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Buzón del Lector | Ahora que comienza el curso escolar

Montilla Digital se hace eco en su Buzón del Lector de la carta abierta de un profesional de la enseñanza sobre el inicio del curso escolar. Si desea participar en esta sección, puede enviar un correo electrónico a la Redacción del periódico exponiendo su queja, comentario, sugerencia o relato. Si quiere, puede acompañar su mensaje de alguna fotografía.


Ahora que da comienzo el curso escolar, es la fecha oportuna para tomar conciencia de la labor tan importante que supone el aportar lo mejor que somos y tenemos en favor de un alumnado que espera de nosotros emocionarse con lo que les podamos aportar, dejarse llevar, ser protagonistas de su propia historia o ser espectadores de cuanto le podamos ofrecer.

Cuando hablo de "nosotros" no considero que esta labor sea una tarea solo del profesorado, sino una tarea en la que se ven implicados muchos agentes a distintos niveles y en la que todos juntos podemos incidir para que nuestro alumnado asimile más y mejor cuanto le podamos ofrecer.

Profesorado, familias, asociaciones de madres y padres de alumnos, agentes sociales, Ayuntamiento, instituciones… Todos somos elementos esenciales en este proceso de formación y todos debemos y tenemos que aportar cuanto esté de nuestra parte para hacer de estos alumnos y alumnas personas íntegras que sepan, con el tiempo, poder dar respuesta equilibrada a las posibilidades que la vida les va a ofrecer.

En esta tarea, como en todas, existirán los agentes directos, los indirectos y aquellos que nunca aparecen, pero están y hacen una labor callada y silenciosa, a veces, injustamente reconocida.

Ahora que da comienzo el curso escolar, teniendo y reconociendo el esfuerzo de las familias, principalmente, que ya hacen para tener a punto materiales y necesidades básicas, en unos tiempos complicados en muchos sentidos, es bueno exponer la necesidad que todos tenemos para hacer de la escuela no solo ese lugar donde se agrupa el alumnado para que pueda existir la conciliación familiar, sino hacer de la misma ese lugar donde se interactúa con todos los agentes con el fin último de hacer madurar a nuestros hijos e hijas a nivel cognitivo, a nivel emocional, introduciendo y trabajando valores que los hagan más y mejores personas.

La escuela es ese lugar que permite dar a conocer esas estrategias para desarrollar sus habilidades sociales que, hoy por hoy, van a ser esenciales para poder insertarse en esta sociedad en la que nos ha tocado vivir y en donde la precisión, la constancia, la responsabilidad o el esfuerzo han pasado a un segundo plano en muchos de ellos, en favor de lo práctico y de lo efectivo, aunque esto implique no compaginar adecuadamente el ser eficaz y justo, al mismo tiempo.

La Educación Primaria constituye la etapa básica en el desarrollo de la personalidad, por lo que la función de la escuela es apoyar el proceso de desarrollo en todos los sentidos, incluyendo de forma específica la creación de hábitos saludables y la toma de decisiones que favorezcan la salud en general a través de los diversos programas que se ponen en funcionamiento, contando con la colaboración del profesorado, de la Consejería de Salud, de la Policía Local, de la Dirección General de Tráfico (DGT), así como de muchas familias.

Conocer las estrategias, los pasos, los caminos, para llegar a un fin es hablar de ser competentes, pero conocer los valores que nos hacen buscar un mayor equilibrio personal es igualmente necesario y compaginar ambas es la tarea que tenemos entre manos, ahora que da comienzo el curso escolar.

Ahora que da comienzo el curso escolar no es empezar de nuevo, es continuar con un proyecto ya iniciado, que cada año cubre unas expectativas y unas necesidades que completan el anterior. Si así fuera, lo mismo estamos cometiendo un error. Y al igual que una casa no se comienza cada año, cada año debe completar al anterior, hasta finalizar el proyecto de ejecución previsto.

Ahora que comienza el curso escolar es cuando tenemos que valorar cuánto de bueno hay en nosotros, que no es poco, y evitar magnificar todo aquello que no nos ayuda a caminar sumando, cuestión a la que dedicamos, desgraciadamente, bastante tiempo.

Ahora que comienza el curso escolar es cuando tenemos que valorar al profesorado, en ese esfuerzo permanente, que "quien la lleva, la entiende", como en todas y cada una de las profesiones que existen; darle el lugar que le corresponde con el fin de que nuestros hijos e hijas, junto a sus familias, vean en ellos un elemento positivo que les pueda servir en su caminar.

Es necesario que respeten al profesorado, que lo consideren y que lo traten como un colectivo de personas que tienen sentimientos, que ríen, se divierten, lloran... Los maestros y maestras no somos de piedra e intentamos emocionar con lo que hacemos. No obstante, en caso de no estar de acuerdo con la labor que realizamos, se deben utilizar siempre las vías establecidas para resolver los problemas del día a día.

Ahora que comienza el curso escolar es bueno valorar el esfuerzo que hacen las familias, principalmente, para colaborar en este proceso. Porque su presencia no solo es necesaria sino, además, imprescindible. La casa es la primera escuela, aunque la escuela sea nuestra segunda casa.

Ahora que comienza el curso escolar es bueno valorar igualmente a todos los responsables de programas, a los responsables de las infraestructuras y a las diversas instituciones, tan necesarias en el desarrollo de la tarea docente, a todos los niveles.

Ahora que comienza el curso escolar es necesario tener buena disposición para afrontar un camino no exento de dificultades, pero que, utilizando los procedimientos establecidos de forma correcta, se puede hacer de forma llevadera y positiva, al igual que durante el curso escolar y al finalizar el mismo.

Instruir, enseñar, educar… Seguir un proceso de enseñanza-aprendizaje en los tiempos que corren no es fácil y, por ello, es necesario colaborar, para que el tiempo que dediquemos en la escuela y fuera de ella contribuya a la formación del alumnado, emocionándolo, que es la única forma de aprender de forma eficaz y respetando sus diferencias, que es una forma de sumar.

Potenciemos lo que tenemos de positivo en vez de magnificar aquello en lo que debemos mejorar y que forma parte de nuestra tarea diaria.

FRANCISCO LLOPIS RUBIO
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR


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