La Hermandad del Santísimo Cristo Resucitado conmemoró ayer el vigésimo quinto aniversario de la bendición de la actual imagen de la Virgen con una espectacular salida extraordinaria en la que la imagen tallada por el artista cordobés Antonio Bernal Redondo en 1999 lució su manto blanco de tisú-oro, acompañado de nuevas y significativas donaciones que embellecieron esta importante efeméride para la cofradía.
Entre las piezas que lució la Virgen –que vino a sustituir a la anterior, que actualmente se encuentra en la Ermita-Santuario de Belén bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles– destacaba ayer un fajín bordado en hilo de oro con la Cruz de Santiago y la inscripción en latín “Regina Pacis” (Reina de la Paz), obra del bordador rambleño Raúl Raigón Nadales, donado de forma anónima.
A su vez, la imagen cotitular de la Hermandad del Santísimo Cristo Resucitado exhibió un espectacular broche conmemorativo de la coronación canónica de la Virgen de la Paz y Esperanza de Córdoba, donado el último día del Triduo por parte de la corporación cordobesa.
Uno de los momentos más emotivos de la salida extraordinaria fue el paso del cortejo por la calle Don Diego de Alvear, donde se rindió homenaje a los padrinos de la talla, la familia Vázquez, residentes en esa misma calle. La madrina fue, además, profesora del Colegio La Asunción hasta su jubilación, reforzando así la vinculación entre la familia y la Virgen.
Durante la procesión, se realizaron cuatro paradas para oraciones significativas. La primera fue en la iglesia de San Luis, donde se dedicó una oración especial a los enfermos. Posteriormente, la Virgen de la Paz llegó al Colegio La Asunción, donde se elevaron plegarias por las familias montillanas. Los otros dos rezos tuvieron lugar a las puertas de la Parroquia de El Santo y en las inmediaciones de la antigua Residencia Salesiana.
Asimismo, gracias a la colaboración de la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano, se colocaron balconeras con frases y dogmas marianos en el tramo entre las calles Santa Ana y San Francisco Solano. Durante el resto del recorrido, también se emplazaron más balconeras realizadas por la propia Hermandad del Resucitado.
En otro momento destacado del recorrido, los máximos responsables de la cofradía realizaron una ofrenda ante el cuadro de san Juan de Ávila en su casa natal, momento que estuvo acompañado por el Coro de la Parroquia de Santiago Apóstol, que ofreció su canto al paso del cortejo por la calle San Juan de Dios. La última ofrenda se llevó a cabo en la Parroquia de San Sebastián, donde la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura entregó un ramo de flores.
Para esta salida extraordinaria, la Virgen de la Paz lució enseres cedidos por otras cofradías de Montilla, lo que permitió engrandecer aún más el cortejo. Entre ellos destacaron la peana repujada en plata de la Virgen de Belén; las dalmáticas y ciriales que acompañan a María Auxiliadora y parte de la candelería de María Santísima de la Esperanza, que aportaron una mayor luminosidad durante el paseo de la Señora de la Paz por las calles de Montilla.
La Hermandad del Resucitado quiso mostrar su agradecimiento a las cofradías que colaboraron con la cesión de estos enseres, lo que, sin duda, contribuyó al esplendor de esta jornada histórica que contó con el acompañamiento musical de la Banda de Música "Santa Cecilia" de Montoro, que por primera vez acompañaba a la Virgen de la Paz en Montilla.
Entre las piezas que lució la Virgen –que vino a sustituir a la anterior, que actualmente se encuentra en la Ermita-Santuario de Belén bajo la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles– destacaba ayer un fajín bordado en hilo de oro con la Cruz de Santiago y la inscripción en latín “Regina Pacis” (Reina de la Paz), obra del bordador rambleño Raúl Raigón Nadales, donado de forma anónima.
A su vez, la imagen cotitular de la Hermandad del Santísimo Cristo Resucitado exhibió un espectacular broche conmemorativo de la coronación canónica de la Virgen de la Paz y Esperanza de Córdoba, donado el último día del Triduo por parte de la corporación cordobesa.
Uno de los momentos más emotivos de la salida extraordinaria fue el paso del cortejo por la calle Don Diego de Alvear, donde se rindió homenaje a los padrinos de la talla, la familia Vázquez, residentes en esa misma calle. La madrina fue, además, profesora del Colegio La Asunción hasta su jubilación, reforzando así la vinculación entre la familia y la Virgen.
Durante la procesión, se realizaron cuatro paradas para oraciones significativas. La primera fue en la iglesia de San Luis, donde se dedicó una oración especial a los enfermos. Posteriormente, la Virgen de la Paz llegó al Colegio La Asunción, donde se elevaron plegarias por las familias montillanas. Los otros dos rezos tuvieron lugar a las puertas de la Parroquia de El Santo y en las inmediaciones de la antigua Residencia Salesiana.
Asimismo, gracias a la colaboración de la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano, se colocaron balconeras con frases y dogmas marianos en el tramo entre las calles Santa Ana y San Francisco Solano. Durante el resto del recorrido, también se emplazaron más balconeras realizadas por la propia Hermandad del Resucitado.
En otro momento destacado del recorrido, los máximos responsables de la cofradía realizaron una ofrenda ante el cuadro de san Juan de Ávila en su casa natal, momento que estuvo acompañado por el Coro de la Parroquia de Santiago Apóstol, que ofreció su canto al paso del cortejo por la calle San Juan de Dios. La última ofrenda se llevó a cabo en la Parroquia de San Sebastián, donde la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura entregó un ramo de flores.
Para esta salida extraordinaria, la Virgen de la Paz lució enseres cedidos por otras cofradías de Montilla, lo que permitió engrandecer aún más el cortejo. Entre ellos destacaron la peana repujada en plata de la Virgen de Belén; las dalmáticas y ciriales que acompañan a María Auxiliadora y parte de la candelería de María Santísima de la Esperanza, que aportaron una mayor luminosidad durante el paseo de la Señora de la Paz por las calles de Montilla.
La Hermandad del Resucitado quiso mostrar su agradecimiento a las cofradías que colaboraron con la cesión de estos enseres, lo que, sin duda, contribuyó al esplendor de esta jornada histórica que contó con el acompañamiento musical de la Banda de Música "Santa Cecilia" de Montoro, que por primera vez acompañaba a la Virgen de la Paz en Montilla.
ÁLVARO CARRASCO GONZÁLEZ / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
