El Parador de Montilla acaba de abandonar la Lista Roja del Patrimonio, una iniciativa de la asociación Hispania Nostra que pretende denunciar los enclaves históricos, culturales o naturales de toda la geografía nacional que se encuentran en estado de abandono o en riesgo de desaparecer.
Las obras que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Montilla para estabilizar y consolidar el inmueble –que el 8 de mayo de 2019 pasó a engrosar el catálogo de la Lista Roja del Patrimonio al encontrarse entonces "al borde del colapso"– han permitido recuperar este antiguo caserío y lagar que pasó posteriormente a ser propiedad de las Bodegas Cobos y que, a finales del siglo XIX, contó con gran notoriedad, al ser un lugar de paso obligado para carruajes y diligencias.
Las actuaciones, que comenzaron el 21 de enero del pasado año, han sido desarrolladas por la empresa malagueña Hermanos Campano –que también se está encargando de la restauración, conservación y puesta en valor de la muralla exterior, de la torre pirobalística y de algunas de las construcciones adosadas al castillo de El Gran Capitán– ha contado con un presupuesto de algo más de 700.000 euros, tras la decisión del Pleno de incrementar en 40.000 euros la partida con el objetivo de recuperar diferentes elementos de la fachada principal "con interés patrimonial".
De este modo, el Consistorio montillano ha conseguido detener el deterioro que venía sufriendo el edificio desde hacía décadas y reforzar las estructuras existentes, para lo que ha sido necesario eliminar algunos elementos que presentaban un "peligro inminente de caída" y adecuar toda la envolvente. "El proyecto queda ahora a la espera de una segunda fase, que consistirá en dotar el edificio de los acabados necesarios según el uso que finalmente se acuerde", apuntó el primer edil montillano.
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, destacó la "importancia de este proyecto compartido y consensuado por toda la Corporación" que, además, “recupera parte de la historia de Montilla”. La vivienda, situada en la salida norte de la localidad hacia la carretera nacional N-331, fue utilizada originariamente como casa de postas para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX.
"Con esta importante intervención hemos querido consolidar Montilla como referente turístico de la provincia de Córdoba, para que sea puerta de entrada a la Campiña Sur", subrayó Rafael Llamas, quien añadió que "esta apuesta por el patrimonio permitirá crear desarrollo económico, riqueza y, finalmente, fijar población al municipio”.
La parcela en la que se encuentra El Parador tiene una superficie de 1.731 metros cuadrados de suelo y el edificio principal, el único que permanece en pie, ocupa 652 metros cuadrados, destacando dentro del conjunto un gran patio de 176 metros cuadrados.
Para la siguiente fase, el Consistorio montillano presentó una solicitud a los Planes de Sostenibilidad Turística de los fondos europeos Next Generation, por un importe de tres millones de euros, y ahora “volverá a presentarse mejorado, ya que, aunque ha obtenido el visto bueno de la Junta de Andalucía y del Gobierno central, su aprobación se ha quedado a las puertas”, desveló el regidor socialista.
Por último, el arquitecto municipal, Carlos Cobos, confirmó que, de momento, El Parador quedará cerrado al público para evitar que el edificio se deteriore. "Será la Corporación la que disponga el uso y el posterior proyecto", apuntó el alcalde, quien este lunes dará a conocer el Plan de Sostenibilidad Turística que ha diseñado el Ayuntamiento de Montilla para dotar de contenido el inmueble.
El edificio cuenta con una casa principal, un patio central, una lagareta, una cuadra y tres bodegas de tinajas. “En el interior se han mantenido una serie de tinajas por si, finalmente, se quiere recrear el uso original del edificio”, destacó Carlos Cobos.
La Casa de Las Camachas fue puesta a la venta por sus propietarios en el año 2008 por un precio de salida que rondaba el millón de euros y, con el paso del tiempo, se ha ido deteriorando como consecuencia de las inclemencias meteorológicas y de la falta de mantenimiento, lo que ha despertado la preocupación de los vecinos del Cerrillo de San José.
