La exposición De flor a flor encara su recta final. La Taberna Bolero, el templo en honor del vino que regenta con maestría Carlos García Santiago en la calle Fuente Álamo, en pleno centro histórico de la ciudad, acoge hasta este jueves 4 de julio la obra más reciente de las artistas montillanas Teresa Sánchez y María Elena Dohijo.
La muestra, que vuelve a utilizar como excepcionales marcos las tapas de tinajas que flanquean el comedor principal de la Taberna Bolero, reúne a dos creadoras que, aunque ya habían expuesto con anterioridad en este mismo espacio, han querido propiciar en esta ocasión un "diálogo interpretativo" a partir de las sugerencias que les ofrece la temática floral.
En efecto, para estas artistas montillanas que atesoran una larga trayectoria artística, el mundo floral constituye el punto de partida desde el que retomar conjuntamente una actividad expositiva bajo la luz y el color que ofrecen la primavera y la llegada del solsticio de verano.
"No solo se adentran en los entornos paisajísticos, que tan bien conocen ambas, sino que inciden en la intimidad y el recogimiento que ofrecen los patios de Montilla y sus alrededores", detalla Carlos García Santiago, para quien De flor a flor "supone una unión creativa bajo el disfrute por la vida que renace en cada primavera y el refresco que da la amistad frente al calor que presagia el verano".
Por un lado, la obra de Teresa Sánchez no oculta su admiración por los enclaves de su tierra natal, Montilla, que refleja en sus óleos sobre tabla en los que se erigen como protagonistas el característico perfil o skyline de la ciudad sobre el verde trigal o los atractivos magentas que brindan los cardos en flor. A su vez, los patios de los lagares de la Sierra de Montilla vienen a sumarse a su búsqueda representativa del encanto, el frescor y el color, logrados por la decoración vegetal de sus sugerentes rincones encalados.
En el caso de María Elena Dohijo, desde la recreación subjetiva de la jardinería de tres patios, significativos en su experiencia vital y ubicados en diferentes latitudes, enfoca su interés hacia el amor que le inspiran en conexión con la idea de echar raíces en el lugar donde se habita. La plasticidad de la técnica experimental –mezcla de transferencia de imagen y óleo, en unos casos, o de fotografía intervenida en otros– permite a María Elena Dohijo conseguir la pretendida atmósfera expresiva diferenciadora de cada obra.
La muestra, que vuelve a utilizar como excepcionales marcos las tapas de tinajas que flanquean el comedor principal de la Taberna Bolero, reúne a dos creadoras que, aunque ya habían expuesto con anterioridad en este mismo espacio, han querido propiciar en esta ocasión un "diálogo interpretativo" a partir de las sugerencias que les ofrece la temática floral.
En efecto, para estas artistas montillanas que atesoran una larga trayectoria artística, el mundo floral constituye el punto de partida desde el que retomar conjuntamente una actividad expositiva bajo la luz y el color que ofrecen la primavera y la llegada del solsticio de verano.
"No solo se adentran en los entornos paisajísticos, que tan bien conocen ambas, sino que inciden en la intimidad y el recogimiento que ofrecen los patios de Montilla y sus alrededores", detalla Carlos García Santiago, para quien De flor a flor "supone una unión creativa bajo el disfrute por la vida que renace en cada primavera y el refresco que da la amistad frente al calor que presagia el verano".
Por un lado, la obra de Teresa Sánchez no oculta su admiración por los enclaves de su tierra natal, Montilla, que refleja en sus óleos sobre tabla en los que se erigen como protagonistas el característico perfil o skyline de la ciudad sobre el verde trigal o los atractivos magentas que brindan los cardos en flor. A su vez, los patios de los lagares de la Sierra de Montilla vienen a sumarse a su búsqueda representativa del encanto, el frescor y el color, logrados por la decoración vegetal de sus sugerentes rincones encalados.
En el caso de María Elena Dohijo, desde la recreación subjetiva de la jardinería de tres patios, significativos en su experiencia vital y ubicados en diferentes latitudes, enfoca su interés hacia el amor que le inspiran en conexión con la idea de echar raíces en el lugar donde se habita. La plasticidad de la técnica experimental –mezcla de transferencia de imagen y óleo, en unos casos, o de fotografía intervenida en otros– permite a María Elena Dohijo conseguir la pretendida atmósfera expresiva diferenciadora de cada obra.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
