El artista montillano José Baena Roca protagoniza hasta el próximo domingo 23 de junio la nueva propuesta de A pie de calle, el proyecto que impulsa Manuel Portero Laguna con el objetivo de acercar la cultura al público de la localidad. De este modo, el escaparate de Nude –un establecimiento situado en el número 35 de la calle Corredera– acoge desde hace unos días Perro sobre rojo, un acrílico sobre tabla de 42 x 59 centímetros que José Baena Roca concibió a finales del pasado año.
El protagonista de esta obra es un galgo, representado con un detalle meticuloso que resalta la elegancia y la gracia innatas de esta raza canina. A la vez, se muestra sobre un sofá rojo que está pintado con trazos más sueltos, más fluidos.
El color rojo vibrante del sofá se despliega en una variedad de tonos y matices, desde los carmesíes intensos hasta los rojos más apagados, creando una sensación de riqueza y profundidad. Los contornos del sofá son menos definidos, con pinceladas amplias que sugieren su forma y textura sin entrar en detalles minuciosos. Este enfoque suelto en la representación del sofá añade una sensación de movimiento y espontaneidad a la composición, destacando aún más el realismo del galgo.
El galgo está pintado con una atención excepcional a la anatomía y el pelaje, como suele ser habitual en la obra de José Baena Roca. Cada línea y cada sombra están cuidadosamente trabajadas para capturar la estructura esbelta y musculosa del animal.
Su pelaje, de un tono claro y brillante, está representado con texturas que casi permiten sentir la suavidad bajo los dedos. Los ojos del galgo, profundos y expresivos, reflejan una mezcla de serenidad y alerta, infundiendo vida al retrato.
El fondo del cuadro es neutral, en tonos suaves de beige y azul, que proporciona un contraste sutil y permite que el galgo y el sofá rojo se conviertan en los focos indiscutibles de la obra. La combinación del realismo en el galgo y la soltura en el sofá generan un interesante diálogo visual.
Las personas que se acerquen hasta el escaparate de Nude se sentirán atraídas, primero, por la precisión del galgo, para luego explorar la libertad y la energía del sofá. "Esta mezcla de estilos puede evocar una sensación de calma en medio de la vivacidad y simboliza, quizás, la tranquilidad que se puede encontrar en medio del caos cotidiano", explica a Montilla Digital el propio José Baena, quien no solo celebra la belleza del galgo en esta obra sino que, también, invita al espectador a apreciar la coexistencia de precisión y libertad en el arte.
Ingeniero informático de profesión y gran aficionado a la montaña –no en vano, coronó la cima del Everest el 21 de mayo de 2008 junto a su amigo Ricardo Guerrero–, José Baena Roca cuenta en su haber con más de una quincena de premios, como el de la Cata del Vino Montilla-Moriles, el Concurso de Pintura "Villa de Moriles" –que ha ganado hasta en dos ocasiones–, el Certamen Nacional de Pintura "Ciudad de Antequera", el Concurso de Pintura Rápida de Medio Ambiente "Ciudad de Aguilar de la Frontera" o el Premio Andaluz del Festival de Arte Contemporáneo de San José de La Rinconada, entre otros.
En septiembre de 2022, José Baena logró una mención de honor del Premio Almuzara de Pintura y, apenas unos días después, sumó un nuevo reconocimiento a su palmarés gracias a su obra titulada Los girasoles ciegos, con la que obtuvo una nueva mención de honor en el Concurso de Pintura "Villa de Moriles".
Artista autodidacta en el dibujo, José Baena recibió varios años formación en la Academia del Maestro Desiderio Delgado, que le aportaron un nuevo camino para seguir dentro de la pintura figurativa que actualmente plasma en sus obras. Una evolución que le ha valido, entre otros galardones más recientes, el primer premio del IX Concurso Nacional de Pintura "Ramón Muñoz Torres", un certamen celebrado en 2016 al que concurrieron 88 trabajos de todo el país.
El protagonista de esta obra es un galgo, representado con un detalle meticuloso que resalta la elegancia y la gracia innatas de esta raza canina. A la vez, se muestra sobre un sofá rojo que está pintado con trazos más sueltos, más fluidos.
El color rojo vibrante del sofá se despliega en una variedad de tonos y matices, desde los carmesíes intensos hasta los rojos más apagados, creando una sensación de riqueza y profundidad. Los contornos del sofá son menos definidos, con pinceladas amplias que sugieren su forma y textura sin entrar en detalles minuciosos. Este enfoque suelto en la representación del sofá añade una sensación de movimiento y espontaneidad a la composición, destacando aún más el realismo del galgo.
El galgo está pintado con una atención excepcional a la anatomía y el pelaje, como suele ser habitual en la obra de José Baena Roca. Cada línea y cada sombra están cuidadosamente trabajadas para capturar la estructura esbelta y musculosa del animal.
Su pelaje, de un tono claro y brillante, está representado con texturas que casi permiten sentir la suavidad bajo los dedos. Los ojos del galgo, profundos y expresivos, reflejan una mezcla de serenidad y alerta, infundiendo vida al retrato.
El fondo del cuadro es neutral, en tonos suaves de beige y azul, que proporciona un contraste sutil y permite que el galgo y el sofá rojo se conviertan en los focos indiscutibles de la obra. La combinación del realismo en el galgo y la soltura en el sofá generan un interesante diálogo visual.
Las personas que se acerquen hasta el escaparate de Nude se sentirán atraídas, primero, por la precisión del galgo, para luego explorar la libertad y la energía del sofá. "Esta mezcla de estilos puede evocar una sensación de calma en medio de la vivacidad y simboliza, quizás, la tranquilidad que se puede encontrar en medio del caos cotidiano", explica a Montilla Digital el propio José Baena, quien no solo celebra la belleza del galgo en esta obra sino que, también, invita al espectador a apreciar la coexistencia de precisión y libertad en el arte.
Un artista autodidacta muy reconocido
Ingeniero informático de profesión y gran aficionado a la montaña –no en vano, coronó la cima del Everest el 21 de mayo de 2008 junto a su amigo Ricardo Guerrero–, José Baena Roca cuenta en su haber con más de una quincena de premios, como el de la Cata del Vino Montilla-Moriles, el Concurso de Pintura "Villa de Moriles" –que ha ganado hasta en dos ocasiones–, el Certamen Nacional de Pintura "Ciudad de Antequera", el Concurso de Pintura Rápida de Medio Ambiente "Ciudad de Aguilar de la Frontera" o el Premio Andaluz del Festival de Arte Contemporáneo de San José de La Rinconada, entre otros.
En septiembre de 2022, José Baena logró una mención de honor del Premio Almuzara de Pintura y, apenas unos días después, sumó un nuevo reconocimiento a su palmarés gracias a su obra titulada Los girasoles ciegos, con la que obtuvo una nueva mención de honor en el Concurso de Pintura "Villa de Moriles".
Artista autodidacta en el dibujo, José Baena recibió varios años formación en la Academia del Maestro Desiderio Delgado, que le aportaron un nuevo camino para seguir dentro de la pintura figurativa que actualmente plasma en sus obras. Una evolución que le ha valido, entre otros galardones más recientes, el primer premio del IX Concurso Nacional de Pintura "Ramón Muñoz Torres", un certamen celebrado en 2016 al que concurrieron 88 trabajos de todo el país.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JAVIER PORTERO
FOTOGRAFÍA: JAVIER PORTERO
