El Llanete de la Cruz acogerá hoy, a partir de las 20.30 de la tarde, la tradicional Candelá que congrega a grandes y pequeños alrededor de una hoguera que lleva prendiéndose en el mismo lugar desde hace muchos años y que, en esta edición, volverá a contar con la colaboración de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Amargura, cuyos integrantes prepararán varetas con cerca de 40 kilos de chorizo para ser asados en la hoguera, así como sopaipas con chocolate y pan con aceite.
En los últimos días, la parroquia de San Sebastián, el templo más antiguo de la localidad, acoge un solemne triduo en honor de su mártir titular, un capitán de la guardia pretoriana que fue condenado a morir a flechazos por orden del emperador Diocleciano.
Al término de cada una de las eucaristías, los fieles del Barrio de La Cruz tienen la oportunidad de besar la reliquia del dedo de San Sebastián, un hecho que es posible gracias al escritor y periodista montillano José Ponferrada Gómez quien descubrió, allá por 1952, que el dedo del mártir romano se encontraba en Montilla desde el siglo XVI, cuando Pedro Fernández de Córdoba, primer marqués de Priego y, por aquel entonces, hermano mayor de la ya desaparecida Cofradía de San Sebastián, hizo entrega de esta reliquia a la que se aludía, incluso, en Las Crónicas del Gran Capitán, obra anónima del siglo XVI que fue recuperada por Bartolomé José Gallardo.
En los últimos días, la parroquia de San Sebastián, el templo más antiguo de la localidad, acoge un solemne triduo en honor de su mártir titular, un capitán de la guardia pretoriana que fue condenado a morir a flechazos por orden del emperador Diocleciano.
Al término de cada una de las eucaristías, los fieles del Barrio de La Cruz tienen la oportunidad de besar la reliquia del dedo de San Sebastián, un hecho que es posible gracias al escritor y periodista montillano José Ponferrada Gómez quien descubrió, allá por 1952, que el dedo del mártir romano se encontraba en Montilla desde el siglo XVI, cuando Pedro Fernández de Córdoba, primer marqués de Priego y, por aquel entonces, hermano mayor de la ya desaparecida Cofradía de San Sebastián, hizo entrega de esta reliquia a la que se aludía, incluso, en Las Crónicas del Gran Capitán, obra anónima del siglo XVI que fue recuperada por Bartolomé José Gallardo.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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