Si has pasado toda tu carrera trabajando en una oficina o en una empresa, hacer el cambio a una posición remota donde se espera que trabajes desde casa puede ser un gran cambio. Y si quieres destacar en este nuevo puesto, tienes que planificarlo con antelación.
Aquí tienes seis consejos útiles para empezar a trabajar desde casa:
Cuando se trabaja desde casa, puede resultar tentador instalarse en el sofá o incluso quedarse en la cama. Pero crear un espacio de trabajo dedicado puede suponer una gran diferencia en tu productividad y concentración. Lo ideal es que sea una zona tranquila y cómoda donde puedas trabajar con las mínimas distracciones.
Tanto si se trata de un rincón en el dormitorio como de una oficina en casa, disponer de un espacio específico para trabajar puede ayudarle a ponerse en «modo trabajo» más fácilmente. También te permite separar tu vida profesional de la personal, aunque sólo sea un poco.
Para obtener los mejores resultados, mantén tu espacio de trabajo organizado y provisto de todos los suministros que puedas necesitar a lo largo del día, como cargadores, cuadernos o bolígrafos. Y, si es posible, utiliza una silla y un escritorio ergonómicos para evitar tensiones físicas. Tener un espacio de trabajo que te guste puede suponer una gran diferencia en tu motivación y eficacia.
Uno de los aspectos más importantes de trabajar desde casa es disponer de la tecnología adecuada para realizar tu trabajo con eficacia. Una buena computadora portatil es esencial, especialmente si tu trabajo implica tareas que requieren una potencia de procesamiento fiable, como reuniones virtuales, diseño gráfico o multitarea con varias aplicaciones. Invertir en un portátil que cumpla los requisitos de tu trabajo hará que tu vida laboral sea más fluida y te ayudará a seguir siendo productivo.
Además de un portátil de calidad, asegúrate de tener una conexión a Internet fuerte y estable. Si es una opción, intenta utilizar una conexión por cable para evitar posibles caídas durante las videollamadas o los plazos de entrega. También merece la pena tener en cuenta unos auriculares con micrófono, una webcam y cualquier otro equipo necesario.
Una de las mayores ventajas de trabajar desde casa es la flexibilidad, pero también puede suponer un reto. Sin la estructura de un día típico de oficina, puede que le cueste separar su vida laboral de su vida en casa. Crear una rutina constante es clave para mantener la productividad y reducir el estrés. Intente empezar y terminar su jornada laboral a la misma hora todos los días, ya que esto puede ayudarle a coger el ritmo.
Establecer un horario no significa que cada minuto tenga que estar estrictamente planificado, pero tener un horario de trabajo dedicado puede evitar que te distraigas con las tareas domésticas o los recados personales. (Asegúrate de incluir también descansos en tu rutina).
La comunicación puede ser uno de los mayores retos del trabajo desde casa, sobre todo si formas parte de un equipo remoto. Puesto que no tienes la oportunidad de ver rápidamente a tus compañeros de trabajo en sus mesas, haz un esfuerzo adicional para mantener abiertas las líneas de comunicación. Utiliza herramientas como Slack, Microsoft Teams o el correo electrónico para mantenerte conectado y asegurarte de que estás en sintonía con los miembros de tu equipo.
Una comunicación clara ayuda a generar confianza y garantiza que los proyectos sigan su curso. No dudes en hacer preguntas o pedir aclaraciones si no estás seguro de algo. Y si diriges a otras personas, sé proactivo a la hora de ofrecer apoyo y comprobar el estado de tu equipo.
Sin compañeros de trabajo o supervisores cerca, es fácil perder la concentración o dejar que las tareas se desvíen. La autodisciplina es esencial en un entorno de trabajo remoto, ya que el éxito depende en gran medida de lo bien que gestiones tu tiempo y tu motivación. Intenta fijarte objetivos diarios y considera la posibilidad de utilizar herramientas de productividad como una aplicación de gestión de tareas o un calendario para mantenerte organizado.
A algunas personas les resulta útil la “Técnica Pomodoro”, que consiste en trabajar durante un tiempo determinado (por ejemplo, 25 minutos) y luego hacer una pausa de cinco minutos. Encuentra lo que te funcione y sé constante. Es normal tener días malos, pero practicar la autodisciplina a lo largo del tiempo puede facilitar la gestión de las distracciones y el control de la carga de trabajo.
Cuando trabajas desde casa, es fácil aislarse o sentirse desconectado de los demás, sobre todo si vives solo. Esfuérzate por incorporar la interacción social a tu rutina diaria para evitar el agotamiento y la soledad. Programar charlas virtuales con los compañeros o hacer planes con los amigos después del trabajo puede ayudarte a mantener el interés.
Tomarse descansos regulares a lo largo del día es igualmente importante. Incluso los descansos breves para hacer estiramientos, dar un paseo o tomar un tentempié saludable pueden ayudarte a recargar las pilas y a concentrarte mejor cuando vuelvas al trabajo. Si te sientes agotado después de una larga reunión, tómate unos minutos para relajarte. Tu productividad se verá beneficiada si compaginas el trabajo con tu tiempo personal.
Trabajar desde casa no es ni mejor ni peor que trabajar en una oficina, pero es diferente. Tiene sus propios pros y sus propios contras, que hay que entender y tener en cuenta cuando se pasa a un puesto remoto. Deja que este artículo te dé algunas ideas prácticas para seguir adelante.
