La restauración de la Ermita de San José está más cerca. Operarios de la Basílica Pontificia de San Juan de Ávila desalojaron durante la mañana de ayer algunos elementos y enseres del interior del templo, que se encuentra cerrado al culto desde hace cinco años debido a las deficiencias estructurales que presenta.
Tal y como confirmó ayer a Montilla Digital el sacerdote Fernando Suárez Tapiador, rector de la Basílica Pontificia San Juan de Ávila y párroco de Santiago Apóstol, "el inicio de las obras es inminente" y, en ese sentido, quiso trasladar un "mensaje de tranquilidad" a los vecinos que, en los últimos días, habían mostrado cierta inquietud tras el desprendimiento de un elemento de la fachada de la iglesia, situada en la confluencia de las calles Altillos y San José, junto al Centro Municipal de Servicios Sociales "Lola López Baena".
"Con las últimas lluvias se ha detectado algún deslizamiento de tejas que esperamos poder resolver a la mayor brevedad", declaró Fernando Suárez, quien detalló que tras haber presentado el proyecto de actuación ante el Ayuntamiento de Montilla a finales del pasado mes de mayo, se han realizado algunas modificaciones técnicas sugeridas por los propios Servicios Técnicos Municipales que, recientemente, habrían dado luz verde a la última versión planteada por la arquitecta montillana Mara Portero.
De manera paralela a los trámites administrativos que conlleva el proyecto de restauración de la Ermita de San José, desde la Parroquia de Santiago Apóstol se han venido llevando a cabo varias campañas de recaudación de fondos al objeto de financiar las obras de rehabilitación de este pequeño templo del siglo XVI.
"Aparte del tejado, la ermita presenta algunos problemas estructurales que, según Mara Portero, podrían tener su origen en el subsuelo", desveló el párroco de Santiago Apóstol. Por este motivo, el Obispado de Córdoba encargó la elaboración de un estudio geotécnico para detectar posibles filtraciones o, incluso, algún venero de agua subterránea que pudiera estar contribuyendo al desplazamiento de la estructura.
"Aunque en un primer momento se planteó una actuación más sencilla, para dar respuesta a los problemas en la cubierta, finalmente se optó por acometer un proyecto más completo, que permita solventar las deficiencias estructurales de la ermita, que descansa sobre el pilar central de la nave izquierda que, según los técnicos, soporta demasiado peso", explicó ayer el sacerdote.
Por este motivo, la Parroquia de Santiago Apóstol ha decidido acometer el proyecto de restauración en tres fases, que concluirían alrededor del próximo mes de septiembre. "El coste de las dos primeras fases lo asumiremos nosotros, gracias a la ayuda de la feligresía y del pueblo de Montilla, y confiamos que, para la tercera fase, podamos contar con la ayuda del Obispado", apuntó Fernando Suárez.
De este modo, las actuaciones comenzarían con el refuerzo estructural de la cimentación para asegurar el edificio y acometer el problema de las humedades, sin olvidar el refuerzo estructural del coro, una primera fase que supondría una inversión superior a los 45.000 euros.
En una segunda fase, se acometería la rehabilitación de la cubierta de madera, muy dañada por el movimiento estructural dentro de la ermita, que ha provocado que las vigas cedan, generando más problemas de humedades. La última fase del proyecto permitiría dotar el edificio de instalaciones adaptadas a la normativa de accesibilidad, suministros y prevención de incendios.
El rector de la Basílica Pontificia San Juan de Ávila reconoció que todo el proceso que se ha recorrido desde que el templo cerró sus puertas en 2019 "no ha resultado fácil" pero "hemos preferido hacerlo bien y resolver, de una vez por todas, los problemas que sufre la ermita".
Por otro lado, y dado que la iglesia goza de protección urbanística, los responsables de la Parroquia de Santiago Apóstol están en conversaciones con los Servicios Técnicos Municipales para tratar de mejorar la accesibilidad del templo que, en la actualidad, solo cuenta con una puerta de acceso con tres escalones muy pronunciados. "La idea es abrir una puerta pequeña desde la calle San José, que nos permita salvar la escalinata y que, además, ayude a evacuar el templo en caso de necesidad", recalcó el sacerdote.
El evidente deterioro de la Ermita de San José llevó a la Asociación de Vecinos "Cerrillo de San José" a solicitar la colaboración ciudadana en 2018 para actuar ante el "peligro de derrumbe" de parte de la cubierta y de la cornisa de este edificio histórico que fue levantado en el siglo XVI. Una preocupación por la conservación del inmueble, así como por la posible pérdida de las obras artísticas que atesora –con especial atención a su retablo barroco–, que fue recogida por el Defensor del Pueblo Andaluz en una queja de oficio incoada hace ahora seis años.
Edificada durante el primer tercio del siglo XVI y ampliada posteriormente en 1703, la Ermita de San José perteneció a la cofradía del gremio de carpinteros. El interior del edificio está organizado en dos naves de diferente tamaño: en la mayor hay un retablo de estilo "barroco decadente", con escenas de la muerte del santo y, en los laterales, se podían contemplar varios lienzos con escenas de su vida.
Tal y como confirmó ayer a Montilla Digital el sacerdote Fernando Suárez Tapiador, rector de la Basílica Pontificia San Juan de Ávila y párroco de Santiago Apóstol, "el inicio de las obras es inminente" y, en ese sentido, quiso trasladar un "mensaje de tranquilidad" a los vecinos que, en los últimos días, habían mostrado cierta inquietud tras el desprendimiento de un elemento de la fachada de la iglesia, situada en la confluencia de las calles Altillos y San José, junto al Centro Municipal de Servicios Sociales "Lola López Baena".
"Con las últimas lluvias se ha detectado algún deslizamiento de tejas que esperamos poder resolver a la mayor brevedad", declaró Fernando Suárez, quien detalló que tras haber presentado el proyecto de actuación ante el Ayuntamiento de Montilla a finales del pasado mes de mayo, se han realizado algunas modificaciones técnicas sugeridas por los propios Servicios Técnicos Municipales que, recientemente, habrían dado luz verde a la última versión planteada por la arquitecta montillana Mara Portero.
De manera paralela a los trámites administrativos que conlleva el proyecto de restauración de la Ermita de San José, desde la Parroquia de Santiago Apóstol se han venido llevando a cabo varias campañas de recaudación de fondos al objeto de financiar las obras de rehabilitación de este pequeño templo del siglo XVI.
"Aparte del tejado, la ermita presenta algunos problemas estructurales que, según Mara Portero, podrían tener su origen en el subsuelo", desveló el párroco de Santiago Apóstol. Por este motivo, el Obispado de Córdoba encargó la elaboración de un estudio geotécnico para detectar posibles filtraciones o, incluso, algún venero de agua subterránea que pudiera estar contribuyendo al desplazamiento de la estructura.
"Aunque en un primer momento se planteó una actuación más sencilla, para dar respuesta a los problemas en la cubierta, finalmente se optó por acometer un proyecto más completo, que permita solventar las deficiencias estructurales de la ermita, que descansa sobre el pilar central de la nave izquierda que, según los técnicos, soporta demasiado peso", explicó ayer el sacerdote.
Por este motivo, la Parroquia de Santiago Apóstol ha decidido acometer el proyecto de restauración en tres fases, que concluirían alrededor del próximo mes de septiembre. "El coste de las dos primeras fases lo asumiremos nosotros, gracias a la ayuda de la feligresía y del pueblo de Montilla, y confiamos que, para la tercera fase, podamos contar con la ayuda del Obispado", apuntó Fernando Suárez.
De este modo, las actuaciones comenzarían con el refuerzo estructural de la cimentación para asegurar el edificio y acometer el problema de las humedades, sin olvidar el refuerzo estructural del coro, una primera fase que supondría una inversión superior a los 45.000 euros.
En una segunda fase, se acometería la rehabilitación de la cubierta de madera, muy dañada por el movimiento estructural dentro de la ermita, que ha provocado que las vigas cedan, generando más problemas de humedades. La última fase del proyecto permitiría dotar el edificio de instalaciones adaptadas a la normativa de accesibilidad, suministros y prevención de incendios.
El rector de la Basílica Pontificia San Juan de Ávila reconoció que todo el proceso que se ha recorrido desde que el templo cerró sus puertas en 2019 "no ha resultado fácil" pero "hemos preferido hacerlo bien y resolver, de una vez por todas, los problemas que sufre la ermita".
Por otro lado, y dado que la iglesia goza de protección urbanística, los responsables de la Parroquia de Santiago Apóstol están en conversaciones con los Servicios Técnicos Municipales para tratar de mejorar la accesibilidad del templo que, en la actualidad, solo cuenta con una puerta de acceso con tres escalones muy pronunciados. "La idea es abrir una puerta pequeña desde la calle San José, que nos permita salvar la escalinata y que, además, ayude a evacuar el templo en caso de necesidad", recalcó el sacerdote.
Preocupación vecinal
El evidente deterioro de la Ermita de San José llevó a la Asociación de Vecinos "Cerrillo de San José" a solicitar la colaboración ciudadana en 2018 para actuar ante el "peligro de derrumbe" de parte de la cubierta y de la cornisa de este edificio histórico que fue levantado en el siglo XVI. Una preocupación por la conservación del inmueble, así como por la posible pérdida de las obras artísticas que atesora –con especial atención a su retablo barroco–, que fue recogida por el Defensor del Pueblo Andaluz en una queja de oficio incoada hace ahora seis años.
Edificada durante el primer tercio del siglo XVI y ampliada posteriormente en 1703, la Ermita de San José perteneció a la cofradía del gremio de carpinteros. El interior del edificio está organizado en dos naves de diferente tamaño: en la mayor hay un retablo de estilo "barroco decadente", con escenas de la muerte del santo y, en los laterales, se podían contemplar varios lienzos con escenas de su vida.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: J.P. BELLIDO / JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: J.P. BELLIDO / JOSÉ ANTONIO AGUILAR