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Aureliano Sáinz | Castillos templarios

Quienes hemos nacido a la sombra de un castillo, tal como me acontece con el de Alburquerque (lo muestro en portada), el mundo de la Edad Media se convierte cuando somos niños y adolescentes en un tiempo pasado cargado de grandes relatos que nos despertaban las mayores fantasías y también emociones primigenias que acaban impregnando una parte de nuestra personalidad, como acontece con todas las vivencias que marcan los inicios de nuestras vidas.


Este lejano sentimiento, profundamente arraigado en mi memoria, fue lo que me llevó a publicar el último libro que yo haya escrito y que llevaba por título Vida y muerte de don Álvaro de Luna, quien fuera valido del rey Juan II de Castilla y conde de Alburquerque.

El interés por la arquitectura de las fortalezas medievales ha sido la razón de que haya publicado bastantes artículos sobre distintos castillos, estuvieran en Extremadura, mi tierra de origen, o se encontraran ligados a la figura de don Álvaro de Luna. En medio de esta dinámica, no hace mucho llegó a mis manos el excelente libro Los castillos templarios de España, de Jesús Ávila Granados, lo que me ha impulsado a escribir acerca de las fortalezas que fueron propiedad de la Orden del Temple.

Una vez finalizada su lectura, me llamó la atención que en Andalucía solo fueran cinco los que pertenecieron a esta orden monástica-militar: Aracena, Cortegana y Santa Olalla de la Cala, en Huelva, junto a Belmez de la Moraleda y La Iruela, en Jaén.

Como punto de inicio, en esta ocasión describiré los de Extremadura y, de modo más concreto, los de la provincia de Badajoz. Por orden alfabético, serían: Alconchel, Burguillos del Cerro, Capilla, Fregenal de la Sierra, Jerez de los Caballeros, Olivenza y Villanueva de la Serena. Pero antes de que veamos las imágenes de estas fortalezas, conviene hacer unas breves referencias a esta singular Orden.

La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, cuya forma abreviada la conocemos como Orden del Temple, fue creada en 1118, tras la primera cruzada, por nueve caballeros franceses encabezados por Hugo de Payns y aprobada por la Iglesia católica en el Concilio de Troyes, en 1129, siendo su propósito inaugural proteger la vida de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén.

Hasta su disolución, en el año 1312 y en el Concilio de Vienne convocado por el papa Clemente V, transcurrieron casi dos siglos en los que la Orden fue clave para el desarrollo y la existencia de una banca bien planificada junto a las encomiendas que ellos habían organizado alrededor de los castillos.

Para llegar al punto de su disolución se tuvo que acudir a graves acusaciones como las de sacrilegio, herejía, sodomía y adoración a ídolos paganos. Pero su destino estaba echado cuando el rey francés Felipe IV, que acumulaba una inmensa deuda con la Orden, no se echó para atrás a la hora de difamarla para acabar con ella. Y lo logró cuando su último gran maestre, Jacques de Molay, fue condenado a ser quemado vivo públicamente en 1314 en la hoguera que se había preparado frente a la catedral de Notre Dame de París.

FOTOGRAFÍA: AYUNTAMIENTO DE ALCONCHEL

Iniciamos, pues, el recorrido con el castillo de Alconchel, pequeña población de 1.700 habitantes situada en el oeste de la provincia. Nos encontramos ante un castillo bastante bien conservado, siendo su origen una alcazaba hispana-musulmana. En 1166 pasa a manos cristianas con Alfonso I de Portugal, que la hace depender de la Orden del Temple hasta 1312, fecha en la que fue condenada y desmantelada por la Iglesia católica.

FOTOGRAFÍA: TURISMO DE EXTREMADURA

A mitad de camino, entre Jerez de los Caballeros y Zafra, se encuentra Burguillos del Cerro, localidad que en la actualidad cuenta con algo más de 3.000 habitantes. Su castillo, que corona una colina, también tiene su origen en una fortaleza musulmana, por lo que la construcción cristiana se inicia en el siglo XIII, cuando Fernando III se la entrega a los templarios. Como en muchos relatos populares, en Burguillos se habla de un tesoro relacionado con los miembros de esta Orden; pero, como bien sabemos, no dejan de ser leyendas que se transmiten de generación en generación, sin que tengan ninguna veracidad.

FOTOGRAFÍA: LA SERENA TURISMO

Capilla es un pueblecito de unos 186 habitantes perteneciente al partido judicial de Castuera, en el este de la provincia. En la época musulmana, su situación era estratégica, ya que se encontraba en un eje de comunicaciones de las ciudades de Mérida, Sevilla, Córdoba y Toledo. La primera conquista cristiana se produjo en 1226, por el rey de Castilla; pero volvió a caer en manos andalusíes, hasta que diez años después Fernando III la conquistara de nuevo, entregándosela de manera inmediata a la Orden del Temple.

FOTOGRAFÍA: TURISMO DE EXTREMADURA

Si en la actualidad hay una fortaleza verdaderamente sorprendente es la de Fregenal de la Sierra, localidad de unos 5.000 habitantes, al sur de la provincia de Badajoz. Su singularidad proviene de que, en su interior y rodeada por las murallas, se encuentra una plaza de toros. Sería a finales del siglo XIII, exactamente en 1283, cuando Fregenal de la Sierra pasó a formar parte de la Orden del Temple por mandato de Alfonso X de Castilla.

FOTOGRAFÍA: TURISMO DE EXTREMADURA

Jerez de los Caballeros, una localidad fuertemente vinculada a la Orden del Temple, fue declarada conjunto Histórico-Artístico en 1966, lo que es indicio de su relevancia. Su conquista por las fuerzas cristianas, con la ayuda de los templarios, se llevó a cabo en 1230 por Alfonso IX de León, tras un feroz incendio y la encarnizada resistencia que ofrecieron los almohades. Ya con Fernando III, los templarios recibieron la localidad, por lo que en poco tiempo restauraron el castillo, fijando la villa como sede de su encomienda.

FOTOGRAFÍA: TURISMO DE OLIVENZA

Olivenza se encuentra en la parte occidental de Badajoz. Su historia medieval está ligada a los templarios, a partir de que en 1256 naciera la encomienda de esta Orden, ya que por entonces era solo un conjunto de tierras de cultivo, chozas y algunas casas. En 1297, tras el Tratado de Alcañices, Olivenza pasa el reino de Portugal hasta la denominada Guerra de las Naranjas de 1801. De su castillo, de planta cuadrangular y sin almenas, destaca la Torre del Homenaje, que cuenta en su interior con una rampa, capaz de facilitar el ascenso a la terraza superior de un jinete montado a caballo.

FOTOGRAFÍA: TURISMO DE EXTREMADURA

Cerramos este breve recorrido, indicando que a siete kilómetros de Villanueva de la Serena, localidad colindante con Don Benito, y sobre un pequeño cerro, se levanta el castillo de La Encomienda, una fortaleza en buen estado de conservación. A diferencia de las que hemos visto, no hay nada que atestigüe que con anterioridad en este enclave hubiera algo musulmán. Tras las conquistas realizadas en Extremadura por Fernando III, el castillo se convirtió en la encomienda de los Lares, perteneciente a los templarios en el siglo XIII, que siguió en sus manos hasta la desaparición de la Orden.

AURELIANO SÁINZ
FOTOGRAFÍA PORTADA: AURELIANO SÁINZ
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