Los jóvenes artistas Miguel Ángel Sánchez Jiménez y Manuel Espejo Mármol asumirán la restauración de la imagen de María Auxiliadora. Así lo ha anunciado el Consejo de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), tras constatar el estado de deterioro que manifiesta la escultura que preside el altar mayor de la iglesia-santuario anexa al Colegio Salesiano "San Francisco Solano".
La intervención, que ha sido respaldada por el director titular de la Casa Salesiana de Montilla, Agustín de la Cruz Marqués, así como por el consiliario de la iglesia-santuario de María Auxiliadora, Francisco José Fernández Mármol, será financiada por la propia ADMA, cuyas responsables han querido confiar en el buen hacer de Manuel Espejo Mármol y de Miguel Ángel Sánchez Jiménez que, recientemente, acometieron los trabajos de restauración de las peanas de la talla.
Según los plazos facilitados por la ADMA, la restauración concluirá en el mes de mayo del próximo año, en las vísperas de las fiestas en honor a María Auxiliadora que, desde hace más de 120 años, se conmemora en la localidad gracias a la iniciativa de la Familia Salesiana y, en especial, de la ADMA, que se encuentra inmersa en los actos conmemorativos del 75.º aniversario de la coronación canónica de la Virgen.
"Cuando la imagen se baje de su camarín para ser restaurada, se pondrá en su lugar la imagen de María Auxiliadora que se encuentra actualmente en la capilla del Beato Miguel Molina, en la Residencia Salesiana" y que, cada 24 de mayo, protagoniza la tradicional procesión por las calles de Montilla.
De este modo, mañana lunes, 24 de junio, coincidiendo con la conmemoración mensual de María Auxiliadora, se celebrará, a partir de las 20.00 de la tarde, una solemne eucaristía de despedida de la imagen titular de María Auxiliadora, que será retirada del culto durante el tiempo que se desarrollen los trabajos de restauración.
Pese a su juventud, Miguel Ángel Sánchez Jiménez y Manuel Espejo Mármol atesoran ya una amplia experiencia en intervenciones de este tipo. No en vano, los artistas cordobeses fueron los encargados de devolver su esplendor a la Virgen de la Amargura, asegurando así la preservación y revitalización de esta imagen mariana que talló el sacerdote montillano Cristóbal Gómez Garrido en el año 1968.
A su vez, Miguel Ángel Sánchez y Manuel Espejo dejaron su impronta en la exposición extraordinaria con la que el Museo de Bellas Artes de Sevilla quiso conmemorar el cuarto centenario del nacimiento de Pedro Roldán (1624-1699), la personalidad más relevante del panorama escultórico sevillano de la segunda mitad del siglo XVII y una de las figuras estelares de la escultura barroca española.
No en vano, los jóvenes artistas pudieron restaurar tres obras de Pedro Roldán que formaron parte de esta muestra conmemorativa que pudo visitarse hasta el pasado 10 de marzo en el antiguo Convento de la Merced Calzada de la capital hispalense.
Entre las piezas que conformaban el relato expositivo de esta muestra destacaban el grupo escultórico de Santa Ana y la Virgen Niña, que presiden la hornacina lateral del retablo mayor del Convento de Santa Ana de Montilla, una soberbia pieza que fue tallada por Pedro Roldán hacia 1653, toda vez que encargó las tareas de policromía a Francisco de Fonseca.
También se pudieron contemplar en la exposición hispalense los bustos relicarios de Santa Apolonia y una Virgen Mártir, pertenecientes a la capilla de Nuestro Padre de Familias del Monasterio de Santa Clara. Los bustos serían realizados entre 1665 y 1665, la época más destacada del autor.
La restauración de estas piezas por parte de Miguel Ángel Sánchez Jiménez y Manuel Espejo Mármol incluyó la fijación de capas y una meticulosa limpieza de las policromías, eliminando repintes y acumulaciones de cera y suciedad que se adhirieron a lo largo de los siglos en las áreas policromadas y estofados. "Únicamente se restauraron las pérdidas de volumen y color esenciales para preservar la autenticidad de las esculturas, siguiendo principios de intervención mínima y máximo respeto por la obra original", detallaron.