Junto a la Casa de Las Camachas, que se encuentra deshabitada desde hace más de una década, la asociación Hispania Nostra viene alertando en los últimos años de la "difícil situación" en la que se encuentran otros enclaves emblemáticos de la localidad, como el arco del antiguo convento franciscano de San Lorenzo o el Palacio de los Duques de Medinaceli.
De este modo, el primer enclave de la localidad que fue incluido en la Lista Roja del Patrimonio fue el arco de acceso al antiguo convento franciscano de San Lorenzo, una portada renacentista atribuida a Hernán Ruiz I, que constituye una de las últimas muestras del plateresco español en la provincia.
El monumento, que desde el 16 de marzo de 2006 es de propiedad municipal gracias al convenio de cesión firmado entre el Ayuntamiento y el montillano Agustín Jiménez-Castellanos, se encuentra en estado ruinoso después de haber sufrido dos importantes expolios en 1999 y 2005. Desde entonces, tanto el Consistorio como el Consejo Asesor de Patrimonio Histórico –un organismo formado por los grupos municipales y por representantes de los colectivos culturales de la ciudad– han reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de actuar cuanto antes en la portada.
El 20 de septiembre de 2019, la asociación Hispania Nostra amplió su Lista Roja del Patrimonio en Montilla con el Palacio de los Duques de Medinaceli, mandado construir a principios del siglo XVI por los marqueses de Priego e incluido en el entorno de protección del convento de Santa Clara, que fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1981 y Bien de Interés Cultural (BIC) según la Ley de Patrimonio Histórico Español.
Sin embargo, apenas dos años más tarde, el Ayuntamiento de Montilla decidió adquirir el histórico inmueble por 650.000 euros. De esta forma, el Consistorio montillano iniciaba el proceso de consolidación del edificio, muy deteriorado en algunos espacios, con el objetivo de impulsar el desarrollo turístico de esta zona de Montilla de la mano de uno de elementos patrimoniales más significativos del Siglo de Oro.
Las obras que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Montilla para estabilizar y consolidar el inmueble –que el 8 de mayo de 2019 pasó a engrosar el catálogo de la Lista Roja del Patrimonio al encontrarse entonces "al borde del colapso"– han permitido recuperar este antiguo caserío y lagar que pasó posteriormente a ser propiedad de las Bodegas Cobos y que, a finales del siglo XIX, contó con gran notoriedad, al ser un lugar de paso obligado para carruajes y diligencias.
Las actuaciones, que comenzaron el 21 de enero del pasado año, han sido desarrolladas por la empresa malagueña Hermanos Campano –que también se está encargando de la restauración, conservación y puesta en valor de la muralla exterior, de la torre pirobalística y de algunas de las construcciones adosadas al castillo de El Gran Capitán– ha contado con un presupuesto de algo más de 700.000 euros, tras la decisión del Pleno de incrementar en 40.000 euros la partida con el objetivo de recuperar diferentes elementos de la fachada principal "con interés patrimonial".
De este modo, el Consistorio montillano ha conseguido detener el deterioro que venía sufriendo el edificio desde hacía décadas y reforzar las estructuras existentes, para lo que ha sido necesario eliminar algunos elementos que presentaban un "peligro inminente de caída" y adecuar toda la envolvente. "El proyecto queda ahora a la espera de una segunda fase, que consistirá en dotar el edificio de los acabados necesarios según el uso que finalmente se acuerde", apuntó el primer edil montillano.
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, destacó la "importancia de este proyecto compartido y consensuado por toda la Corporación" que, además, “recupera parte de la historia de Montilla”. La vivienda, situada en la salida norte de la localidad hacia la carretera nacional N-331, fue utilizada originariamente como casa de postas para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX.
"Con esta importante intervención hemos querido consolidar Montilla como referente turístico de la provincia de Córdoba, para que sea puerta de entrada a la Campiña Sur", subrayó Rafael Llamas, quien añadió que "esta apuesta por el patrimonio permitirá crear desarrollo económico, riqueza y, finalmente, fijar población al municipio”.
La parcela en la que se encuentra El Parador tiene una superficie de 1.731 metros cuadrados de suelo y el edificio principal, el único que permanece en pie, ocupa 652 metros cuadrados, destacando dentro del conjunto un gran patio de 176 metros cuadrados.
