El Centro de Artesanía con el que la Asociación “Solano Salido” cuenta en la antigua Casa de la Cultura ha acogido el acto de clausura del Curso de Alfarería en Torno, impartido por el artesano Luis Baena Marqués quien, desde hace dos años, ha conseguido despertar las inquietudes de un buen número de jóvenes interesados en aprender los secretos del barro.
De igual modo, el Centro de Artesanía de Montilla ha acogido también el cierre del Curso de Cestería Tradicional en Vareta de Olivo que viene impartiendo desde hace una década el veterano cestero Joaquín Luque Moreno, con objeto de difundir este antiguo oficio entre la ciudadanía.
Los cursos, que se iniciaron el pasado mes de octubre en las instalaciones ubicadas frente a las Escuelas del Pescao, han tenido una duración de ocho semanas, tiempo en el que los maestros artesanos de Montilla han enseñado a los alumnos las técnicas de estos ancestrales oficios.
A principios del pasado siglo, la alfarería fue un importante sector en Montilla. No en vano, sobresalían las alfarerías que realizaban piezas para uso cotidiano como botijos, cántaros, lebrillos o macetas. Para ello se abastecían de la materia prima de los barreros que existían en la localidad. Esta maestría en el oficio propició que el alfarero Rafael Gallegos Jiménez recibiera en 1957 el Premio Nacional de Alfarería en la Feria de Industria y Artesanía.
"Al igual que ocurriera con la cestería en vareta de olivo, se trata de oficios que han estado muy vinculados al desarrollo económico de Montilla y que, por desgracia, se han ido perdiendo", destacó el presidente de la Asociación de Artesanos, Joaquín Feria, quien resaltó que "el trabajo que se realiza con estos cursos sirve para recuperar, en esencia, el conocimiento de estos oficios y la importancia que tuvieron en el pasado y su enseñanza para que el alumno adquiera destreza con sus manos".
El acto de clausura de estos cursos contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, que estuvo acompañado por miembros de la Corporación municipal, que no quisieron perder la oportunidad de reconocer el esfuerzo realizado por los alumnos y la labor desarrollada a diario por la Asociación “Solano Salido”.
Durante el transcurso del emotivo acto de clausura, la Asociación de Artesanos “Solano Salido” distinguió con el reconocimiento de Maestro Artesano al veterano cestero Joaquín Luque Moreno que, a sus 89 años, ya ha anunciado su retirada.
El presidente de la asociación destacó la gran labor realizada por este veterano artesano, ya que “con su trabajo de enseñanza a lo largo de estos años ha logrado inculcar a sus alumnos los conocimientos y valores de este antiguo oficio tan vinculado a nuestro pueblo, consiguiendo, con su labor altruista, recuperar para las futuras generaciones un oficio que estaba amenazado con desaparecer”.
Concluyó el acto el alcalde de Montilla, quien destacó el éxito de estos talleres entre la ciudadanía y la importante labor formativa que se viene impartiendo en el Centro de Artesanía “porque, de alguna manera, se confirma la continuidad de unos oficios que no deben desaparecer y que suponen una apuesta por la continuidad de nuestras tradiciones”.
Para el presidente de la Asociación de Artesanos, "la mayor dificultad por la que atraviesa la artesanía en general es la continuidad en el oficio, el llamado relevo generacional". Por suerte para esta asociación, el relevo generacional en lo que respecta a la formación en cestería tradicional en vareta de olivo está garantizado gracias a Maribel Ramírez Madrid, una joven montillana que aprendió el oficio con su padre y que ahora está ampliando conocimientos con el maestro Joaquín Luque, que le ha cedido el testigo.
De igual modo, el Centro de Artesanía de Montilla ha acogido también el cierre del Curso de Cestería Tradicional en Vareta de Olivo que viene impartiendo desde hace una década el veterano cestero Joaquín Luque Moreno, con objeto de difundir este antiguo oficio entre la ciudadanía.
Los cursos, que se iniciaron el pasado mes de octubre en las instalaciones ubicadas frente a las Escuelas del Pescao, han tenido una duración de ocho semanas, tiempo en el que los maestros artesanos de Montilla han enseñado a los alumnos las técnicas de estos ancestrales oficios.
A principios del pasado siglo, la alfarería fue un importante sector en Montilla. No en vano, sobresalían las alfarerías que realizaban piezas para uso cotidiano como botijos, cántaros, lebrillos o macetas. Para ello se abastecían de la materia prima de los barreros que existían en la localidad. Esta maestría en el oficio propició que el alfarero Rafael Gallegos Jiménez recibiera en 1957 el Premio Nacional de Alfarería en la Feria de Industria y Artesanía.
"Al igual que ocurriera con la cestería en vareta de olivo, se trata de oficios que han estado muy vinculados al desarrollo económico de Montilla y que, por desgracia, se han ido perdiendo", destacó el presidente de la Asociación de Artesanos, Joaquín Feria, quien resaltó que "el trabajo que se realiza con estos cursos sirve para recuperar, en esencia, el conocimiento de estos oficios y la importancia que tuvieron en el pasado y su enseñanza para que el alumno adquiera destreza con sus manos".
El acto de clausura de estos cursos contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, que estuvo acompañado por miembros de la Corporación municipal, que no quisieron perder la oportunidad de reconocer el esfuerzo realizado por los alumnos y la labor desarrollada a diario por la Asociación “Solano Salido”.
Durante el transcurso del emotivo acto de clausura, la Asociación de Artesanos “Solano Salido” distinguió con el reconocimiento de Maestro Artesano al veterano cestero Joaquín Luque Moreno que, a sus 89 años, ya ha anunciado su retirada.
El presidente de la asociación destacó la gran labor realizada por este veterano artesano, ya que “con su trabajo de enseñanza a lo largo de estos años ha logrado inculcar a sus alumnos los conocimientos y valores de este antiguo oficio tan vinculado a nuestro pueblo, consiguiendo, con su labor altruista, recuperar para las futuras generaciones un oficio que estaba amenazado con desaparecer”.
Concluyó el acto el alcalde de Montilla, quien destacó el éxito de estos talleres entre la ciudadanía y la importante labor formativa que se viene impartiendo en el Centro de Artesanía “porque, de alguna manera, se confirma la continuidad de unos oficios que no deben desaparecer y que suponen una apuesta por la continuidad de nuestras tradiciones”.
Para el presidente de la Asociación de Artesanos, "la mayor dificultad por la que atraviesa la artesanía en general es la continuidad en el oficio, el llamado relevo generacional". Por suerte para esta asociación, el relevo generacional en lo que respecta a la formación en cestería tradicional en vareta de olivo está garantizado gracias a Maribel Ramírez Madrid, una joven montillana que aprendió el oficio con su padre y que ahora está ampliando conocimientos con el maestro Joaquín Luque, que le ha cedido el testigo.
JULIO PORTERO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JULIO PORTERO
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