La intervención, que ha sido respaldada por el director titular de la Casa Salesiana de Montilla, Agustín de la Cruz Marqués, así como por el consiliario de la iglesia-santuario de María Auxiliadora, Francisco José Fernández Mármol, será financiada por la propia ADMA, cuyas responsables han querido confiar en el buen hacer de Manuel Espejo Mármol y de Miguel Ángel Sánchez Jiménez que, recientemente, acometieron los trabajos de restauración de las peanas de la talla.
Según los plazos facilitados por la ADMA, la restauración concluirá en el mes de mayo del próximo año, en las vísperas de las fiestas en honor a María Auxiliadora que, desde hace más de 120 años, se conmemora en la localidad gracias a la iniciativa de la Familia Salesiana y, en especial, de la ADMA, que se encuentra inmersa en los actos conmemorativos del 75.º aniversario de la coronación canónica de la Virgen.
"Cuando la imagen se baje de su camarín para ser restaurada, se pondrá en su lugar la imagen de María Auxiliadora que se encuentra actualmente en la capilla del Beato Miguel Molina, en la Residencia Salesiana" y que, cada 24 de mayo, protagoniza la tradicional procesión por las calles de Montilla.
De este modo, mañana lunes, 24 de junio, coincidiendo con la conmemoración mensual de María Auxiliadora, se celebrará, a partir de las 20.00 de la tarde, una solemne eucaristía de despedida de la imagen titular de María Auxiliadora, que será retirada del culto durante el tiempo que se desarrollen los trabajos de restauración.
Pese a su juventud, Miguel Ángel Sánchez Jiménez y Manuel Espejo Mármol atesoran ya una amplia experiencia en intervenciones de este tipo. No en vano, los artistas cordobeses fueron los encargados de devolver su esplendor a la Virgen de la Amargura, asegurando así la preservación y revitalización de esta imagen mariana que talló el sacerdote montillano Cristóbal Gómez Garrido en el año 1968.
A su vez, Miguel Ángel Sánchez y Manuel Espejo dejaron su impronta en la exposición extraordinaria con la que el Museo de Bellas Artes de Sevilla quiso conmemorar el cuarto centenario del nacimiento de Pedro Roldán (1624-1699), la personalidad más relevante del panorama escultórico sevillano de la segunda mitad del siglo XVII y una de las figuras estelares de la escultura barroca española.
No en vano, los jóvenes artistas pudieron restaurar tres obras de Pedro Roldán que formaron parte de esta muestra conmemorativa que pudo visitarse hasta el pasado 10 de marzo en el antiguo Convento de la Merced Calzada de la capital hispalense.
Entre las piezas que conformaban el relato expositivo de esta muestra destacaban el grupo escultórico de Santa Ana y la Virgen Niña, que presiden la hornacina lateral del retablo mayor del Convento de Santa Ana de Montilla, una soberbia pieza que fue tallada por Pedro Roldán hacia 1653, toda vez que encargó las tareas de policromía a Francisco de Fonseca.
También se pudieron contemplar en la exposición hispalense los bustos relicarios de Santa Apolonia y una Virgen Mártir, pertenecientes a la capilla de Nuestro Padre de Familias del Monasterio de Santa Clara. Los bustos serían realizados entre 1665 y 1665, la época más destacada del autor.
La restauración de estas piezas por parte de Miguel Ángel Sánchez Jiménez y Manuel Espejo Mármol incluyó la fijación de capas y una meticulosa limpieza de las policromías, eliminando repintes y acumulaciones de cera y suciedad que se adhirieron a lo largo de los siglos en las áreas policromadas y estofados. "Únicamente se restauraron las pérdidas de volumen y color esenciales para preservar la autenticidad de las esculturas, siguiendo principios de intervención mínima y máximo respeto por la obra original", detallaron.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)
