVIII, según los padrones de 1706, la calle contaba con 66 vecinos, entre ellos personas longevas como Soledad Márquez Cabello (80 años), Josefa Lucena Jiménez (89 años) y José Ruz Fernández (80 años).
Durante la Primera República, la calle cambió su nombre por Pi y Margall, y tras la Segunda República volvió a adoptar esta denominación hasta que en 1936 se modificó por calle Alemania. Finalmente, en 1979, y por disposición del Ayuntamiento de Montilla, recuperó su nombre histórico de Las Prietas.
Uno de los episodios históricos más llamativos de la calle ocurrió en 1808, durante la invasión napoleónica, cuando aparecieron restos humanos junto con fragmentos de tela y galones de uniforme militar al realizarse una obra en una bodega de la zona. Un hallazgo que, a juicio de Enrique Garramiola, sugería que la calle pudo haber sido escenario de enfrentamientos o enterramientos durante la Guerra de la Independencia.
El pasado 1 de junio, la calle Las Prietas perdió a una de sus vecinas más longevas, Dolores Márquez Barranco, que falleció a los 102 años de edad, después de haber protagonizado, junto a otras niñas de Montilla, la imagen más icónica de la represión franquista por ser hija de José Márquez Cambronero, primer alcalde socialista de la provincia de Córdoba.
El objetivo del encuentro no es otro que el de trasladar a las nuevas generaciones el testimonio de las personas mayores sobre la vida en esta vía que discurre paralela a la calle Fuente Álamo y que conecta las calles Ancha y Burgueños. "Se compartirán recuerdos, se homenajeará a los antepasados y se fomentará la socialización entre los asistentes", avanzan los organizadores del evento.
"Si alguien que tenga o haya tenido relación con la calle está interesado en asistir y aún no forme parte del grupo de WhatsApp que se ha creado, puede dirigirse al teléfono 677 460 725", ha detallado a Montilla Digital uno de los organizadores, Rafael Carrasco Hidalgo.

La calle Las Prietas es una de las más antiguas de Montilla, situada en el sector meridional de la ciudad. Según el libro Callejero y Memoria Íntima de Montilla, obra de Enrique Garramiola Prieto, su nombre proviene de un apelativo familiar medieval convertido en apellido. En registros históricos, ya en el año 1576, se menciona a Antonio Sánchez Navarro como residente en la "calle de Juan Prieto".
En efecto, el apellido Prieto ha sido común entre los antiguos habitantes de la calle, tal y como consta en documentos eclesiásticos del siglo XVI en adelante, consultados por el que fuera cronista oficial de Montilla. Así, aparecen nombres como Hernán Sánchez Prieto (1531), Blas García el Prieto (1641) o Tomasa María la Prieta (1751), entre muchos otros. De hecho, Enrique Garramiola documentó numerosos bautismos, defunciones y testamentos de personas con este apellido entre los siglos XVI al XVIII, consolidando la presencia de una saga familiar Prieto en la zona.
En 1617, un documento notarial menciona la Segunda de las Prietas, lo que sugiere, a juicio del recordado cronista oficial de la ciudad, que la calle pudo haberse formado por la unión de dos secciones. Durante el siglo XVIII, según los padrones de 1706, la calle contaba con 66 vecinos, entre ellos personas longevas como Soledad Márquez Cabello (80 años), Josefa Lucena Jiménez (89 años) y José Ruz Fernández (80 años).

Durante la Primera República, la calle cambió su nombre por Pi y Margall, y tras la Segunda República volvió a adoptar esta denominación hasta que en 1936 se modificó por calle Alemania. Finalmente, en 1979, y por disposición del Ayuntamiento de Montilla, recuperó su nombre histórico de Las Prietas.
Uno de los episodios históricos más llamativos de la calle ocurrió en 1808, durante la invasión napoleónica, cuando aparecieron restos humanos junto con fragmentos de tela y galones de uniforme militar al realizarse una obra en una bodega de la zona. Un hallazgo que, a juicio de Enrique Garramiola, sugería que la calle pudo haber sido escenario de enfrentamientos o enterramientos durante la Guerra de la Independencia.
El pasado 1 de junio, la calle Las Prietas perdió a una de sus vecinas más longevas, Dolores Márquez Barranco, que falleció a los 102 años de edad, después de haber protagonizado, junto a otras niñas de Montilla, la imagen más icónica de la represión franquista por ser hija de José Márquez Cambronero, primer alcalde socialista de la provincia de Córdoba.
JUAN PABLO BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JUAN PABLO BELLIDO
FOTOGRAFÍA: JUAN PABLO BELLIDO

