Ir al contenido principal

Batalla del Cabo de Santa María: la tragedia que marcó para siempre a Don Diego de Alvear

Hace exactamente 220 años, en las aguas del océano Atlántico frente al cabo de Santa María, en la costa del Algarve portugués, se libró un combate que cambiaría el rumbo de las relaciones entre España y Gran Bretaña y que, sin duda, supuso una auténtica tragedia para el insigne militar montillano Diego de Alvear y Ponce de León.


El 5 de octubre de 1804, una escuadra española al mando del jefe de escuadra José de Bustamante y Guerra fue atacada sorpresivamente por una flotilla británica liderada por el comodoro Graham Moore, en una acción que marcó el inicio de una nueva fase en las tensiones diplomáticas entre ambas potencias.

José de Bustamante había zarpado el 9 de agosto de 1804 de Montevideo, la capital de Uruguay, en plena paz entre España y Gran Bretaña, dirigiendo una flotilla compuesta por las fragatas Medea (su nave insignia), Fama, Nuestra Señora de las Mercedes y Santa Clara.

Las cuatro naves cargaban valiosos bienes provenientes de las colonias americanas, incluyendo un tesoro en plata valorado en más de tres millones de pesos. La flota española, con 148 cañones y una tripulación de 1.089 hombres, navegaba sin sospechar que sería el objetivo de un ataque británico, a pesar de no haber habido una declaración formal de guerra entre las dos naciones.

AGUAS DE MONTILLA

La madrugada del 5 de octubre, Bustamante y su tripulación divisaron la costa de Portugal y, poco después, cuatro fragatas británicas bajo el mando de Moore se aproximaron por el horizonte. Las fragatas británicas Indefatigable (insignia), Lively, Amphion y Medusa iban armadas con 184 cañones y una dotación ligeramente superior a la española.

La tensión en el aire era palpable y, a las 8.00 de la mañana, el cántabro José de Bustamante y Guerra ordenó el zafarrancho de combate. Las naves españolas se dispusieron en formación de línea, mientras las fragatas británicas maniobraban para colocarse "a tiro de pistola" de las españolas.

El primer contacto no fue directo. Los británicos enviaron un bote a parlamentar con la Medea pero, ante la demora en regresar, Moore dio la orden de disparar un cañonazo, rompiendo el frágil silencio. A partir de ese momento, las fragatas británicas abrieron fuego sobre la flotilla española. La proximidad entre las naves dificultaba las maniobras de los artilleros y, pronto, el caos reinó sobre las cubiertas.

SUMINISTROS AGRÍCOLAS LUQUE

El evento más trágico y simbólico del combate ocurrió cuando la fragata británica Amphion alcanzó la santabárbara de la fragata Mercedes que, en el momento de su hundimiento, dirigía el marino montillano Diego de Alvear y Ponce de León, si bien no se encontraba a bordo. Una explosión estremeció el mar y la Mercedes se partió en dos, desapareciendo en el fondo del océano en cuestión de minutos.

En el pecio viajaba, sin embargo, la familia de Diego de Alvear y Ponce de León, segundo al mando de la escuadra española. La explosión segó la vida de su esposa, Josefa Balbastro, y de siete de sus ocho hijos, que viajaban con ella. Solo el primogénito, Carlos, sobrevivió, al encontrarse en la Medea junto a su padre.

Este trágico episodio no solo devastó a Diego de Alvear y Ponce de León en lo personal sino que simbolizó la brutalidad y la injusticia del ataque británico, que se produjo sin previo aviso en un contexto de paz entre ambas naciones.


Mientras la Mercedes desaparecía bajo las olas, el resto de las fragatas españolas trataba de resistir el ataque británico. La Fama intentó escapar, pero fue rápidamente perseguida por la Lively y alcanzada por la Medusa, quedando desarbolada. Su capitán, Miguel Zapiain y Valladares, cayó en combate, y la fragata, gravemente dañada, fue forzada a rendirse.

Por su parte, las naves Medea y Santa Clara también sufrieron fuertes daños en el intercambio de fuego y Bustamante, consciente de la desigualdad abrumadora entre ambas fuerzas, decidió rendir su escuadra cuando el reloj marcaba las 12.30 del mediodía.

