La promoción de ETEA 91-96 celebró este fin de semana un acto por el 25 aniversario de su graduación en las instalaciones de la Universidad Loyola de Córdoba. En la ceremonia intervino Miguel Romero, decano de Derecho de la Universidad Loyola Andalucía en representación de la Universidad; Horacio Molina, director del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de Loyola, en representación del profesorado de la promoción; y en representación del alumnado Javier Serrano y Rafael Cantueso.
La intervención de los invitados propició que fuese un acto emotivo, carismático y lleno de anécdotas, donde se revivieron momentos del pasado muy alegres y joviales, y donde se remarcó el esfuerzo que mantiene la Universidad Loyola por enseñar además del conocimiento y la formación, la importancia de transmitir "valores" en la educación.
Un acto alegre y divertido, donde también hubo ocasión de rememorar el recuerdo imborrable de los profesores que ya no están. Hubo también agradecimientos para los organizadores del evento –Javier Bernabeu, y los montillanos Francisco Urbano y Francisco Ruiz Galán–, que consiguieron convocar a más de 120 antiguos alumnos para el acto en cuestión, llegando a ser uno de los reencuentros con más participación de los últimos años.
Una vez finalizado el acto oficial, tuvo lugar un almuerzo cóctel en el restaurante El Bosque, donde los asistentes tuvieron ocasión de afianzar lazos y contactos perdidos y donde, por supuesto, también intercambiaron abrazos afectuosos y entrañables, cargados de emoción y sentimiento por el reencuentro de compañeros que no se veían desde el término de la facultad. Según Horacio Molina, se trata de una promoción «eternamente joven».
La intervención de los invitados propició que fuese un acto emotivo, carismático y lleno de anécdotas, donde se revivieron momentos del pasado muy alegres y joviales, y donde se remarcó el esfuerzo que mantiene la Universidad Loyola por enseñar además del conocimiento y la formación, la importancia de transmitir "valores" en la educación.
Un acto alegre y divertido, donde también hubo ocasión de rememorar el recuerdo imborrable de los profesores que ya no están. Hubo también agradecimientos para los organizadores del evento –Javier Bernabeu, y los montillanos Francisco Urbano y Francisco Ruiz Galán–, que consiguieron convocar a más de 120 antiguos alumnos para el acto en cuestión, llegando a ser uno de los reencuentros con más participación de los últimos años.
Una vez finalizado el acto oficial, tuvo lugar un almuerzo cóctel en el restaurante El Bosque, donde los asistentes tuvieron ocasión de afianzar lazos y contactos perdidos y donde, por supuesto, también intercambiaron abrazos afectuosos y entrañables, cargados de emoción y sentimiento por el reencuentro de compañeros que no se veían desde el término de la facultad. Según Horacio Molina, se trata de una promoción «eternamente joven».
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: AZAHARA YUST
FOTOGRAFÍA: AZAHARA YUST