Casi 600 días después de la aprobación de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, Montilla conserva aún una decena de referencias al franquismo en su casco urbano, tal y como detalla un informe elaborado recientemente por Enrique Mesa Pérez, graduado en Historia y colaborador de CONCORD, un proyecto de investigación coordinado por Francisco Acosta Ramírez que forma parte de la Cátedra de Memoria Democrática de la Universidad de Córdoba (UCO).
El estudio, al que ha tenido acceso Montilla Digital, resalta que la publicación de la Ley de Memoria Democrática "supuso un importante paso hacia delante para la realización de políticas de recuperación de parte de la Historia reciente de nuestro país", por cuanto "supone la ilegalización y la criminalización del régimen franquista", toda vez que anima a la "realización de políticas de reparación de los daños, materiales e inmateriales, producidos durante la Guerra Civil y la posterior dictadura".
La normativa, de ámbito estatal, veía la luz un lustro después de la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, impulsada por el Gobierno socialista de Susana Díaz, que fue pionera en este ámbito, a nivel nacional.
Pese a haber transcurrido siete años desde su aprobación por el Parlamento andaluz, Montilla mantiene aún una decena de referencias que, a juicio de Izquierda Unida (IU), vulnerarían tanto la normativa autonómica como la estatal, que considera "elementos contrarios a la memoria democrática" las "edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial".
"Tras la muerte de Franco y en los primeros años del nuevo período democrático, ya fueron eliminadas las referencias más evidentes al franquismo en el callejero de Montilla, las cuales rendían tributo a personajes como José Antonio Primo de Rivera, José María Pemán, los generales Mola, Sanjurjo y Queipo de Llano o al propio Francisco Franco", recuerda Enrique Mesa.
Además, el 23 de enero de 2014, el Gobierno municipal encabezado por Federico Cabello de Alba acordó retirar la placa en memoria de los combatientes del Bando Nacional fallecidos durante la Guerra Civil, que lucía bajo la cruz del Llanete de San Agustín, atendiendo así las reiteradas peticiones que había cursado al respecto la Unión Local del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).
En un escrito fechado el 8 de junio de 2022, el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, recordaba al Ayuntamiento de Montilla el "deber legal de cumplir" lo establecido en la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, "cuyo objetivo es la regulación de las políticas públicas para la recuperación de la Memoria Democrática de Andalucía, con la finalidad de garantizar el derecho de la ciudadanía andaluza a conocer la verdad de los hechos acaecidos, así como la protección, conservación y difusión de la Memoria Democrática como legado cultural de Andalucía".
En esa misma carta, a la que ha tenido acceso este periódico, el Defensor del Pueblo Andaluz recomienda al Ayuntamiento de Montilla que "proceda a la eliminación de aquellos elementos que, conforme al artículo 32 de la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, tengan la consideración de contrarios a la misma".
Entre las referencias que recoge el informe elaborado por Enrique Mesa destaca la Avenida de Italia, "cuya nomenclatura le fue dedicada por la Comisión Gestora franquista del Ayuntamiento de Montilla en homenaje a su homónimo italiano por su colaboración activa y su ayuda durante la Guerra Civil española".
Junto a la Avenida Antonio y Miguel Navarro, la calle Arcipreste Fernández Casado y la calle Beato Miguel Molina, el informe repara en la Plaza de Ángel Sisternes, que da acceso a la Casa de las Aguas, y que está dedicada a Ángel Sisternes Moreno (Madrid, 29 de abril de 1863 – Montilla, 29 de noviembre de 1936) un teniente coronel del Ejército, vicepresidente del Sindicato Obrero Católico, que fue designado alcalde de Montilla el 25 de octubre de 1936, cargo que mantuvo 35 días, hasta su fallecimiento a causa de una pulmonía.
Al quedar Montilla sometida por las fuerzas del bando sublevado, Ángel Sisternes –al que el Ayuntamiento de Montilla dedica, además, un panel informativo en el cementerio municipal– entregó al gobernador militar, Ciriaco Cascajo Ruiz, una placa de oro "que se le había concedido años atrás por su actuación en los somatenes de Andalucía", explica Enrique Mesa, quien añade que ese acto, que se configuró como una "ofrenda a la Patria", está documentado el 16 de septiembre de 1936.
