Ir al contenido principal

El obispo preside la ordenación como diácono del montillano Francisco Solano Aguilar Tejada

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha presidido hoy la ordenación como diácono del seminarista montillano Francisco Solano Aguilar Tejada, feligrés de la Parroquia de Santiago Apóstol y costalero de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Juventud en su Presentación al Pueblo, Nuestra Madre María de Nazaret y San Juan Bosco, así como de la Franciscana Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia y María Santísima de la Caridad en sus Tristezas.


El día de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María se ha celebrado en la Santa Iglesia Catedral la ordenación diaconal de los seis nuevos diáconos para la Diócesis de Córdoba: Francisco Solano Aguilar Tejada, Francisco Salvador Flores Hidalgo, Javier González Martínez, Javier Montes Jiménez, Miguel Ángel Moyano Estepa y Javier Rodríguez Calmaestra.

Los nuevos diáconos, del Seminario Conciliar “San Pelagio” y del Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater “San Juan de Ávila” han recibido el primer grado del orden sacerdotal acompañados de numerosos sacerdotes de la Diócesis, los rectores, formadores, seminaristas, familiares y amigos.

Monseñor Demetrio Fernández ha comenzado su homilía con “la alegría que compartimos al celebrar hoy la fiesta singular de la Virgen María, la fiesta de la Inmaculada Concepción en la que celebramos que María fue librada de todo pecado incluso del pecado original, es la toda limpia, la purísima”.

"Nosotros somos pecadores y conocemos nuestros límites y debilidades, ofendemos Dios al dejarnos llevar por esas debilidades, sin embrago, Ella es toda pura, sin pecado y tenemos que contemplarla durante toda la vida y pedirle que nos mire como madre buena y que con la misericordia de Dios nos aumente la gracia y podamos vivir como hijos de Dios en la paz de Dios", ha continuado el sucesor de Osio.

Bodegas Pérez Barquero - Grandes Vinos de Montilla-Moriles desde 1905

En Córdoba, año tras año, como ha recordado monseñor Demetrio Fernández, son ordenados los que van a ser diáconos y pronto sacerdotes. "Los sacerdotes del presbiterio que os acompañan celebran la alegría de su ordenación diaconal, vuelven a revivir hoy lo mismo que vosotros vivís en este día de la Inmaculada", ha destacado el prelado, quien ha confesado que "esta fecha se vive también en el Seminario con especiales vibraciones, se prepara con la novena de la Inmaculada y deja sabor a los dulces de Dios, que pasa por nuestra Diócesis año tras año".

El obispo ha resaltado que "para tener a Jesucristo permanente hasta el fin de la historia Él elige a hombres para el servicio del pueblo santo de Dios" y ha añadido que "hay una elección de Dios" porque, si no fuera así, "uno no se atrevería a acercarse a la ordenación, si no es porque ha recibido una llamada insistente por parte de Jesucristo".

"Así lo habéis testificado cada uno de vosotros, es una llamada personal en lo más hondo del corazón, la vocación sacerdotal no es algo externo ha sido percibida personalmente en el contraste con los formadores en el Seminario y habéis perseverado viendo que es Dios el que os llama para esta misión del diaconado y la entrega total a Jesucristo y su Iglesia", ha continuado Demetrio Fernández.

Junto la llamada, ha expresado el pastor de la Diócesis, "Jesucristo os ha enamorado, ha entrado en vuestra vida con la capacidad de fascinaros y libremente podáis decirle sí, quiero ser tuyo y para toda la vida, es la promesa del celibato".


"Adquirís también el compromiso de la oración permanente, la liturgia de las horas, que es la oración que se entona en el cielo y que Jesucristo ha introducido en la historia a través de su encarnación y se la confía a su Iglesia", ha añadido el obispo, quien se ha mostrado convencido de que "el que ora mucho por su pueblo es el que ama a sus hermanos".

"La Iglesia se ocupa de vosotros a partir de hoy de manera especial, la Diócesis adquiere un compromiso con vosotros para siempre. La obediencia que prometéis es una seguridad y cobertura de parte de Dios y de la Diócesis, eso os debe de llevar a vivir pobremente, el corazón de Cristo es pobre y por eso es servicial, si sois pobres cada día más estaréis disponibles para donde quieran enviaros y podréis captar las necesidades de los pobres que os rodeen", ha añadido el titular del Obispado de Córdoba.

No ha querido monseñor Demetrio Fernández olvidar que, en su paso como obispo de Córdoba, ha ordenado a más de setenta sacerdotes, lo que es “un regalo de Dios a esta Diócesis, pero que no se nos suba a la cabeza y sigamos trabajando en una campaña vocacional cada vez más intensa porque Dios sigue llamando y necesitamos animar y acompañar a los jóvenes que son llamados por Dios a responder a esa llamada", ha pedido el prelado.

Aceites Juan Colín

Los nuevos diáconos han realizado al recibir la orden diaconal la promesa de celibato para toda la vida, el compromiso de la Liturgia de la Horas, han prometido obediencia al obispo y han recibido el Evangelio para predicarlo a todas las gentes.

Un joven diácono vinculado a la Casa Salesiana de Montilla


Francisco Solano Aguilar Tejada nació en Montilla en 1998 y, tras un año en el CEIP San Francisco Solano, sus padres lo matricularon en el Colegio Salesiano, donde permaneció hasta graduarse en Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Tras cursar Bachillerato en el Instituto Emilio Canalejo Olmeda, decidió trasladarse a Sevilla para estudiar Ingeniería Industrial, aunque posteriormente terminó ingresando en el Seminario “San Pelagio” para seguir el testimonio de los sacerdotes a los que había ayudado como monaguillo en la Basílica de San Juan de Ávila.

"Su alegría y su entrega lo condujeron a formarse para ser sacerdote en el seminario, donde ha vivido momentos muy intensos: las entrevistas con los profesores, las clases, largas horas con el Señor, numerosas actividades pastorales en las parroquias o la misión diocesana que este verano ha vivido en Picota", resaltan desde la Diócesis de Córdoba.


“Dios me ha elegido, se ha enamorado de mí y quiere consagrarme enteramente a Él y esta es una alegría muy grande”, reconoce el nuevo diácono montillano en declaraciones a Iglesia en Córdoba, donde subrayan que para Francisco Solano Aguilar Tejada, "la llamada del Señor ha sido todo un regalo, pues ha sentido cómo Dios miraba el amor de su familia y cómo ésta lo ha apoyado siempre".

“Estar al servicio de la Iglesia y estar en manos de Dios me hace sentirme tranquilo”, asegura el flamente diácono montillano, al tiempo que manifiesta que “estar con Cristo, traerlo a la tierra, perdonar los pecados en su nombre, es lo más grande que se puede esperar”.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: DIÓCESIS DE CÓRDOBA

BELLIDO MANUFACTURAS METÁLICAS


© 2020 Montilla Digital · Quiénes somos · C/ Fuente Álamo, 34 | 14550 Montilla (Córdoba) | montilladigital@gmail.com

Designed by Open Themes & Nahuatl.mx.