El Ayuntamiento de Montilla ha decidido actualizar su Ordenanza Municipal de Tráfico, con el objetivo de adaptarla a elementos y situaciones que la anterior normativa no contemplaba, como la implantación de cámaras de videovigilancia o el uso de patinetes eléctricos en la vía pública.
El Pleno de la Corporación municipal acordó iniciar la tramitación de la nueva Ordenanza Municipal de Tráfico, que fue aprobada en esta fase inicial con el visto bueno de todos los grupos políticos municipales, a expensas ahora de someterse al periodo de exposición pública antes de su entrada en vigor.
El nuevo documento viene a actualizar la normativa reguladora del tráfico, cuya redacción y aprobación databa del año 2000, si bien después incorporó algunas modificaciones en 2005 y 2010. “Entendemos que desde entonces se han producido cambios en la legislación básica de tráfico y modificaciones sustanciales en los viarios municipales”, esgrimió el teniente de alcalde de Desarrollo Local y Seguridad, Valeriano Rosales.
El edil responsable del Área de Tráfico recordó, además, que la Corporación municipal ha ido aprobando en el Pleno documentos como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), de 2020, "mimbre más que suficiente para plantear esta actualización importante de la ordenanza" que, según Rosales, "busca conseguir una Montilla más accesible y con una mejor movilidad".
Para Valeriano Rosales, la nueva ordenanza "viene a suponer una mejora notable en el control del tráfico por parte de los agentes policiales", al tiempo que "dota a Montilla de una normativa moderna", que se adapta a la situación que la ciudad experimenta con la implantación de las cámaras de videovigilancia –las primeras de ellas instaladas en la calle Corredera–, con las zonas de estacionamiento reservadas para caravanas o con la proliferación de los patinetes eléctricos.
En este sentido, el nuevo texto incluso se adelanta a posibles situaciones que puedan darse en el futuro, como la aparición de empresas dedicadas a servicio de alquiler de estos vehículos de movilidad personal o a la definición en la localidad de "zonas de bajas emisiones", una realidad que, por el momento, solo afecta a municipios de más de 50.000 habitantes.
En el debate plenario, desde Izquierda Unida (IU), la concejala María Luisa Rodas afirmó que la nueva ordenanza "es muy necesaria y llega en un momento oportuno, teniendo en cuenta no sólo su adaptación al PMUS, sino la realidad de los patinetes, cada vez más presentes en nuestras calles con situaciones peligrosas incluso para sus conductores".
Por el Partido Popular (PP), su portavoz, Federico Cabello de Alba, definió la ordenanza como "correcta desde el punto de vista técnico", ya que, a su juicio, "contempla todas las necesidades de circulación de una ciudad como Montilla y queda abierta a posibles reformas" propuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT).
El Pleno de la Corporación municipal acordó iniciar la tramitación de la nueva Ordenanza Municipal de Tráfico, que fue aprobada en esta fase inicial con el visto bueno de todos los grupos políticos municipales, a expensas ahora de someterse al periodo de exposición pública antes de su entrada en vigor.
El nuevo documento viene a actualizar la normativa reguladora del tráfico, cuya redacción y aprobación databa del año 2000, si bien después incorporó algunas modificaciones en 2005 y 2010. “Entendemos que desde entonces se han producido cambios en la legislación básica de tráfico y modificaciones sustanciales en los viarios municipales”, esgrimió el teniente de alcalde de Desarrollo Local y Seguridad, Valeriano Rosales.
El edil responsable del Área de Tráfico recordó, además, que la Corporación municipal ha ido aprobando en el Pleno documentos como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), de 2020, "mimbre más que suficiente para plantear esta actualización importante de la ordenanza" que, según Rosales, "busca conseguir una Montilla más accesible y con una mejor movilidad".
Para Valeriano Rosales, la nueva ordenanza "viene a suponer una mejora notable en el control del tráfico por parte de los agentes policiales", al tiempo que "dota a Montilla de una normativa moderna", que se adapta a la situación que la ciudad experimenta con la implantación de las cámaras de videovigilancia –las primeras de ellas instaladas en la calle Corredera–, con las zonas de estacionamiento reservadas para caravanas o con la proliferación de los patinetes eléctricos.
En este sentido, el nuevo texto incluso se adelanta a posibles situaciones que puedan darse en el futuro, como la aparición de empresas dedicadas a servicio de alquiler de estos vehículos de movilidad personal o a la definición en la localidad de "zonas de bajas emisiones", una realidad que, por el momento, solo afecta a municipios de más de 50.000 habitantes.
En el debate plenario, desde Izquierda Unida (IU), la concejala María Luisa Rodas afirmó que la nueva ordenanza "es muy necesaria y llega en un momento oportuno, teniendo en cuenta no sólo su adaptación al PMUS, sino la realidad de los patinetes, cada vez más presentes en nuestras calles con situaciones peligrosas incluso para sus conductores".
Por el Partido Popular (PP), su portavoz, Federico Cabello de Alba, definió la ordenanza como "correcta desde el punto de vista técnico", ya que, a su juicio, "contempla todas las necesidades de circulación de una ciudad como Montilla y queda abierta a posibles reformas" propuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT).
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO (ARCHIVO)