Entre los monumentos, obras públicas y placas "vinculadas al franquismo", el informe recoge la Cruz de los Caídos que preside la Plaza Obispo Pérez Muñoz, junto a la iglesia de San Agustín, si bien, se advierte que "para retirar este monumento franquista, en primer lugar, se debería solicitar a la Junta de Andalucía su descatalogación como Bien de Interés Cultural (BIC)", designación que le fue concedida por extensión en el año 2001, cuando el Gobierno andaluz decidió proteger el templo anexo.
Junto a la placa en memoria de José María de Alvear situada en la confluencia de la Puerta de Aguilar con la calle Ballén, en pleno centro histórico de Montilla, el informe elaborado por Enrique Mesa alude a un juego de placas de aluminio con el emblema de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) que todavía lucen en edificios de la Plaza de los Salesianos, calle Beato Pedro de Madrid, Capataz Juan Rodríguez, Médico Varo, Doctor Raúl Porras y calle Miguel de Barrios.
Por último, el informe elaborado por Enrique Mesa pone el foco sobre las placas de piedra que muestran el símbolo de la Delegación Nacional de Sindicatos y que se pueden encontrar en edificios de las calles José Ortiz Sánchez, Avenida de María Auxiliadora, Doctor Raúl Porras, Doctor Fleming, Conde de la Cortina y Plaza de la Aurora, así como la placa de piedra situada sobre la antigua parada de autobuses del Triángulo.
"En ella aparecen tres elementos análogos, alusivos a los 'productores' (trabajadores de los Sindicatos), cuyo soporte simbólico es variable: una espiga, un martillo y una cadena", detalla Enrique Mesa, quien añade que los citados símbolos laterales traducen gráficamente el nombre de la entidad constructora –la Delegación Nacional de Sindicatos– y la designación específica del grupo de viviendas San Francisco Solano, encargado de la construcción de las 200 viviendas indicadas en la placa. "También aparece el símbolo del yugo que corona una esquemática casa apoyada en las iniciales INV, así como el logo de las JONS en la parte izquierda", concluye.
El estudio, al que ha tenido acceso Montilla Digital, resalta que la publicación de la Ley de Memoria Democrática "supuso un importante paso hacia delante para la realización de políticas de recuperación de parte de la Historia reciente de nuestro país", por cuanto "supone la ilegalización y la criminalización del régimen franquista", toda vez que anima a la "realización de políticas de reparación de los daños, materiales e inmateriales, producidos durante la Guerra Civil y la posterior dictadura".
La normativa, de ámbito estatal, veía la luz un lustro después de la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, impulsada por el Gobierno socialista de Susana Díaz, que fue pionera en este ámbito, a nivel nacional.
Pese a haber transcurrido siete años desde su aprobación por el Parlamento andaluz, Montilla mantiene aún una decena de referencias que, a juicio de Izquierda Unida (IU), vulnerarían tanto la normativa autonómica como la estatal, que considera "elementos contrarios a la memoria democrática" las "edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial".
"Tras la muerte de Franco y en los primeros años del nuevo período democrático, ya fueron eliminadas las referencias más evidentes al franquismo en el callejero de Montilla, las cuales rendían tributo a personajes como José Antonio Primo de Rivera, José María Pemán, los generales Mola, Sanjurjo y Queipo de Llano o al propio Francisco Franco", recuerda Enrique Mesa.
Además, el 23 de enero de 2014, el Gobierno municipal encabezado por Federico Cabello de Alba acordó retirar la placa en memoria de los combatientes del Bando Nacional fallecidos durante la Guerra Civil, que lucía bajo la cruz del Llanete de San Agustín, atendiendo así las reiteradas peticiones que había cursado al respecto la Unión Local del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).
