Fascinado por los efectos especiales desde niño, el joven cordobés Víctor Vera ha hecho realidad uno de sus sueños: participar en una gran producción audiovisual. Natural de la aldea del Llano del Espinar, la fascinación de Vera le llevó, una vez finalizados sus estudios en el IES Inca Garcilaso de Montilla, a trasladarse a Málaga y Madrid para formarse en animación 3D. Una década después su nombre forma parte del equipo de profesionales de animación que ha hecho posible una de las últimas producciones de Netflix, la serie Sombra y hueso.
"Es muy satisfactorio poder empezar en este mundo trabajando con Netflix, HBO o la plataforma que sea, lo complicado es llegar a entrar", reconoció Víctor Vera a Montilla Digital sobre su participación en la nueva serie de la plataforma audiovisual de la mano del estudio El Ranchito, y cuya labor se centra en dar vida a las criaturas mágicas que aparecen en la serie, simulando la piel y los tejidos de los diferentes personajes fantásticos.
Consciente de lo difícil que supone formar parte de una gran producción de este tipo, especialmente cuando uno "se inicia en este mundo", Vera agradece el esfuerzo realizado por sus padres, y por el mismo, para poder formarse y especializarse en centros de referencia en el sector de la animación.
En este sentido, este joven cordobés pone en valor el trabajo que actualmente juegan las plataformas audiovisuales para el desarrollo de sector como la animación, especialmente tras la pandemia del coronavirus, y que ha afectado especialmente a la industria cinematográfica. "Sin duda las plataformas han supuesto un impulso para la producción audiovisual y para todo el sector", apuntó.
Con todo, Víctor Vera disfruta de una buena racha profesional pues, tras su participación en Sombra y hueso, actualmente se encuentra inmerso en otros tres proyectos junto al estudio El Ranchito, además de dos iniciativas puestas en marcha a nivel personal.
"He cumplido una promesa que me hice a mi mismo, que mi nombre apareciera en los créditos de una gran producción", reconoció este especialista técnico en criaturas 3D que, en este sentido, quiso animar a los jóvenes –y no tan jóvenes– a perseguir sus sueños porque "las ideas fluyen durante un 3 por ciento del tiempo, y el otro 97 por ciento es frustración, por eso hay que trabajar ese 97 por ciento para llegar al 3 por ciento con el que todos te recordarán".
"Es muy satisfactorio poder empezar en este mundo trabajando con Netflix, HBO o la plataforma que sea, lo complicado es llegar a entrar", reconoció Víctor Vera a Montilla Digital sobre su participación en la nueva serie de la plataforma audiovisual de la mano del estudio El Ranchito, y cuya labor se centra en dar vida a las criaturas mágicas que aparecen en la serie, simulando la piel y los tejidos de los diferentes personajes fantásticos.
Consciente de lo difícil que supone formar parte de una gran producción de este tipo, especialmente cuando uno "se inicia en este mundo", Vera agradece el esfuerzo realizado por sus padres, y por el mismo, para poder formarse y especializarse en centros de referencia en el sector de la animación.
En este sentido, este joven cordobés pone en valor el trabajo que actualmente juegan las plataformas audiovisuales para el desarrollo de sector como la animación, especialmente tras la pandemia del coronavirus, y que ha afectado especialmente a la industria cinematográfica. "Sin duda las plataformas han supuesto un impulso para la producción audiovisual y para todo el sector", apuntó.
Con todo, Víctor Vera disfruta de una buena racha profesional pues, tras su participación en Sombra y hueso, actualmente se encuentra inmerso en otros tres proyectos junto al estudio El Ranchito, además de dos iniciativas puestas en marcha a nivel personal.
"He cumplido una promesa que me hice a mi mismo, que mi nombre apareciera en los créditos de una gran producción", reconoció este especialista técnico en criaturas 3D que, en este sentido, quiso animar a los jóvenes –y no tan jóvenes– a perseguir sus sueños porque "las ideas fluyen durante un 3 por ciento del tiempo, y el otro 97 por ciento es frustración, por eso hay que trabajar ese 97 por ciento para llegar al 3 por ciento con el que todos te recordarán".
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN