Ni los relámpagos, ni la leve llovizna ni los 35 grados que se dejaban caer en Montilla a las 22.00 de la noche impidieron ayer el retorno de la Marcha de Luna Llena, una cita deportiva que se viene celebrando desde la década de los noventa y que, en su vigésimo novena edición, y tras dos años de parón a causa de la pandemia del coronavirus, hizo las delicias de grandes y pequeños.
El Pabellón Municipal de Deportes volvió a acoger la salida de esta iniciativa liderada por el que fuera ciclista profesional del mítico equipo Kelme, Antonio Espejo, que reunió a un nutrido pelotón de ciclistas de todas las edades que, ataviados con la camiseta distintiva de esta edición, disfrutaron de una mágica noche de verano a golpe de pedales.
A las 22.00 de la noche, tras el preceptivo corte de cinta, que contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, así como del teniente de alcalde de Deportes, Miguel Sánchez, y del director técnico del Servicio Municipal de Deportes (SMD), José Carlos Galindo, el pelotón inició la marcha por la Avenida de Andalucía hacia la Puerta de Aguilar y Corredera, animados por numerosos vecinos que se apostaron a cada lado de las calles del recorrido.
Al llegar a la Plaza de la Rosa, el pelotón tomó las calles José de los Ángeles y Gran Capitán para iniciar su camino hacia Santa Brígida y Julio César. Fue en este punto, tras abandonar el casco urbano, cuando la actividad ofreció a espectadores y participantes la imagen más esperada de cada edición: cientos de pequeñas luces alumbrando los caminos rurales del municipio bajo la luna llena de agosto, con la Fuente Nueva como primer hito del trazado rural.
Tras superar la Fuente El Piojo, la Fuente de Descansavacas volvió a servir de espacio de avituallamiento antes de iniciar el recorrido de regreso a Montilla a través de Vereda de los Limones, El Cuadrado y el Camino del Carrerón hasta el Estadio Municipal de Fútbol que, un año más, acogió una fiesta para todos los participantes en la ruta ciclista y para un gran número de montillanos que se acercaron hasta las instalaciones deportivas a medianoche.
La Marcha de Luna Llena es una de las actividades deportivas más importantes que se desarrollan en la provincia a lo largo del año. Desde 1990, alrededor de un millar de ciclistas de todas las edades disfrutan de un paseo nocturno en bicicleta por distintos parajes de Montilla.
Un recorrido que, según señaló Antonio Espejo, se pretende modificar en futuras ediciones con el objetivo de favorecer una mayor participación, especialmente entre los ciclistas más jóvenes, con una mayor apuesta por el trazado urbano.
El Pabellón Municipal de Deportes volvió a acoger la salida de esta iniciativa liderada por el que fuera ciclista profesional del mítico equipo Kelme, Antonio Espejo, que reunió a un nutrido pelotón de ciclistas de todas las edades que, ataviados con la camiseta distintiva de esta edición, disfrutaron de una mágica noche de verano a golpe de pedales.
A las 22.00 de la noche, tras el preceptivo corte de cinta, que contó con la presencia del alcalde de Montilla, Rafael Llamas, así como del teniente de alcalde de Deportes, Miguel Sánchez, y del director técnico del Servicio Municipal de Deportes (SMD), José Carlos Galindo, el pelotón inició la marcha por la Avenida de Andalucía hacia la Puerta de Aguilar y Corredera, animados por numerosos vecinos que se apostaron a cada lado de las calles del recorrido.
Al llegar a la Plaza de la Rosa, el pelotón tomó las calles José de los Ángeles y Gran Capitán para iniciar su camino hacia Santa Brígida y Julio César. Fue en este punto, tras abandonar el casco urbano, cuando la actividad ofreció a espectadores y participantes la imagen más esperada de cada edición: cientos de pequeñas luces alumbrando los caminos rurales del municipio bajo la luna llena de agosto, con la Fuente Nueva como primer hito del trazado rural.
Tras superar la Fuente El Piojo, la Fuente de Descansavacas volvió a servir de espacio de avituallamiento antes de iniciar el recorrido de regreso a Montilla a través de Vereda de los Limones, El Cuadrado y el Camino del Carrerón hasta el Estadio Municipal de Fútbol que, un año más, acogió una fiesta para todos los participantes en la ruta ciclista y para un gran número de montillanos que se acercaron hasta las instalaciones deportivas a medianoche.
La Marcha de Luna Llena es una de las actividades deportivas más importantes que se desarrollan en la provincia a lo largo del año. Desde 1990, alrededor de un millar de ciclistas de todas las edades disfrutan de un paseo nocturno en bicicleta por distintos parajes de Montilla.
Un recorrido que, según señaló Antonio Espejo, se pretende modificar en futuras ediciones con el objetivo de favorecer una mayor participación, especialmente entre los ciclistas más jóvenes, con una mayor apuesta por el trazado urbano.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA
REPORTAJE GRÁFICO: AYUNTAMIENTO DE MONTILLA