El saldo de la batalla fue devastador para los españoles: 269 muertos, entre ellos, muchos civiles que viajaban a bordo, y 80 heridos. En contraste, las bajas británicas fueron mínimas, con solo dos muertos y siete heridos. La desproporción en las pérdidas reflejaba tanto la superioridad táctica británica como la ineficacia de la defensa española, carente de cohesión y desmoralizada ante la inesperada agresión.

SIDEMON - SERVICIO INTEGRAL A LA DEPENDENCIA

El ataque contra la escuadra de Bustamante tuvo profundas repercusiones políticas. La noticia de la batalla –y, en particular, la explosión de la Mercedes, con la consiguiente tragedia para la familia Alvear Balbastro– fue recibida con indignación en España y en otros países europeos.

Incluso la prensa británica fue crítica con la acción de Moore, señalando que el ataque no tenía justificación dado que había ocurrido en tiempos de paz. Pero más allá de las críticas, Gran Bretaña se llevó un botín cuantioso: más de tres millones de pesos en plata. A pesar de numerosas reclamaciones, solo accedieron a devolver una parte mínima de los fondos correspondientes a las soldadas de los marineros supervivientes, dejando a las familias de los fallecidos sin compensación alguna.

Este incidente provocó una escalada de tensiones diplomáticas que culminó en la declaración de guerra de España a Gran Bretaña el 14 de diciembre de 1804. Esta declaración fue uno de los preludios de la célebre Batalla de Trafalgar de 1805, donde España y Francia se enfrentaron a la Royal Navy en una confrontación decisiva dentro de las Guerras Napoleónicas.

HORNO Y ACEITES BELLIDO

La lucha por el legado de la 'Mercedes'


La historia de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes no terminó con su trágico hundimiento. En 2007, la empresa cazatesoros estadounidense Odyssey Marine Exploration localizó el pecio de la Mercedes frente a las costas del Algarve y extrajo cerca de 500,000 monedas de plata.

El hallazgo desató una intensa disputa legal entre España y la empresa estadounidense, que terminó en 2012 cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ordenó la devolución de las monedas y otros restos arqueológicos a España. Este fallo representó una importante victoria en la lucha por la preservación del patrimonio cultural y arqueológico submarino.

Hoy, la Mercedes es recordada no solo por el tesoro material que transportaba, sino como un símbolo de la tragedia humana que envolvió aquel fatídico combate. Su botín, que se conserva en el en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, ubicado en la ciudad murciana de Cartagena, forma parte del Patrimonio Nacional de España y sirve como recordatorio de los costes humanos de la guerra y de la importancia de proteger el legado histórico de las naciones.


El héroe "olvidado" de las Cortes de Cádiz


Para los descendientes del insigne marino montillano –que, gracias a la labor de la Fundación Alvear, cuenta con una escultura a las puertas del Ayuntamiento–, Diego de Alvear y Ponce de León fue un "héroe de la defensa de la Isla de León y Gobernador político-militar de la ciudad de Cádiz en los años en los que se promulgó la Constitución de 1812".

En efecto, en el mes de agosto de 1807, Alvear fue puesto a cargo de las unidades de artillería que defendían Cádiz, cargo desde el que participó en la defensa de la ciudad frente a las tropas francesas, que habían invadido España en 1808, pasando de aliados a enemigos. Asimismo, Diego de Alvear organizó la defensa de la ciudad frente a los franceses, logrando que la flota francesa de Rosilly, internada en la bahía de Cádiz hasta entonces, se rindiera en junio de 1808.

Otra importante aportación del marino montillano, que falleció en Madrid el 15 de enero de 1830, fue la reorganización de las milicias de Cádiz, un cuerpo formado por 2.000 hombres que eran conocidos como los Voluntarios Distinguidos de Cádiz. En marzo de 1810, Diego de Alvear fue nombrado gobernador político-militar de la Isla del León y su notoriedad en la defensa de Cádiz le valió la Gran Cruz de San Hermenegildo.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: ISABEL AGUILAR / JOSÉ ANTONIO AGUILAR

BODEGAS ALVEAR

BODEGAS ALVEAR


© 2020 Montilla Digital · Quiénes somos · C/ Fuente Álamo, 34 | 14550 Montilla (Córdoba) | montilladigital@gmail.com

Designed by Open Themes & Nahuatl.mx.