Aquí tienes seis consejos útiles para empezar a trabajar desde casa:
1. Crea un espacio de trabajo dedicado
Cuando se trabaja desde casa, puede resultar tentador instalarse en el sofá o incluso quedarse en la cama. Pero crear un espacio de trabajo dedicado puede suponer una gran diferencia en tu productividad y concentración. Lo ideal es que sea una zona tranquila y cómoda donde puedas trabajar con las mínimas distracciones.
Tanto si se trata de un rincón en el dormitorio como de una oficina en casa, disponer de un espacio específico para trabajar puede ayudarle a ponerse en «modo trabajo» más fácilmente. También te permite separar tu vida profesional de la personal, aunque sólo sea un poco.
Para obtener los mejores resultados, mantén tu espacio de trabajo organizado y provisto de todos los suministros que puedas necesitar a lo largo del día, como cargadores, cuadernos o bolígrafos. Y, si es posible, utiliza una silla y un escritorio ergonómicos para evitar tensiones físicas. Tener un espacio de trabajo que te guste puede suponer una gran diferencia en tu motivación y eficacia.
2. Invierte en un buen portátil
Uno de los aspectos más importantes de trabajar desde casa es disponer de la tecnología adecuada para realizar tu trabajo con eficacia. Una buena computadora portatil es esencial, especialmente si tu trabajo implica tareas que requieren una potencia de procesamiento fiable, como reuniones virtuales, diseño gráfico o multitarea con varias aplicaciones. Invertir en un portátil que cumpla los requisitos de tu trabajo hará que tu vida laboral sea más fluida y te ayudará a seguir siendo productivo.
Además de un portátil de calidad, asegúrate de tener una conexión a Internet fuerte y estable. Si es una opción, intenta utilizar una conexión por cable para evitar posibles caídas durante las videollamadas o los plazos de entrega. También merece la pena tener en cuenta unos auriculares con micrófono, una webcam y cualquier otro equipo necesario.
3. Establezca una rutina y cúmplala
Una de las mayores ventajas de trabajar desde casa es la flexibilidad, pero también puede suponer un reto. Sin la estructura de un día típico de oficina, puede que le cueste separar su vida laboral de su vida en casa. Crear una rutina constante es clave para mantener la productividad y reducir el estrés. Intente empezar y terminar su jornada laboral a la misma hora todos los días, ya que esto puede ayudarle a coger el ritmo.
Establecer un horario no significa que cada minuto tenga que estar estrictamente planificado, pero tener un horario de trabajo dedicado puede evitar que te distraigas con las tareas domésticas o los recados personales. (Asegúrate de incluir también descansos en tu rutina).
4. Comuníquese con claridad y frecuencia
La comunicación puede ser uno de los mayores retos del trabajo desde casa, sobre todo si formas parte de un equipo remoto. Puesto que no tienes la oportunidad de ver rápidamente a tus compañeros de trabajo en sus mesas, haz un esfuerzo adicional para mantener abiertas las líneas de comunicación. Utiliza herramientas como Slack, Microsoft Teams o el correo electrónico para mantenerte conectado y asegurarte de que estás en sintonía con los miembros de tu equipo.
Una comunicación clara ayuda a generar confianza y garantiza que los proyectos sigan su curso. No dudes en hacer preguntas o pedir aclaraciones si no estás seguro de algo. Y si diriges a otras personas, sé proactivo a la hora de ofrecer apoyo y comprobar el estado de tu equipo.
5. Prioriza la autodisciplina
Sin compañeros de trabajo o supervisores cerca, es fácil perder la concentración o dejar que las tareas se desvíen. La autodisciplina es esencial en un entorno de trabajo remoto, ya que el éxito depende en gran medida de lo bien que gestiones tu tiempo y tu motivación. Intenta fijarte objetivos diarios y considera la posibilidad de utilizar herramientas de productividad como una aplicación de gestión de tareas o un calendario para mantenerte organizado.
A algunas personas les resulta útil la “Técnica Pomodoro”, que consiste en trabajar durante un tiempo determinado (por ejemplo, 25 minutos) y luego hacer una pausa de cinco minutos. Encuentra lo que te funcione y sé constante. Es normal tener días malos, pero practicar la autodisciplina a lo largo del tiempo puede facilitar la gestión de las distracciones y el control de la carga de trabajo.
6. Tómate tiempo para las pausas y la interacción social
Cuando trabajas desde casa, es fácil aislarse o sentirse desconectado de los demás, sobre todo si vives solo. Esfuérzate por incorporar la interacción social a tu rutina diaria para evitar el agotamiento y la soledad. Programar charlas virtuales con los compañeros o hacer planes con los amigos después del trabajo puede ayudarte a mantener el interés.
Tomarse descansos regulares a lo largo del día es igualmente importante. Incluso los descansos breves para hacer estiramientos, dar un paseo o tomar un tentempié saludable pueden ayudarte a recargar las pilas y a concentrarte mejor cuando vuelvas al trabajo. Si te sientes agotado después de una larga reunión, tómate unos minutos para relajarte. Tu productividad se verá beneficiada si compaginas el trabajo con tu tiempo personal.
Aprovechar al máximo el trabajo desde casa
Trabajar desde casa no es ni mejor ni peor que trabajar en una oficina, pero es diferente. Tiene sus propios pros y sus propios contras, que hay que entender y tener en cuenta cuando se pasa a un puesto remoto. Deja que este artículo te dé algunas ideas prácticas para seguir adelante.