Florencio Muñoz García tomó anoche posesión como nuevo párroco de El Santo. El templo en el que vio la luz san Francisco Solano, patrón de Montilla, acogió anoche una solemne ceremonia, presidida por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que sirvió para dar la bienvenida al sacerdote que toma el testigo de David Reyes Guerrero, que ha sido designado vicario parroquial de Santa Rafaela María del Sagrado Corazón y que también estuvo presente en la misa.
Nacido en Córdoba el 22 de agosto de 1988, el nuevo titular de la Parroquia de El Santo fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 2013 y, hasta ahora, desempeñaba la función de delegado diocesano de Pastoral Vocacional, así como de vicerrector del Seminario Mayor «San Pelagio», responsabilidad que ahora recaerá en el sacerdote madrileño Guillermo Padilla Sánchez, que llegó a ser vicerrector de la Basílica Menor Pontificia de San Juan de Ávila de Montilla y párroco “in solidum” de Santiago Apóstol.
Profesor del Instituto de Estudios Teológicos «San Pelagio» y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas «Beata Victoria Díez», el nuevo párroco de El Santo es director del Servicio de Publicaciones de los Centros Académicos de la Diócesis de Córdoba, además de consiliario diocesano de la Acción Católica General y miembro del Consejo Diocesano de Pastoral.
Durante la ceremonia, Demetrio Fernández elogió la reciente restauración de la talla de san Francisco Solano, a manos de la artista montillana Inmaculada Navarro Polonio, unos trabajos que se han desarrollado en los últimos diez meses y que acaban de llegar a su fin coincidiendo con la celebración, el pasado domingo 14 de julio, de la festividad del Evangelizador del Nuevo Mundo, precisamente en el año en el que se ha conmemorado el 475.º aniversario de su bautismo.
La restauración tenía como objetivo el mantenimiento de la talla, una obra anónima de la escuela granadina, datada en 1689 y con un alto valor artístico, que presentaba un grave deterioro estructural, además de riesgos de desprendimiento en la zona de la capa y un importante cúmulo de suciedad que impedía disfrutar de la policromía original de la imagen, tal y como explicó el párroco, David Reyes Guerrero.
Esculpida en 1689 y atribuida a la prestigiosa escuela granadina, la imagen de San Francisco Solano que preside el retablo mayor de la iglesia patronal de Montilla fue realizada con características propias de José de Mora, por encargo de Francisco Ramírez Muñoz, capellán de la marquesa de Priego.
La escultura muestra al santo patrón con un hábito que cae en pliegues verticales y amplios, y un rostro delgado pero con rasgos firmes, que reflejan una profunda espiritualidad, especialmente en su mirada. En la representación, San Francisco Solano lleva consigo un crucifijo y una concha de plata, mientras que la aureola de santidad –que evoca a Inti, el sol creado por Viracocha, la deidad suprema inca– también está realizada en plata.



Nacido en Córdoba el 22 de agosto de 1988, el nuevo titular de la Parroquia de El Santo fue ordenado sacerdote el 8 de diciembre de 2013 y, hasta ahora, desempeñaba la función de delegado diocesano de Pastoral Vocacional, así como de vicerrector del Seminario Mayor «San Pelagio», responsabilidad que ahora recaerá en el sacerdote madrileño Guillermo Padilla Sánchez, que llegó a ser vicerrector de la Basílica Menor Pontificia de San Juan de Ávila de Montilla y párroco “in solidum” de Santiago Apóstol.
Profesor del Instituto de Estudios Teológicos «San Pelagio» y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas «Beata Victoria Díez», el nuevo párroco de El Santo es director del Servicio de Publicaciones de los Centros Académicos de la Diócesis de Córdoba, además de consiliario diocesano de la Acción Católica General y miembro del Consejo Diocesano de Pastoral.



Durante la ceremonia, Demetrio Fernández elogió la reciente restauración de la talla de san Francisco Solano, a manos de la artista montillana Inmaculada Navarro Polonio, unos trabajos que se han desarrollado en los últimos diez meses y que acaban de llegar a su fin coincidiendo con la celebración, el pasado domingo 14 de julio, de la festividad del Evangelizador del Nuevo Mundo, precisamente en el año en el que se ha conmemorado el 475.º aniversario de su bautismo.
La restauración tenía como objetivo el mantenimiento de la talla, una obra anónima de la escuela granadina, datada en 1689 y con un alto valor artístico, que presentaba un grave deterioro estructural, además de riesgos de desprendimiento en la zona de la capa y un importante cúmulo de suciedad que impedía disfrutar de la policromía original de la imagen, tal y como explicó el párroco, David Reyes Guerrero.



Esculpida en 1689 y atribuida a la prestigiosa escuela granadina, la imagen de San Francisco Solano que preside el retablo mayor de la iglesia patronal de Montilla fue realizada con características propias de José de Mora, por encargo de Francisco Ramírez Muñoz, capellán de la marquesa de Priego.
La escultura muestra al santo patrón con un hábito que cae en pliegues verticales y amplios, y un rostro delgado pero con rasgos firmes, que reflejan una profunda espiritualidad, especialmente en su mirada. En la representación, San Francisco Solano lleva consigo un crucifijo y una concha de plata, mientras que la aureola de santidad –que evoca a Inti, el sol creado por Viracocha, la deidad suprema inca– también está realizada en plata.
J.P. BELLIDO / ÁLVARO CARRASCO
REPORTAJE GRÁFICO: ÁLVARO CARRASCO
REPORTAJE GRÁFICO: ÁLVARO CARRASCO

