Montilla ha vestido este fin de semana sus mejores galas para afrontar los últimos días de la Cuaresma, con una agenda repleta de eventos cofrades que han servido de pretexto para convertir la localidad en un verdadero hervidero de fe y devoción en torno a las cofradías.
En la jornada del pasado viernes, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores celebró el traslado de Jesús Rescatado desde la Parroquia de San Francisco Solano hasta la iglesia de San Agustín, sede canónica de la corporación nazarena.
Largas filas de devotos acompañaron al Señor, atribuido a las Hermanas Cueto, que recorrió un itinerario diferente al que venía siendo habitual en años anteriores, en este caso más directo, a través de la calle El Santo, Las Salas, Plaza de Munda y Plaza del Obispo Pérez Muñoz.
Un día más tarde, la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor recorría las estrecheces del Barrio de La Escuchuela con su titular, que dejó estampas únicas y bellas gracias a la marea de velas que escoltaban al crucificado de Amadeo Ruiz Olmos por el sendero del castillo y que culminaría en la Capilla del Beato Miguel Molina, donde ayer se celebró el solemne besapiés.
Ayer domingo, tras el pregón de Semana Santa de Antonio Maya Ruz, se celebró el tradicional traslado en Vía Crucis del Señor de la Juventud y de María de Nazaret, que recorrieron las calles aledañas al Colegio Salesiano hasta su llegada a la Parroquia de Santiago Apóstol que, en menos de una semana, se vestirá de morado y negro para asistir a la Presentación al Pueblo. Una salida, la del próximo Domingo de Ramos, que será la última en la que el Señor de la Juventud procesione sin la compañía de la Virgen de Nazaret.
Por último, la Hermandad del Sagrado Descendimiento expuso a sus sagrados titulares a la mirada de los numerosos fieles que acudieron a venerarlos hasta la capilla que la cofradía levantó en la calle Fuente Álamo. Una oportunidad única de apreciar las bellas efigies que tallara el artista cordobés Antonio Bernal Redondo, coincidiendo con el trigésimo aniversario de su creación en el taller de la Plaza de Las Doblas.
En la jornada del pasado viernes, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores celebró el traslado de Jesús Rescatado desde la Parroquia de San Francisco Solano hasta la iglesia de San Agustín, sede canónica de la corporación nazarena.
Largas filas de devotos acompañaron al Señor, atribuido a las Hermanas Cueto, que recorrió un itinerario diferente al que venía siendo habitual en años anteriores, en este caso más directo, a través de la calle El Santo, Las Salas, Plaza de Munda y Plaza del Obispo Pérez Muñoz.
Un día más tarde, la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor recorría las estrecheces del Barrio de La Escuchuela con su titular, que dejó estampas únicas y bellas gracias a la marea de velas que escoltaban al crucificado de Amadeo Ruiz Olmos por el sendero del castillo y que culminaría en la Capilla del Beato Miguel Molina, donde ayer se celebró el solemne besapiés.
Ayer domingo, tras el pregón de Semana Santa de Antonio Maya Ruz, se celebró el tradicional traslado en Vía Crucis del Señor de la Juventud y de María de Nazaret, que recorrieron las calles aledañas al Colegio Salesiano hasta su llegada a la Parroquia de Santiago Apóstol que, en menos de una semana, se vestirá de morado y negro para asistir a la Presentación al Pueblo. Una salida, la del próximo Domingo de Ramos, que será la última en la que el Señor de la Juventud procesione sin la compañía de la Virgen de Nazaret.
Por último, la Hermandad del Sagrado Descendimiento expuso a sus sagrados titulares a la mirada de los numerosos fieles que acudieron a venerarlos hasta la capilla que la cofradía levantó en la calle Fuente Álamo. Una oportunidad única de apreciar las bellas efigies que tallara el artista cordobés Antonio Bernal Redondo, coincidiendo con el trigésimo aniversario de su creación en el taller de la Plaza de Las Doblas.
ÁLVARO CARRASCO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: MONTILLA COFRADE
FOTOGRAFÍAS: MONTILLA COFRADE
