El pintor neoyorquino Raymond Prestia, afincado desde hace años en la judería de Córdoba, ha vuelto a apostar por Montilla para dar a conocer sus últimas obras. De la mano del comisario artístico Manuel Portero, en el marco de su proyecto cultural junto a la Taberna Bolero, Prestia presenta hasta el 3 de abril A modo de bodegón, una exposición compuesta por siete piezas realizadas con acuarela y gouache sobre papel.
De la mano de esta segunda exposición individual del pintor neoyorquino en Montilla, las paredes de esta emblemática taberna de la calle Fuente Álamo presentan frutas variadas en compañía de cerámica de varios países y motivos vegetales.
"Cuando Prestia se plantea una composición para pasarlo a sus papeles, busca entre sus infinitos “cacharros” que le acompañan en su vida doméstica. Objetos que han sido compañeros de viaje por lugares vividos y forman parte de su colección y le sirven de auténticos modelos", destaca el comisario de la muestra.
Así, si en su anterior exposición mostró una suite formada con unas piezas sobre papel de morera del Nepal donde el motivo principal fue floral, en esta ocasión el artista traslada al espectador al parisino Montmatre, "donde vive, donde lee multitud de libros y como debe ser donde pinta estos bodegones.
De la mano de esta segunda exposición individual del pintor neoyorquino en Montilla, las paredes de esta emblemática taberna de la calle Fuente Álamo presentan frutas variadas en compañía de cerámica de varios países y motivos vegetales.
"Cuando Prestia se plantea una composición para pasarlo a sus papeles, busca entre sus infinitos “cacharros” que le acompañan en su vida doméstica. Objetos que han sido compañeros de viaje por lugares vividos y forman parte de su colección y le sirven de auténticos modelos", destaca el comisario de la muestra.
Así, si en su anterior exposición mostró una suite formada con unas piezas sobre papel de morera del Nepal donde el motivo principal fue floral, en esta ocasión el artista traslada al espectador al parisino Montmatre, "donde vive, donde lee multitud de libros y como debe ser donde pinta estos bodegones.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN