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Mariano Jiménez: "Las primeras 24 horas son cruciales para resolver con éxito la desaparición de una persona"

Mariano Jiménez Pérez (Montilla, 1981) es, desde hace unas semanas, el coordinador de la delegación cordobesa de SOS Desaparecidos Andalucía, una asociación sin ánimo de lucro que es pionera en España en la búsqueda coordinada de personas en paradero desconocido y que existe gracias a la colaboración entre cuerpos de seguridad, voluntarios de Protección Civil y medios de comunicación.


Agente de la Policía Local desde el año 2008, su primer destino fue Adamuz, donde permaneció cerca de dos años y medio para, posteriormente, trasladarse hasta su Montilla natal, donde ejerce como oficial de Policía desde hace ocho años.

—¿Cómo surgió su vocación para convertirse en policía local?

—Realmente no tengo familiares directos en la policía, aunque siempre ha sido una figura que me ha llamado mucho la atención, principalmente por el carácter de los agentes como servidores públicos. Y es que, sin duda alguna, la mayor satisfacción que existe en un trabajo así es poder dar cada día lo mejor de uno mismo y, sobre todo, poder servir a los ciudadanos en momentos en los que depende de ti resolver o, al menos, aliviar o minimizar, problemas que se pueden presentar y que, a veces, pueden poner en riesgo la seguridad individual o colectiva.

—¿Qué faceta le resulta más atractiva de su trabajo?

—Curiosamente, ser agente de la Policía Local me ha abierto las puertas para lo que, a día de hoy, representa una de mis grandes pasiones: los perros. De manera que he podido desarrollar y participar en proyectos destinados a niños con necesidades especiales, tanto en centros educativos como en campamentos de refugiados saharauis o centros hospitalarios. En esos momentos tienes la oportunidad de comprobar lo fácil que resulta hacer feliz a un niño y, en ese momento, ves recompensado todo el tiempo, todo el esfuerzo y todo el dinero invertido.

—¿Y qué es lo peor de ser policía?

—Sobre todo, presenciar y enfrentarse a situaciones duras como disputas familiares, accidentes, muertes… Aunque parezca que no nos afectan este tipo de hechos, lógicamente somos humanos y, como cualquier persona, somos sensibles al dolor y al sufrimiento. Pero no nos queda otra que hacernos una coraza para poder sobrellevarlo de la mejor manera posible y continuar con nuestra labor de servicio.

—¿Cuándo despertó en usted la necesidad de ayudar a localizar a personas desaparecidas?

—La verdad es que, como policía, siempre he participado en operativos de búsqueda, pero fue en 2014 cuando me uní por primera vez como voluntario a una jornada de búsqueda en la que, por desgracia, se localizó sin vida a un niño montillano que había desaparecido en la Sierra de Cazorla. 

Justo unas semanas antes había fallecido mi hermano y pude imaginar o empatizar más con el dolor de esa familia. De algún modo, quise rendir tributo al carácter voluntario y solidario que siempre mostró mi hermano, por lo que decidí adelantar el regreso de mis vacaciones y desplazarme hasta Cazorla con un grupo de compañeros y amigos para colaborar en aquel operativo de búsqueda.

—¿Y cuál fue el detonante que despertó esa vocación en usted?

—Pues allí conocimos un grupo de perros de rescate que me generó tanta curiosidad que, apenas unos días después, decidí iniciar mi formación en este campo, con una pastora alemana jovencita que tenía por aquel entonces.

—Hay otras organizaciones o entidades similares en España. ¿Por qué se decantó finalmente por SOS Desaparecidos?

—Porque, además de difundir alertas de personas desaparecidas, como hacen otros colectivos, colabora activamente con el Centro Nacional de Desaparecidos, que es el organismo público dependiente del Ministerio del Interior que coordina estos operativos y con el que nuestra entidad mantiene una magnífica relación de la mano de nuestro presidente, Joaquín Amills.


—¿Qué destacaría de SOS Desaparecidos?

—Sobre todo, que está formado por un grupo de personas totalmente altruistas y solidarias, que en Andalucía cuenta además con profesionales de emergencias, como puedan ser policías locales o nacionales, guardias civiles, voluntarios de Protección Civil o personal de emergencias sanitarias. En ese sentido, se trata de un colectivo pionero a nivel nacional que, además, cuenta con una gran repercusión internacional.

—¿Qué elementos considera fundamentales para localizar a una persona desaparecida?

—Las primeras 24 horas son cruciales para resolver con éxito la desaparición de una persona. Es cierto que hay que analizar las circunstancias en las que se ha producido cada desaparición, pero sí puede afirmarse que la difusión de una alerta a través de la colaboración ciudadana y de los medios de comunicación ayuda a que otras personas aporten datos importantes para el esclarecimiento de un hecho de estas características.

—A menudo se debate sobre la oportunidad de difundir fotografías de personas sanas, mayores de edad, que pueden haber «desaparecido» de manera voluntaria. En su opinión, ¿cómo deben actuar los medios de comunicación ante estas situaciones?

—Aconsejaría siempre publicar aquello que llegue desde entidades o instituciones, como Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o, en nuestro caso, SOS Desaparecidos, ya que siempre que difundimos una alerta, previamente se ha obtenido el consentimiento de la familia que, por lo general, también ha presentado denuncia.

—¿Alguna vez se ha encontrado con alguna persona que no deseaba ser localizada?

—Sí, es frecuente. A menudo se dan situaciones en que la persona, por lo que sea, no desea ser localizada, de manera que se trata de una desaparición voluntaria. No obstante, siempre hay que prestar atención a las personas mayores, a los menores de edad o a personas que sufran alguna incapacidad.

—¿Y cómo se actúa ante estas situaciones?

—Hay que pensar que cualquier desaparición genera una gran angustia y mucha incertidumbre entre los familiares y amigos de las personas en paradero desconocido. En el caso de personas mayores de edad que no desean ser localizadas, comunicamos a su entorno que su familiar se encuentra bien pero que, voluntariamente, no desea volver a su domicilio. Cuando nos enfrentamos a desapariciones de menores o incapacitados, entonces lo ponemos en conocimiento de sus padres o tutores, velando por los mismos hasta que se hacen cargo de ellos.

—¿Desea trasladar algún mensaje como coordinador provincial de SOS Desaparecidos?

—Me gustaría pedir la colaboración ciudadana en la difusión de las alertas por desaparición que se publiquen, así como no dudar a la hora de aportar algún dato o pista que pueda ayudar en una búsqueda. Hay que pensar que, ante una desaparición, todos sumamos. Por eso, animaría a que nos sigan a través de las redes sociales: Twitter, Facebook e Instagram.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: AYTO. MONTILLA / JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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