Para la siguiente fase, el Consistorio montillano presentó una solicitud a los Planes de Sostenibilidad Turística de los fondos europeos Next Generation, por un importe de tres millones de euros, y ahora “volverá a presentarse mejorado, ya que, aunque ha obtenido el visto bueno de la Junta de Andalucía y del Gobierno central, su aprobación se ha quedado a las puertas”, desveló el regidor socialista.
Por último, el arquitecto municipal, Carlos Cobos, confirmó que, de momento, El Parador quedará cerrado al público para evitar que el edificio se deteriore. "Será la Corporación la que disponga el uso y el posterior proyecto", apuntó el alcalde, quien este lunes dará a conocer el Plan de Sostenibilidad Turística que ha diseñado el Ayuntamiento de Montilla para dotar de contenido el inmueble.
El edificio cuenta con una casa principal, un patio central, una lagareta, una cuadra y tres bodegas de tinajas. “En el interior se han mantenido una serie de tinajas por si, finalmente, se quiere recrear el uso original del edificio”, destacó Carlos Cobos.
Tres enclaves montillanos continúan en la Lista
Con la reciente exclusión de El Parador de la Lista Roja del Patrimonio, son tres los enclaves montillanos que todavía requieren de una intervención para evitar su pérdida. Así, el 25 de octubre de de 2019, la asociación Hispania Nostra incluyó la Casa de Las Camachas, un inmueble ubicado a escasos metros de la Plaza de la Rosa es donde la tradición popular sitúa la vivienda de Leonor Rodríguez La Camacha, una tabernera que fue procesada por la Inquisición en 1572, acusada de brujería, y que inmortalizó para siempre Miguel de Cervantes en su novela ejemplar El coloquio de los perros.La Casa de Las Camachas fue puesta a la venta por sus propietarios en el año 2008 por un precio de salida que rondaba el millón de euros y, con el paso del tiempo, se ha ido deteriorando como consecuencia de las inclemencias meteorológicas y de la falta de mantenimiento, lo que ha despertado la preocupación de los vecinos del Cerrillo de San José.
Junto a la Casa de Las Camachas, que se encuentra deshabitada desde hace más de una década, la asociación Hispania Nostra viene alertando en los últimos años de la "difícil situación" en la que se encuentran otros enclaves emblemáticos de la localidad, como el arco del antiguo convento franciscano de San Lorenzo o el Palacio de los Duques de Medinaceli.
De este modo, el primer enclave de la localidad que fue incluido en la Lista Roja del Patrimonio fue el arco de acceso al antiguo convento franciscano de San Lorenzo, una portada renacentista atribuida a Hernán Ruiz I, que constituye una de las últimas muestras del plateresco español en la provincia.
El monumento, que desde el 16 de marzo de 2006 es de propiedad municipal gracias al convenio de cesión firmado entre el Ayuntamiento y el montillano Agustín Jiménez-Castellanos, se encuentra en estado ruinoso después de haber sufrido dos importantes expolios en 1999 y 2005. Desde entonces, tanto el Consistorio como el Consejo Asesor de Patrimonio Histórico –un organismo formado por los grupos municipales y por representantes de los colectivos culturales de la ciudad– han reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de actuar cuanto antes en la portada.
El 20 de septiembre de 2019, la asociación Hispania Nostra amplió su Lista Roja del Patrimonio en Montilla con el Palacio de los Duques de Medinaceli, mandado construir a principios del siglo XVI por los marqueses de Priego e incluido en el entorno de protección del convento de Santa Clara, que fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1981 y Bien de Interés Cultural (BIC) según la Ley de Patrimonio Histórico Español.
Sin embargo, apenas dos años más tarde, el Ayuntamiento de Montilla decidió adquirir el histórico inmueble por 650.000 euros. De esta forma, el Consistorio montillano iniciaba el proceso de consolidación del edificio, muy deteriorado en algunos espacios, con el objetivo de impulsar el desarrollo turístico de esta zona de Montilla de la mano de uno de elementos patrimoniales más significativos del Siglo de Oro.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR