El Parador de Riobóo ya es propiedad del Ayuntamiento de Montilla. Tres años después de que el Consistorio exigiera a la propietaria del inmueble, la constructora Hermanos Goce, el desarrollo de un proyecto de rehabilitación que impidiera el derrumbe del maltrecho edificio, este emblemático caserío ha pasado a formar parte del patrimonio municipal con el objetivo de impedir su desaparición.
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, acompañado de los portavoces municipales de IU, Francisco Lucena, y Ciudadanos, Sergio Urbano, así como la delegada de Infraestructuras, Urbanismo y Medio Ambiente, Raquel Casado, mostró su satisfacción por culminar "un proceso muy demandado por la ciudadanía".
Llamas señaló que se trata de un hito "histórico" para la ciudad al dar respuesta a una "importante preocupación para la totalidad de la Corporación" con el objetivo de impedir la desaparición de este patrimonio material de la ciudad, construido a finales del siglo XIX y que a lo largo del último siglo ha identificado el acceso a la ciudad por la Avenida de Europa.
La parcela en la que se encuentra El Parador tiene una superficie de 1.731 metros cuadrados de suelo y el edificio principal, el único que permanece en pie, ocupa un total de 652 metros cuadrados, destacando dentro del conjunto un gran patio de 176 metros cuadrados. En concreto, según indicó el alcalde de Montilla, la valoración económica de El Parador supera los 301.000 euros, cuyo abono se ha realizado a través de la permuta por unos terrenos municipales en el sector SUOT-02 del PGOU de Montilla, en las inmediaciones de la Huerta del Madroño.
"La adquisición de este edificio deriva de la orden de ejecución que se dio a los anteriores propietarios para mantenerlo en pie y, aunque ellos han intentado darle una salida inmobiliaria al edificio, la coyuntura económica no lo ha hecho posible", explicó Llamas que, asimismo, señaló que la adquisición ha sido posible gracias a la relajación de las medidas de estabilidad presupuestaria y techo de gasto a las corporaciones municipales a raíz de la pandemia.
En este sentido, el primer edil adelantó que ahora se abre un nuevo proceso para realizar todos los estudios técnicos necesarios que permitan concretar el proyecto definitivo de estabilización y consolidación del inmueble, con el objetivo de "poder plantear una rehabilitación inminente del edificio para su puesta al servicio del desarrollo económico de la ciudad".
“Habrá que estudiar con detenimiento, entre las diferentes opciones que se nos presenten, la finalidad del edificio, que por su ubicación en uno de los accesos principales de la ciudad, ofrece muchas posibilidades, aunque lo más lógico es que mantuviera alguna relación con el mundo del vino”, señaló Llamas.
Por su parte, el portavoz de IU, Francisco Lucena, mostró su satisfacción por la recuperación de un edificio "que forma parte de la identidad de Montilla", a la vez que puso de relieve que "de nuevo, es el sector público el que sale al frente para garantizar nuestro patrimonio". "Evitar que se perdiera este patrimonio ha sido un compromiso de varias Corporaciones y por ello hay que celebrar que no se pierda parte de nuestra historia reciente", indicó.
Unas palabras compartidas por el portavoz de Ciudadanos, Sergio Urbano, quien destacó que esta adquisición es "una muestra del compromiso con el patrimonio y la cultura de Montilla" de toda la Corporación, y por ello tuvo "nuestro apoyo dentro de los presupuestos municipales de 2021"
Un edificio singular
Esta vivienda situada en la salida norte de Montilla hacia la carretera nacional N-331, fue utilizada originariamente como casa de postas para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX. A pesar de ser un inmueble con un nivel 2 de protección global, su mal estado de conservación ha sido motivo de numerosos informes municipales desde la década de los noventa.
En 2015 el Ayuntamiento de Montilla inició el expediente de declaración de ruina y reclamó al propietario la necesidad de acometer una actuación "para demolerlo o, en su caso, para restaurarlo". Según detalló entonces un informe elaborado por los servicios técnicos municipales, y del que informó en primicia Montilla Digital, "el edificio está inmerso en un proceso de deterioro general progresivo, presentando daños de consideración debido al agotamiento de los elementos estructurales y a la falta de conservación del mismo".
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, acompañado de los portavoces municipales de IU, Francisco Lucena, y Ciudadanos, Sergio Urbano, así como la delegada de Infraestructuras, Urbanismo y Medio Ambiente, Raquel Casado, mostró su satisfacción por culminar "un proceso muy demandado por la ciudadanía".