En un escrito fechado el 8 de junio de 2022, el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, recordaba al Ayuntamiento de Montilla el "deber legal de cumplir" lo establecido en la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, "cuyo objetivo es la regulación de las políticas públicas para la recuperación de la Memoria Democrática de Andalucía, con la finalidad de garantizar el derecho de la ciudadanía andaluza a conocer la verdad de los hechos acaecidos, así como la protección, conservación y difusión de la Memoria Democrática como legado cultural de Andalucía".
En esa misma carta, a la que ha tenido acceso este periódico, el Defensor del Pueblo Andaluz recomienda al Ayuntamiento de Montilla que "proceda a la eliminación de aquellos elementos que, conforme al artículo 32 de la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, tengan la consideración de contrarios a la misma".
Entre las referencias que recoge el informe elaborado por Enrique Mesa destaca la Avenida de Italia, "cuya nomenclatura le fue dedicada por la Comisión Gestora franquista del Ayuntamiento de Montilla en homenaje a su homónimo italiano por su colaboración activa y su ayuda durante la Guerra Civil española".
Junto a la Avenida Antonio y Miguel Navarro, la calle Arcipreste Fernández Casado y la calle Beato Miguel Molina, el informe repara en la Plaza de Ángel Sisternes, que da acceso a la Casa de las Aguas, y que está dedicada a Ángel Sisternes Moreno (Madrid, 29 de abril de 1863 – Montilla, 29 de noviembre de 1936) un teniente coronel del Ejército, vicepresidente del Sindicato Obrero Católico, que fue designado alcalde de Montilla el 25 de octubre de 1936, cargo que mantuvo 35 días, hasta su fallecimiento a causa de una pulmonía.
Al quedar Montilla sometida por las fuerzas del bando sublevado, Ángel Sisternes –al que el Ayuntamiento de Montilla dedica, además, un panel informativo en el cementerio municipal– entregó al gobernador militar, Ciriaco Cascajo Ruiz, una placa de oro "que se le había concedido años atrás por su actuación en los somatenes de Andalucía", explica Enrique Mesa, quien añade que ese acto, que se configuró como una "ofrenda a la Patria", está documentado el 16 de septiembre de 1936.
Entre los monumentos, obras públicas y placas "vinculadas al franquismo", el informe recoge la Cruz de los Caídos que preside la Plaza Obispo Pérez Muñoz, junto a la iglesia de San Agustín, si bien, se advierte que "para retirar este monumento franquista, en primer lugar, se debería solicitar a la Junta de Andalucía su descatalogación como Bien de Interés Cultural (BIC)", designación que le fue concedida por extensión en el año 2001, cuando el Gobierno andaluz decidió proteger el templo anexo.
Junto a la placa en memoria de José María de Alvear situada en la confluencia de la Puerta de Aguilar con la calle Ballén, en pleno centro histórico de Montilla, el informe elaborado por Enrique Mesa alude a un juego de placas de aluminio con el emblema de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS) que todavía lucen en edificios de la Plaza de los Salesianos, calle Beato Pedro de Madrid, Capataz Juan Rodríguez, Médico Varo, Doctor Raúl Porras y calle Miguel de Barrios.
Por último, el informe elaborado por Enrique Mesa pone el foco sobre las placas de piedra que muestran el símbolo de la Delegación Nacional de Sindicatos y que se pueden encontrar en edificios de las calles José Ortiz Sánchez, Avenida de María Auxiliadora, Doctor Raúl Porras, Doctor Fleming, Conde de la Cortina y Plaza de la Aurora, así como la placa de piedra situada sobre la antigua parada de autobuses del Triángulo.
"En ella aparecen tres elementos análogos, alusivos a los 'productores' (trabajadores de los Sindicatos), cuyo soporte simbólico es variable: una espiga, un martillo y una cadena", detalla Enrique Mesa, quien añade que los citados símbolos laterales traducen gráficamente el nombre de la entidad constructora –la Delegación Nacional de Sindicatos– y la designación específica del grupo de viviendas San Francisco Solano, encargado de la construcción de las 200 viviendas indicadas en la placa. "También aparece el símbolo del yugo que corona una esquemática casa apoyada en las iniciales INV, así como el logo de las JONS en la parte izquierda", concluye.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
