La recuperación de El Parador de Riobóo es ya una realidad. El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, ha firmado esta mañana el acta de recepción de las obras de estabilización y consolidación de este antiguo caserío y lagar que pasó posteriormente a ser propiedad de las Bodegas Cobos y que, a finales del siglo XIX, contó con gran notoriedad, al ser un lugar de paso obligado para carruajes y diligencias.
Las actuaciones, que comenzaron el 21 de enero del pasado año, han sido desarrolladas por la empresa malagueña Hermanos Campano –que también se está encargando de la restauración, conservación y puesta en valor de la muralla exterior, de la torre pirobalística y de algunas de las construcciones adosadas al castillo de El Gran Capitán– ha contado con un presupuesto de algo más de 700.000 euros, tras la decisión del Pleno de incrementar en 40.000 euros la partida con el objetivo de recuperar diferentes elementos de la fachada principal "con interés patrimonial".
De este modo, el Consistorio montillano ha conseguido detener el deterioro que venía sufriendo el edificio desde hacía décadas y reforzar las estructuras existentes, para lo que ha sido necesario eliminar algunos elementos que presentaban un "peligro inminente de caída" y adecuar toda la envolvente. "El proyecto queda ahora a la espera de una segunda fase, que consistirá en dotar el edificio de los acabados necesarios según el uso que finalmente se acuerde", apuntó el primer edil montillano.
Rafael Llamas ha destacado la "importancia de este proyecto compartido y consensuado por toda la Corporación" que, además, “recupera parte de la historia de Montilla”. La vivienda, situada en la salida norte de la localidad hacia la carretera nacional N-331, fue utilizada originariamente como casa de postas para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX.
"Con esta importante intervención hemos querido consolidar Montilla como referente turístico de la provincia de Córdoba, para que sea puerta de entrada a la Campiña Sur", subrayó Rafael Llamas, quien añadió que "esta apuesta por el patrimonio permitirá crear desarrollo económico, riqueza y, finalmente, fijar población al municipio”.
La parcela en la que se encuentra El Parador tiene una superficie de 1.731 metros cuadrados de suelo y el edificio principal, el único que permanece en pie, ocupa 652 metros cuadrados, destacando dentro del conjunto un gran patio de 176 metros cuadrados.
Para la siguiente fase, el Consistorio montillano presentó una solicitud a los Planes de Sostenibilidad Turística de los fondos europeos Next Generation, por un importe de tres millones de euros, y ahora “volverá a presentarse mejorado, ya que, aunque ha obtenido el visto bueno de la Junta de Andalucía y del Gobierno central, su aprobación se ha quedado a las puertas”, desveló el regidor socialista.
Por último, el arquitecto municipal, Carlos Cobos, confirmó que, de momento, El Parador quedará cerrado al público para evitar que el edificio se deteriore. "Será la Corporación la que disponga el uso y el posterior proyecto", apuntó el alcalde, quien recordó que se ha planteado la posibilidad de ubicar en sus instalaciones un Centro de Recepción de Visitantes, aprovechando su "localización estratégica".
El edificio cuenta con una casa principal, un patio central, una lagareta, una cuadra y tres bodegas de tinajas. “En el interior se han mantenido una serie de tinajas por si, finalmente, se quiere recrear el uso original del edificio”, destacó Carlos Cobos.
Las actuaciones, que comenzaron el 21 de enero del pasado año, han sido desarrolladas por la empresa malagueña Hermanos Campano –que también se está encargando de la restauración, conservación y puesta en valor de la muralla exterior, de la torre pirobalística y de algunas de las construcciones adosadas al castillo de El Gran Capitán– ha contado con un presupuesto de algo más de 700.000 euros, tras la decisión del Pleno de incrementar en 40.000 euros la partida con el objetivo de recuperar diferentes elementos de la fachada principal "con interés patrimonial".
De este modo, el Consistorio montillano ha conseguido detener el deterioro que venía sufriendo el edificio desde hacía décadas y reforzar las estructuras existentes, para lo que ha sido necesario eliminar algunos elementos que presentaban un "peligro inminente de caída" y adecuar toda la envolvente. "El proyecto queda ahora a la espera de una segunda fase, que consistirá en dotar el edificio de los acabados necesarios según el uso que finalmente se acuerde", apuntó el primer edil montillano.
Rafael Llamas ha destacado la "importancia de este proyecto compartido y consensuado por toda la Corporación" que, además, “recupera parte de la historia de Montilla”. La vivienda, situada en la salida norte de la localidad hacia la carretera nacional N-331, fue utilizada originariamente como casa de postas para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX.
"Con esta importante intervención hemos querido consolidar Montilla como referente turístico de la provincia de Córdoba, para que sea puerta de entrada a la Campiña Sur", subrayó Rafael Llamas, quien añadió que "esta apuesta por el patrimonio permitirá crear desarrollo económico, riqueza y, finalmente, fijar población al municipio”.
La parcela en la que se encuentra El Parador tiene una superficie de 1.731 metros cuadrados de suelo y el edificio principal, el único que permanece en pie, ocupa 652 metros cuadrados, destacando dentro del conjunto un gran patio de 176 metros cuadrados.
Para la siguiente fase, el Consistorio montillano presentó una solicitud a los Planes de Sostenibilidad Turística de los fondos europeos Next Generation, por un importe de tres millones de euros, y ahora “volverá a presentarse mejorado, ya que, aunque ha obtenido el visto bueno de la Junta de Andalucía y del Gobierno central, su aprobación se ha quedado a las puertas”, desveló el regidor socialista.
Por último, el arquitecto municipal, Carlos Cobos, confirmó que, de momento, El Parador quedará cerrado al público para evitar que el edificio se deteriore. "Será la Corporación la que disponga el uso y el posterior proyecto", apuntó el alcalde, quien recordó que se ha planteado la posibilidad de ubicar en sus instalaciones un Centro de Recepción de Visitantes, aprovechando su "localización estratégica".
El edificio cuenta con una casa principal, un patio central, una lagareta, una cuadra y tres bodegas de tinajas. “En el interior se han mantenido una serie de tinajas por si, finalmente, se quiere recrear el uso original del edificio”, destacó Carlos Cobos.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR