"España no está preparada para catástrofes de esta magnitud". Así de rotundo se manifestó ayer David Pino Marqués, oficial de Policía Local en Montilla y miembro del Club Deportivo Montilla K9 Sport, que este pasado jueves puso rumbo a la Comunidad Valenciana junto a la oenegé SOS Ayuda Sin Fronteras para colaborar en las labores de búsqueda de personas desaparecidas tras el paso de una DANA que, a las 12.00 del mediodía de hoy, ya se ha cobrado la vida de 214 personas.
Tal y como avanzó en primicia Montilla Digital, un equipo formado por ocho profesionales de diferentes áreas, junto a dos perros –Vasko y Narumi– especializados en la localización de personas desaparecidas, partieron el jueves en dirección a la provincia de Valencia para tratar de colaborar en las labores de búsqueda de personas desaparecidas.
Tras la primera jornada de trabajo, David Pino –que en los últimos años ha participado en multitud de operativos, como el grave terremoto registrado el pasado mes de septiembre al suroeste de Marrakech, labor que le valió el reconocimiento del Reino de Marruecos– reconoció las dimensiones del desastre.
"Mi definición de esta tragedia es fácil: zona de guerra o apocalipsis. La gente no se puede imaginar lo que hay aquí", relataba David Pino, que desde el viernes trabaja en la "zona cero" del desastre junto a su auxiliar, María del Rosario Verde, agente de la Policía Local de Córdoba.
El Puesto de Mando Avanzado ubicado en la localidad valenciana de Paiporta encomendó a los integrantes del Club Deportivo Montilla K9 Sport que hicieran una batida por calles, casas, bajos de viviendas anegados por el agua y el lodo para tratar de localizar a personas desaparecidas.
"Hemos recorrido zonas donde todavía no había llegado ayuda y los vecinos trabajan y se auxilian como pueden, sin apenas comida, ni luz, ni agua", detallaba el agente montillano que, junto a la oenegé SOS Ayuda Sin Fronteras, transportó mantas, comida y agua para distribuir entre las personas afectadas.
En lo que respecta al trabajo más técnico, Bruno Sarmiento –guía canino que conducía a Narumi– y David Pino –a las órdenes de Vasko– trabajaron desde primera hora de la mañana junto a la Policía Judicial y a los forenses del Instituto de Medicina Legal para tratar de concretar la presencia de personas en las zonas marcadas.
"Uno de nuestros perros marcó el bajo de un edificio anegado de agua y en los próximos días se verán los resultados, aunque no pinta nada bien", reconocía David Pino, quien alertaba de que el resto del equipo de SOS Ayuda Sin Fronteras estuvo ayudando a bombear agua del aparcamiento subterráneo de un Mercadona con muchos vehículos en el interior. "No sabemos lo que nos vamos a encontrar", apuntó.
El policía local montillano se unió a la estupefacción mostrada por muchos ciudadanos por la descoordinación del voluntariado y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Nadie se ha dado una vuelta por muchos de los barrios en los que hemos estado: es de locos", comentaba David Pino, quien calificaba de "tercermundista" la situación de muchas familias que siguen solicitando ayuda para tratar de liberar los accesos a sus viviendas, impracticables debido a las "montañas de coches apilados".
"La realidad supera la ficción pero nosotros estamos muy satisfechos con el trabajo bien hecho", apuntó el agente montillano quien, no obstante, ayer confesó irse a la cama "con lágrimas en los ojos por lo visto y por lo vivido: muy, muy duro".
Tal y como avanzó en primicia Montilla Digital, un equipo formado por ocho profesionales de diferentes áreas, junto a dos perros –Vasko y Narumi– especializados en la localización de personas desaparecidas, partieron el jueves en dirección a la provincia de Valencia para tratar de colaborar en las labores de búsqueda de personas desaparecidas.
Tras la primera jornada de trabajo, David Pino –que en los últimos años ha participado en multitud de operativos, como el grave terremoto registrado el pasado mes de septiembre al suroeste de Marrakech, labor que le valió el reconocimiento del Reino de Marruecos– reconoció las dimensiones del desastre.
"Mi definición de esta tragedia es fácil: zona de guerra o apocalipsis. La gente no se puede imaginar lo que hay aquí", relataba David Pino, que desde el viernes trabaja en la "zona cero" del desastre junto a su auxiliar, María del Rosario Verde, agente de la Policía Local de Córdoba.

El Puesto de Mando Avanzado ubicado en la localidad valenciana de Paiporta encomendó a los integrantes del Club Deportivo Montilla K9 Sport que hicieran una batida por calles, casas, bajos de viviendas anegados por el agua y el lodo para tratar de localizar a personas desaparecidas.
"Hemos recorrido zonas donde todavía no había llegado ayuda y los vecinos trabajan y se auxilian como pueden, sin apenas comida, ni luz, ni agua", detallaba el agente montillano que, junto a la oenegé SOS Ayuda Sin Fronteras, transportó mantas, comida y agua para distribuir entre las personas afectadas.
En lo que respecta al trabajo más técnico, Bruno Sarmiento –guía canino que conducía a Narumi– y David Pino –a las órdenes de Vasko– trabajaron desde primera hora de la mañana junto a la Policía Judicial y a los forenses del Instituto de Medicina Legal para tratar de concretar la presencia de personas en las zonas marcadas.
"Uno de nuestros perros marcó el bajo de un edificio anegado de agua y en los próximos días se verán los resultados, aunque no pinta nada bien", reconocía David Pino, quien alertaba de que el resto del equipo de SOS Ayuda Sin Fronteras estuvo ayudando a bombear agua del aparcamiento subterráneo de un Mercadona con muchos vehículos en el interior. "No sabemos lo que nos vamos a encontrar", apuntó.
El policía local montillano se unió a la estupefacción mostrada por muchos ciudadanos por la descoordinación del voluntariado y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. "Nadie se ha dado una vuelta por muchos de los barrios en los que hemos estado: es de locos", comentaba David Pino, quien calificaba de "tercermundista" la situación de muchas familias que siguen solicitando ayuda para tratar de liberar los accesos a sus viviendas, impracticables debido a las "montañas de coches apilados".
"La realidad supera la ficción pero nosotros estamos muy satisfechos con el trabajo bien hecho", apuntó el agente montillano quien, no obstante, ayer confesó irse a la cama "con lágrimas en los ojos por lo visto y por lo vivido: muy, muy duro".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: MONTILLA K9 SPORT
FOTOGRAFÍAS: MONTILLA K9 SPORT

