El Llanete de la Cruz servirá esta noche de escenario, como cada Madrugada de Viernes Santo, para la salida de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia, una impresionante talla del artista montillano Solano Salido que, este año, y tras el llamamiento público que hizo la cofradía a primeros de enero, podrá pasear por las calles de Montilla junto a la imagen de María Santísima de la Amargura, siempre que las predicciones que avanza la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) no terminen por cumplirse.
Como viene ocurriendo desde 2005, los hermanos más veteranos de la cofradía lucirán en el cíngulo de su hábito de nazareno un crucifijo que simboliza la entrega de aquellos cofrades que llevan más de 25 años perteneciendo a la hermandad que, el pasado Domingo de Ramos, tuvo que suspender a causa de la inestabilidad meteorológica el solemne traslado de Nuestra Señora de la Amargura desde la Parroquia de San Sebastián hasta la Casa de Hermandad.
La Hermandad, surgida en la segunda mitad del siglo XX, rinde culto a dos imágenes contemporáneas. "Los modelos cristalizados durante la época del Barroco son determinantes en la estética de nuestra Semana Santa", reconoce Elena Bellido, historiadora del Arte y directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, quien se muestra convencida de que "estas directrices artísticas contrarreformistas marcan, sin lugar a dudas, las pautas que siguen actualmente los imagineros de nuestros días".
El Señor de la Misericordia se representa en el pasaje de la crucifixión en el que Jesús expira antes de morir. Concretamente, es el momento en el que El Salvador, con la cabeza girada levemente hacia su izquierda y dirigiendo su mirada al cielo, habla a los soldados, a los ladrones, a su Madre, a San Juan y a Dios Padre.
Las Sagradas Escrituras relatan que Jesús, antes de expirar, dio un grito diciendo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Justamente es este el momento escogido por el escultor montillano Francisco Solano Salido para plasmar la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia.
Por su parte, la imagen de Nuestra Señora de la Amargura fue tallada a finales de los años cincuenta por el sacerdote montillano Cristóbal Gómez. "María, con mirada baja, refleja el dolor contenido de la Madre, consciente de la misión redentora de su Hijo", comenta Elena Bellido.
Cofradía: Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura.
Templo: Parroquia de San Sebastián.
Fundación: 1973.
Hermano mayor: José Aguilar Gómez.
Obra social: la Cofradía colabora con Cáritas Parroquial y, a través de su Bolsa de Caridad, costea recibos de luz, recibos de agua, medicinas, ropa y alimentos de familias montillanas en riesgo de exclusión.
Pasos: Uno.
Hábito: Túnica negra y capirote rojo, cíngulo de esparto vivo y zapatillas negras.
Tiempo de paso: 30 minutos.
Salida: 00.00 de la noche.
Itinerario (nuevo): Parroquia de San Sebastián, Llanete de la Cruz (donde el Cristo de la Misericordia será entronizado en su paso), Cuesta del Muladar, Coto, Pozo Dulce, Enfermería, San Sebastián, Llanete de la Cruz (donde el Cristo de la Misericordia será de nuevo bajado de su paso), San Sebastián y Parroquia de San Sebastián.
Entrada: 1.00 de la madrugada.
Acompañamiento musical: Tambores roncos.
Como viene ocurriendo desde 2005, los hermanos más veteranos de la cofradía lucirán en el cíngulo de su hábito de nazareno un crucifijo que simboliza la entrega de aquellos cofrades que llevan más de 25 años perteneciendo a la hermandad que, el pasado Domingo de Ramos, tuvo que suspender a causa de la inestabilidad meteorológica el solemne traslado de Nuestra Señora de la Amargura desde la Parroquia de San Sebastián hasta la Casa de Hermandad.
La Hermandad, surgida en la segunda mitad del siglo XX, rinde culto a dos imágenes contemporáneas. "Los modelos cristalizados durante la época del Barroco son determinantes en la estética de nuestra Semana Santa", reconoce Elena Bellido, historiadora del Arte y directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, quien se muestra convencida de que "estas directrices artísticas contrarreformistas marcan, sin lugar a dudas, las pautas que siguen actualmente los imagineros de nuestros días".
El Señor de la Misericordia se representa en el pasaje de la crucifixión en el que Jesús expira antes de morir. Concretamente, es el momento en el que El Salvador, con la cabeza girada levemente hacia su izquierda y dirigiendo su mirada al cielo, habla a los soldados, a los ladrones, a su Madre, a San Juan y a Dios Padre.
Las Sagradas Escrituras relatan que Jesús, antes de expirar, dio un grito diciendo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Justamente es este el momento escogido por el escultor montillano Francisco Solano Salido para plasmar la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia.
Por su parte, la imagen de Nuestra Señora de la Amargura fue tallada a finales de los años cincuenta por el sacerdote montillano Cristóbal Gómez. "María, con mirada baja, refleja el dolor contenido de la Madre, consciente de la misión redentora de su Hijo", comenta Elena Bellido.
Misericordia
Cofradía: Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura.
Templo: Parroquia de San Sebastián.
Fundación: 1973.
Hermano mayor: José Aguilar Gómez.
Obra social: la Cofradía colabora con Cáritas Parroquial y, a través de su Bolsa de Caridad, costea recibos de luz, recibos de agua, medicinas, ropa y alimentos de familias montillanas en riesgo de exclusión.
Pasos: Uno.
Hábito: Túnica negra y capirote rojo, cíngulo de esparto vivo y zapatillas negras.
Tiempo de paso: 30 minutos.
Salida: 00.00 de la noche.
Itinerario (nuevo): Parroquia de San Sebastián, Llanete de la Cruz (donde el Cristo de la Misericordia será entronizado en su paso), Cuesta del Muladar, Coto, Pozo Dulce, Enfermería, San Sebastián, Llanete de la Cruz (donde el Cristo de la Misericordia será de nuevo bajado de su paso), San Sebastián y Parroquia de San Sebastián.
Entrada: 1.00 de la madrugada.
Acompañamiento musical: Tambores roncos.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
