Montilla suma desde ayer un nuevo Maestro Artesano a su nómina de profesionales que prestigian los oficios tradicionales y la Zona de Interés Artesanal con la que cuenta la localidad desde el mes de mayo de 2021. La Comisión de Artesanía de Andalucía, un órgano colegiado de carácter consultivo y de asesoramiento, adscrito a la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, ha decidido otorgar el título de "Maestro Artesano" al guarnicionero montillano Joaquín Berral Garrido.
"Estamos de enhorabuena y felicitamos a nuestro compañero Joaquín por tan alto reconocimiento", destacaron ayer desde la Asociación Cultural de Artesanos de Montilla "Solano Salido", toda vez que valoraron positivamente la repercusión que esta distinción tendrá para la Zona de Interés Artesanal de Montilla, que ya contaba con dos Cartas de Maestro Artesano: las de Joaquin Feria (Carpintería) y Miguel Bellido (Herrería y Forja).
De este modo, Joaquín Berral se une a la nómina de Maestros Artesanos de la última Zona de Interés declarada en la provincia, la de Montilla, "lo que sirve para reforzar y poner en valor el trabajo desarrollado por los artesanos que la conforman”, tal y como destacaron ayer desde la Asociación "Solano Salido".
La Carta de Maestro Artesano acredita que la persona titular “tiene los conocimientos y las prácticas adecuadas en el oficio artesanal”. Así, para ser designado Maestro Artesano, el titular debe reunir méritos extraordinarios relacionados con su experiencia profesional, el mantenimiento de un oficio o la promoción de su actividad comercial. “Es el máximo reconocimiento en su profesión”, subrayaron desde el colectivo montillano.
Entre las cuestiones que se tiene en cuanta para otorgar esta distinción están la mejora de los métodos tradicionales de producción; la conservación del patrimonio cultural; la transmisión de conocimientos artesanos; los trabajos de investigación y titulaciones académicas o profesionales; la influencia en el desarrollo económico de la zona; la recuperación de la actividad artesanal desaparecida o en peligro de extinción; la influencia en la potenciación de su oficio o la acreditación de 15 años o más de actividad artesanal.
La empresa fue fundada en 1920 por Joaquín Berral Rasero y, actualmente, el negocio es gestionado por la tercera generación. Además de ofrecer complementos para caballos y jinetes de doma vaquera, alta escuela y enganches, Guarnicionería J. Berral ofrece además complementos caleseros, ingleses y, también, para monturas vaqueras, pechopetrales o cabezadas.
La firma montillana trabaja siempre con cueros de primera calidad, procedentes de piel de vaquetilla, así como con hebillas de acero inoxidable y otros artículos con Biothane, un material que repele los líquidos, por lo que no se deteriora con la acción continua de la lluvia.
Aunque su clientela principal procede de la ruta clásica ecuestre –Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz– muchos de sus productos han traspasado las fronteras gracias al servicio personalizado que ofrecen, concediendo a cada pieza matices y detalles que las hacen únicas.
"Estamos de enhorabuena y felicitamos a nuestro compañero Joaquín por tan alto reconocimiento", destacaron ayer desde la Asociación Cultural de Artesanos de Montilla "Solano Salido", toda vez que valoraron positivamente la repercusión que esta distinción tendrá para la Zona de Interés Artesanal de Montilla, que ya contaba con dos Cartas de Maestro Artesano: las de Joaquin Feria (Carpintería) y Miguel Bellido (Herrería y Forja).
De este modo, Joaquín Berral se une a la nómina de Maestros Artesanos de la última Zona de Interés declarada en la provincia, la de Montilla, "lo que sirve para reforzar y poner en valor el trabajo desarrollado por los artesanos que la conforman”, tal y como destacaron ayer desde la Asociación "Solano Salido".
La Carta de Maestro Artesano acredita que la persona titular “tiene los conocimientos y las prácticas adecuadas en el oficio artesanal”. Así, para ser designado Maestro Artesano, el titular debe reunir méritos extraordinarios relacionados con su experiencia profesional, el mantenimiento de un oficio o la promoción de su actividad comercial. “Es el máximo reconocimiento en su profesión”, subrayaron desde el colectivo montillano.
Entre las cuestiones que se tiene en cuanta para otorgar esta distinción están la mejora de los métodos tradicionales de producción; la conservación del patrimonio cultural; la transmisión de conocimientos artesanos; los trabajos de investigación y titulaciones académicas o profesionales; la influencia en el desarrollo económico de la zona; la recuperación de la actividad artesanal desaparecida o en peligro de extinción; la influencia en la potenciación de su oficio o la acreditación de 15 años o más de actividad artesanal.
Un oficio vinculado al mundo ecuestre
El oficio más clásico con el que se relaciona al mundo ecuestre es el de guarnicionero. Y en este ámbito, Guarnicionería J. Berral, cuyo establecimiento está ubicado en la Avenida Antonio y Miguel Navarro, frente a las instalaciones de la Panificadora Montillana, es todo un referente nacional.La empresa fue fundada en 1920 por Joaquín Berral Rasero y, actualmente, el negocio es gestionado por la tercera generación. Además de ofrecer complementos para caballos y jinetes de doma vaquera, alta escuela y enganches, Guarnicionería J. Berral ofrece además complementos caleseros, ingleses y, también, para monturas vaqueras, pechopetrales o cabezadas.
La firma montillana trabaja siempre con cueros de primera calidad, procedentes de piel de vaquetilla, así como con hebillas de acero inoxidable y otros artículos con Biothane, un material que repele los líquidos, por lo que no se deteriora con la acción continua de la lluvia.
Aunque su clientela principal procede de la ruta clásica ecuestre –Córdoba, Sevilla, Huelva y Cádiz– muchos de sus productos han traspasado las fronteras gracias al servicio personalizado que ofrecen, concediendo a cada pieza matices y detalles que las hacen únicas.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR