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Una efeméride para el recuerdo

Los hermanos de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz de Montilla están de aniversario. Y es que tal día como hoy, pero de hace dos décadas, se presentaba en sociedad la reorganización de la hermandad que rinde culto en Montilla al Santo Cristo de Zacatecas y a Nuestra Señora del Socorro, advocación mariana estrechamente vinculada a Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán.


Aunque la constitución canónica de la cofradía no llegaría hasta el mes de marzo de 2005, tras la elaboración de un exhaustivo informe histórico por parte del investigador montillano Antonio Luis Jiménez Barranco –y en el que pudo documentar la existencia de la primitiva cofradía, cuyas primeras referencias históricas datan de la primera mitad del siglo XVI, así como su permanencia a través de los siglos sin que hubiera una interrupción temporal superior a cien años–, la puesta de largo de la hermandad tuvo lugar, de manera oficial, el 28 de febrero de 2003.

En un acto conducido en la Parroquia de Santiago Apóstol por Carmina Leiva Repiso y presidido por el párroco Manuel Vida Ruiz, el profesor Antonio García-Abásolo, catedrático de Historia de América de la Universidad de Córdoba (UCO), disertó sobre el singular crucificado que, cada Martes Santo, celebra estación de penitencia junto a la imagen de Nuestra Señora del Socorro.

Con todo, la decisión de reanudar los cultos al Señor de Zacatecas en Montilla se había tomado varios años antes, cuando la imagen viajó hasta Córdoba para formar parte de la exposición titulada Imaginería indígena mexicana. Una catequesis en caña de maíz, que promovió la Hermandad del Santísimo Cristo de Gracia, el popular Esparraguero.

"Por tal motivo, el Señor de Zacatecas fue descolgado de las cadenas que lo mantenían inaccesible en el presbiterio de la Parroquia de Santiago desde 1965 y, sin duda, fue una verdadera oportunidad para las generaciones más jóvenes el hecho de poderlo contemplar a corta distancia", rememora Antonio Luis Jiménez, principal impulsor de la reorganización de la cofradía.

En efecto, el impacto que generó la efigie del Señor de Zacatecas, una imagen de más de dos metros de altura construida en madera de colorín, cañeja del maíz y papel amate, animó a varios feligreses de la Parroquia de Santiago a plantear al recordado Juan Navas la posibilidad de reanudar los cultos cuaresmales en torno al crucificado que llegó de las Indias.


A tal fin se formó un grupo de jóvenes devotos que se constituyó bajo el título de «Asociación Parroquial de la Santa Vera Cruz» y que, aquel mismo año, con la colaboración del recordado Antonio León, organizó varias actividades con motivo del 425 aniversario de la llegada del Cristo de Zacatecas a Montilla , de la mano de Andrés de Mesa.

"Aquel nuevo grupo quedó plenamente integrado en la vida parroquial y, en apenas unos meses, alcanzó el centenar de simpatizantes, por lo que, tras la Semana Santa de 2002, propusimos al párroco Manuel Vida iniciarlos trámites para recuperar la antigua hermandad", detalla Antonio Luis Jiménez.

Fue así como un grupo de jóvenes montillanos logró rescatar las interesantes raíces de esta hermandad que condensa más de cuatro siglos de historia y que desde sus orígenes, allá por 1535, promovió en Montilla el culto y la veneración al Santo Cristo de Zacatecas y a Nuestra Señora del Socorro.

La hermandad, que durante siglos celebró además la Invención de la Cruz, una festividad que congregaba cada 3 de mayo a centenares de montillanos en torno a la desaparecida ermita de la Vera Cruz, acogió en 2005 con gran satisfacción la aprobación del estatuto marco por parte del Obispado, así como el reconocimiento de su antigüedad.

Aunque el origen de la veneración a la Santa Cruz se remonta al año 292, cuando la emperatriz Elena pidió autorización a su esposo Constancio Cloro para buscar la reliquia del Sagrado Madero en Tierra Santa, la devoción popular no llegaría a Montilla hasta bien entrado el siglo XVI.


“Entre 1541 y 1557, bajo el mandato del obispo Leopoldo de Austria, se fundan en la diócesis de Córdoba la mayoría de las cofradías de la Santa Vera Cruz de la provincia”, comentó Antonio Luis Jiménez, quien aseguró que “en Montilla tenemos constancia documental del culto y veneración a la Santa Cruz desde los primeros lustros de la Edad Moderna”.

De hecho, la primera y más importante reliquia de la pasión y muerte de Jesucristo llegó a la villa de Montilla gracias a una donación que hizo el cardenal presidente del Concilio de Trento al duque de Feria, Gómez de Figueroa.

Además, junto al lignum crucis, “se hizo llegar una de las espinas de la corona de Jesucristo que aún se conserva en el convento de Santa Clara”, explica Antonio Luis Jiménez, quien destaca que “se concedió también una indulgencia perpetua de cien días de perdón a todos los que visitaren el templo en que se encontraba la reliquia a lo largo de cinco días al año”.

De esta forma, la popular Fiesta de la Cruz, que se celebra en Montilla el primer fin de semana de mayo, “tiene su origen en los cultos que se celebraban en la Parroquia de Santiago Apóstol, donde se desarrollaban diariamente las festividades litúrgicas, así como en la ermita de la Santa Vera Cruz, lugar en el que estaba erigida la cofradía”, explica el que fuera su primer hermano mayor tras la reorganización.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: HERMANDAD VERA CRUZ / JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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