Llamas señaló que se trata de un hito "histórico" para la ciudad al dar respuesta a una "importante preocupación para la totalidad de la Corporación" con el objetivo de impedir la desaparición de este patrimonio material de la ciudad, construido a finales del siglo XIX y que a lo largo del último siglo ha identificado el acceso a la ciudad por la Avenida de Europa.
La parcela en la que se encuentra El Parador tiene una superficie de 1.731 metros cuadrados de suelo y el edificio principal, el único que permanece en pie, ocupa un total de 652 metros cuadrados, destacando dentro del conjunto un gran patio de 176 metros cuadrados. En concreto, según indicó el alcalde de Montilla, la valoración económica de El Parador supera los 301.000 euros, cuyo abono se ha realizado a través de la permuta por unos terrenos municipales en el sector SUOT-02 del PGOU de Montilla, en las inmediaciones de la Huerta del Madroño.
"La adquisición de este edificio deriva de la orden de ejecución que se dio a los anteriores propietarios para mantenerlo en pie y, aunque ellos han intentado darle una salida inmobiliaria al edificio, la coyuntura económica no lo ha hecho posible", explicó Llamas que, asimismo, señaló que la adquisición ha sido posible gracias a la relajación de las medidas de estabilidad presupuestaria y techo de gasto a las corporaciones municipales a raíz de la pandemia.
En este sentido, el primer edil adelantó que ahora se abre un nuevo proceso para realizar todos los estudios técnicos necesarios que permitan concretar el proyecto definitivo de estabilización y consolidación del inmueble, con el objetivo de "poder plantear una rehabilitación inminente del edificio para su puesta al servicio del desarrollo económico de la ciudad".
“Habrá que estudiar con detenimiento, entre las diferentes opciones que se nos presenten, la finalidad del edificio, que por su ubicación en uno de los accesos principales de la ciudad, ofrece muchas posibilidades, aunque lo más lógico es que mantuviera alguna relación con el mundo del vino”, señaló Llamas.
Por su parte, el portavoz de IU, Francisco Lucena, mostró su satisfacción por la recuperación de un edificio "que forma parte de la identidad de Montilla", a la vez que puso de relieve que "de nuevo, es el sector público el que sale al frente para garantizar nuestro patrimonio". "Evitar que se perdiera este patrimonio ha sido un compromiso de varias Corporaciones y por ello hay que celebrar que no se pierda parte de nuestra historia reciente", indicó.
Unas palabras compartidas por el portavoz de Ciudadanos, Sergio Urbano, quien destacó que esta adquisición es "una muestra del compromiso con el patrimonio y la cultura de Montilla" de toda la Corporación, y por ello tuvo "nuestro apoyo dentro de los presupuestos municipales de 2021"
Un edificio singular
Esta vivienda situada en la salida norte de Montilla hacia la carretera nacional N-331, fue utilizada originariamente como casa de postas para las diligencias que recorrían Andalucía a finales del siglo XIX. A pesar de ser un inmueble con un nivel 2 de protección global, su mal estado de conservación ha sido motivo de numerosos informes municipales desde la década de los noventa.
En 2015 el Ayuntamiento de Montilla inició el expediente de declaración de ruina y reclamó al propietario la necesidad de acometer una actuación "para demolerlo o, en su caso, para restaurarlo". Según detalló entonces un informe elaborado por los servicios técnicos municipales, y del que informó en primicia Montilla Digital, "el edificio está inmerso en un proceso de deterioro general progresivo, presentando daños de consideración debido al agotamiento de los elementos estructurales y a la falta de conservación del mismo".
Así el informe municipal describía daños de consideración en la cubierta, degradación de los muros, desprendimiento de partes de la fachada y corrosión de elementos metálicos entre otros –motivo por el que se instaló un vallado de seguridad en todo el entorno–, concluyendo que "no es viable su rehabilitación, ni técnica ni económicamente, mediante consolidación o sustitución, ya que supera el límite del deber normal de conservación".
El Parador de Riobóo es un antiguo caserío y lagar que pasó posteriormente a ser propiedad de las Bodegas Cobos y que, a finales del siglo XIX, contó con gran notoriedad, al ser un lugar de paso obligado para carruajes y diligencias. En la pasada década de los noventa se convirtió en uno de los lugares de ocio de referencia para los jóvenes de la comarca.
En 2002 la constructora montillana Hermanos Goce anunció su intención de llevar a cabo la ejecución del plan parcial residencial en el entorno de El Parador que, junto a la construcción de 92 viviendas de lujo, contemplaba la restauración del emblemático inmueble como hotel con 50 habitaciones y un palacio de congresos y exposiciones con capacidad para acoger a 1.500 personas.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR