La Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque ha querido honrar al patrón de Montilla, San Francisco Solano, con su Libro del Mes, un proyecto puesto en marcha en 2020, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Libro, que permite conocer los ejemplares más curiosos de esta entidad cultural que representa la recopilación de historias locales más importante de España, junto con la existente en el Seminario de Álava.
Tal y como detalla Elena Bellido, directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, desde que el Concejo de Montilla, a instancias de los sextos marqueses de Priego ─Luis Fernández de Córdoba y Mariana de Córdoba─, acordara el 25 marzo de 1647 el nombramiento de fray Francisco Solano como patrono de la localidad, "hubo de pasar prácticamente un siglo para que esta designación adquiriese el necesario reconocimiento eclesiástico", que llegaría en 1745, gracias a la Bula de Patronato que rubricó el papa Benedicto XIV.
"Entre tanto, durante el transcurso de estos 98 años, al fraile montillano y Evangelizador de América le fueron otorgados canónicamente los distintos escalafones de santidad con los que logró ser elevado a los altares, comenzando con su beatificación en 1675 y posterior canonización en 1726", recuerda la responsable de la fundación.
De este modo, con el propósito de favorecer las respectivas declaraciones por parte de las autoridades eclesiásticas y alentar una mayor devoción hacia el religioso franciscano, se comenzaron a publicar las primeras biografías que exaltan las virtudes de santidad de Solano.
La Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque custodia el que, sin duda, supone el más completo y sustancioso repertorio bibliográfico en torno a San Francisco Solano, formado por un elevado número de ejemplares de gran valor documental y de una "importante rareza" pues, como subraya Elena Bellido, "algunos de ellos son considerados ejemplares únicos".
En esta ocasión, la entidad montillana se ha decantado por una obra que fue impresa en 1747 y que recoge un sermón pronunciado por el religioso montillano fray Antonio de la Ascensión, una vez que la Cancillería Apostólica papal había expedido dos años antes la Bula de Patronato de San Francisco Solano en Montilla, fijando su festividad cada 14 de julio, día que, además, habría de establecerse como fiesta de precepto.
Fray Antonio de la Ascensión nació en Montilla y perteneció a la orden de Descalzos de la Santísima Trinidad y Redención de Cautivos. Dotado de una vasta cultura, llegó a ostentar importantes cargos como el de Lector de Sagrada Teología en Málaga y en la Universidad de Baeza, institutos que llegó a dirigir, además de desempeñar las atribuciones de Definidor, Provincial y Escritor General de la orden.
A su vez, el religioso montillano alcanzó un notable predicamento entre los trinitarios de su época y dejó distintas obras manuscritas que, según Elena Bellido, "testimonian su erudición e interés por el estudio de Aristóteles". Datados entre 1724 y 1727, estos escritos fueron concebidos, seguramente, en sus años de juventud, durante el tiempo que ejerció como Lector de Filosofía en la localidad pacense de Zalamea de la Serena.
La Oración panegírica que la muy noble y leal ciudad de Montilla tributó a su patricio Señor San Francisco Solano el día primero de las plausibles fiestas que le consagraron por haber Ntro. Padre Benedicto XIV confirmado a su hijo por único Patrono de su patria, y concedido que en ella se celebre con día de fiesta el de su glorioso tránsito catorce de julio –título que, en la portada del libro, aparece precedido por la invocación "Ave María Santísima"– vio la luz en la Imprenta Real situada en la Casa del Correo Viejo de Sevilla.
"Como curiosidad, cabe señalar que la publicación corrió a expensas de un anónimo devoto de San Francisco Solano, como lo confiesa el autor en las palabras de advertencia que suscribe en las páginas preliminares", resalta la directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque.
Asimismo, la obra cuenta con "la milagrosa estampa del Señor San Francisco Solano", una composición xilográfica en la que el fraile montillano queda representado desplegando su misión evangelizadora, con el crucifijo en mano y acompañado por dos nativos, iconografía que quedará fijada para la posteridad.
En la parte inferior de la ilustración aparece la leyenda "Verdadero retrato del glorioso Apóstol de las Indias del Perú S. Francisco Solano, Patrono de su Patria Montilla, en donde se celebra con Fiesta de precepto el día de su dichoso Tránsito catorce de julio".
Tal y como detalla Elena Bellido, fray Antonio de la Ascensión incide en tres aspectos principales a lo largo de su obra. "Por un lado, insiste en que San Francisco Solano es el santo por excelencia de Montilla y que se tomó por patrón incluso antes de su beatificación", explica la directora de la fundación.
A su vez, el autor hace hincapié en que el patronazgo del Taumaturgo del Nuevo Mundo "implica la protección de su pueblo" y, por ello, en señal de agradecimiento, "ha de glorificarlo". Además, defiende que "por sus virtudes y milagros, Solano ha cumplido los preceptos de santidad exigidos por la Iglesia –beatificación y canonización– y, por ello, se le ha reconocido la designación de patrono de su ciudad natal, con fiesta de precepto cada 14 de julio, día de su tránsito".
Para Elena Bellido, "nos encontramos ante una de las joyas bibliográficas de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque", ya que puede ser considerada como "uno de los primeros impresos dedicados a San Francisco Solano compuesto por un autor montillano".
Tal y como detalla Elena Bellido, directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque, desde que el Concejo de Montilla, a instancias de los sextos marqueses de Priego ─Luis Fernández de Córdoba y Mariana de Córdoba─, acordara el 25 marzo de 1647 el nombramiento de fray Francisco Solano como patrono de la localidad, "hubo de pasar prácticamente un siglo para que esta designación adquiriese el necesario reconocimiento eclesiástico", que llegaría en 1745, gracias a la Bula de Patronato que rubricó el papa Benedicto XIV.
"Entre tanto, durante el transcurso de estos 98 años, al fraile montillano y Evangelizador de América le fueron otorgados canónicamente los distintos escalafones de santidad con los que logró ser elevado a los altares, comenzando con su beatificación en 1675 y posterior canonización en 1726", recuerda la responsable de la fundación.
De este modo, con el propósito de favorecer las respectivas declaraciones por parte de las autoridades eclesiásticas y alentar una mayor devoción hacia el religioso franciscano, se comenzaron a publicar las primeras biografías que exaltan las virtudes de santidad de Solano.
La Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque custodia el que, sin duda, supone el más completo y sustancioso repertorio bibliográfico en torno a San Francisco Solano, formado por un elevado número de ejemplares de gran valor documental y de una "importante rareza" pues, como subraya Elena Bellido, "algunos de ellos son considerados ejemplares únicos".
En esta ocasión, la entidad montillana se ha decantado por una obra que fue impresa en 1747 y que recoge un sermón pronunciado por el religioso montillano fray Antonio de la Ascensión, una vez que la Cancillería Apostólica papal había expedido dos años antes la Bula de Patronato de San Francisco Solano en Montilla, fijando su festividad cada 14 de julio, día que, además, habría de establecerse como fiesta de precepto.
Fray Antonio de la Ascensión nació en Montilla y perteneció a la orden de Descalzos de la Santísima Trinidad y Redención de Cautivos. Dotado de una vasta cultura, llegó a ostentar importantes cargos como el de Lector de Sagrada Teología en Málaga y en la Universidad de Baeza, institutos que llegó a dirigir, además de desempeñar las atribuciones de Definidor, Provincial y Escritor General de la orden.
A su vez, el religioso montillano alcanzó un notable predicamento entre los trinitarios de su época y dejó distintas obras manuscritas que, según Elena Bellido, "testimonian su erudición e interés por el estudio de Aristóteles". Datados entre 1724 y 1727, estos escritos fueron concebidos, seguramente, en sus años de juventud, durante el tiempo que ejerció como Lector de Filosofía en la localidad pacense de Zalamea de la Serena.
La Oración panegírica que la muy noble y leal ciudad de Montilla tributó a su patricio Señor San Francisco Solano el día primero de las plausibles fiestas que le consagraron por haber Ntro. Padre Benedicto XIV confirmado a su hijo por único Patrono de su patria, y concedido que en ella se celebre con día de fiesta el de su glorioso tránsito catorce de julio –título que, en la portada del libro, aparece precedido por la invocación "Ave María Santísima"– vio la luz en la Imprenta Real situada en la Casa del Correo Viejo de Sevilla.
"Como curiosidad, cabe señalar que la publicación corrió a expensas de un anónimo devoto de San Francisco Solano, como lo confiesa el autor en las palabras de advertencia que suscribe en las páginas preliminares", resalta la directora de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque.
Asimismo, la obra cuenta con "la milagrosa estampa del Señor San Francisco Solano", una composición xilográfica en la que el fraile montillano queda representado desplegando su misión evangelizadora, con el crucifijo en mano y acompañado por dos nativos, iconografía que quedará fijada para la posteridad.
En la parte inferior de la ilustración aparece la leyenda "Verdadero retrato del glorioso Apóstol de las Indias del Perú S. Francisco Solano, Patrono de su Patria Montilla, en donde se celebra con Fiesta de precepto el día de su dichoso Tránsito catorce de julio".
Tal y como detalla Elena Bellido, fray Antonio de la Ascensión incide en tres aspectos principales a lo largo de su obra. "Por un lado, insiste en que San Francisco Solano es el santo por excelencia de Montilla y que se tomó por patrón incluso antes de su beatificación", explica la directora de la fundación.
A su vez, el autor hace hincapié en que el patronazgo del Taumaturgo del Nuevo Mundo "implica la protección de su pueblo" y, por ello, en señal de agradecimiento, "ha de glorificarlo". Además, defiende que "por sus virtudes y milagros, Solano ha cumplido los preceptos de santidad exigidos por la Iglesia –beatificación y canonización– y, por ello, se le ha reconocido la designación de patrono de su ciudad natal, con fiesta de precepto cada 14 de julio, día de su tránsito".
Para Elena Bellido, "nos encontramos ante una de las joyas bibliográficas de la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque", ya que puede ser considerada como "uno de los primeros impresos dedicados a San Francisco Solano compuesto por un autor montillano".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR