Miriam Fernández es cantante, actriz y conferenciante. Ahora también publica Los cometas de Miriam. ¡La importancia de creer en ti! Tiene una parálisis cerebral de nacimiento, pero esta incapacidad nunca le ha impedido alcanzar sus sueños. A los doce años se proclamó campeona nacional de Natación Adaptada, título que revalidó hasta 2008. Ese mismo año ganó la segunda edición del programa televisivo Tú sí que vales.
A partir de esta experiencia grabó su primer disco, Bailando bajo la lluvia. Compagina su actividad artística con su tarea como conferenciante motivacional. Hija adoptada, no tiene duda de dónde está y por quién: “Amo a mi madre adoptiva, a la que me ha criado”.
—Actriz, cantante, conferenciante y ahora también escritora. ¿Tanto motiva nacer con parálisis cerebral?
—Lo que motiva de nacer con parálisis cerebral es tener una familia estupenda que, desde muy chiquitita, te enseña y te inculca que hay que levantarse cada vez que te caes y que hay que seguir siempre para adelante.
—“El amor me ha salvado tantas veces que ya he perdido la cuenta”. Igual un esfuerzo sobrehumano también tiene algo que ver.
—Bueno, no creo que sea un esfuerzo sobrehumano. Yo creo que simplemente se trata de aceptarse, de quererse uno mismo, de saber que las cartas que te llegan en la vida son las que son, y que hay que aprender a jugarlas y salir a jugarlas.
—A los doce años te proclamaste campeona nacional de Natación Adaptada, título que revalidaste hasta 2008. En el agua no necesitas andador.
—El agua es mi medio natural por excelencia, porque desde muy chiquitita estuve haciendo rehabilitación y uno de mis ejercicios más importantes era nadar. Entonces, si lo llevaba haciendo tanto tiempo por rehabilitación, un día me planteo por qué no llegar un poquito más hacia adelante y probar en las competiciones. Y la verdad es que fue una época muy bonita, muy bonita, porque conocí mucha gente, aprendí también al tratar con otras personas que tenían lo mismo que yo, a mirar lo que yo tenía con humor.
—Dices que la mayor parálisis cerebral que más nos limita es el miedo.
—El miedo yo creo que es la barrera que más limita a todo tipo de personas, tengan discapacidad o no la tengan. Es lo único que puede hacer que realmente no vayamos por nuestros sueños y nos rindamos antes de empezar.
—Con seis años fuiste dada en adopción. Conoces a tu madre biológica y la comprendes. ¿Cuesta amar a dos madres?
—Bueno, yo es que amo a mi madre adoptiva, a la que me ha criado. A la madre biológica que me dio a luz, no la amo, porque no he tenido trato con ella como para generar ese sentimiento. Lo que sí que puedo decir es que estoy muy agradecida porque las circunstancias a priori no fueron fáciles. Ella decidió darme la oportunidad de vivir. Amor no, pero agradecimiento, sí.
—La primera vez que viste a tus hermanos sabías que eran ellos. ¿Qué viste en su mirada que los delató?
—Ver a mis hermanos biológicos fue muy especial, porque no me hizo falta siquiera que se me presentaran. Vi simplemente a dos niños que eran dos gotas de agua a mis fotos cuando era pequeña. Me impactó porque el parecido era brutal y simplemente era algo que se sabe.
—Tuviste una infancia difícil. Los niños te veían débil. ¿Entiendes por qué a esa tan temprana edad el ser humano es tan cruel?
—Yo no creo que el ser humano sea cruel. Yo creo que, bueno, cuando tienes una diferencia notable, sobre todo para ciertas edades, los niños necesitan sentirse parte de un grupo y, cuando ven a alguien distinto, pues allá que van a por el niño. Y también creo que cuenta muchísimo la educación que se les da en casa.
—Con tesón has cumplido muchos de tus sueños. ¿Incluso bailar?
—Sí he bailado. En mi nuevo videoclip, segundo disco, No dudo que es amor, el tema musical es un videoclip en el que salgo bailando. Claro, que desde otra perspectiva.
—En 2008 ganaste la segunda edición del programa 'Tú sí que vales'. Ese fue el primer paso hacia la música. Por causalidad. Después vino 'La Voz', en Antena 3. ¿Y ahora?
—Ahora a seguir con la misma ilusión y quiero tomarme este verano para darle mucho cariño al libro y para componer temas para el segundo disco.
—Compones tus propias canciones. De hecho, como dices, ahora andas preparando tu segundo álbum.
—Sí. Bueno, estoy componiendo canciones con mi productor, Iñigo Guerrero. Llevo diez años trabajando con él y lo estamos haciendo con mucho cariño, muy despacito, escogiendo muy bien cada cosa de la canción. No queremos hacer un álbum para sacarlo en una fecha muy concreta, sino hacer un trabajo muy delicado, muy cuidado, y que salga cuando tenga que salir, pero que salga lo que nosotros queremos contar a través de la música.
—Empezaste con el piano y la guitarra, pero no podías tocar instrumentos. Dime que esa incapacidad no te ha roto ningún sueño.
—Bueno, no es incapacidad realmente. Lo que pasó es que mi madre me planteó la guitarra y el piano cuando era pequeña como otra rehabilitación más. Entonces, yo ya que estaba de rehabilitación hasta arriba, pues veía el piano y la guitarra cuando era pequeña como más trabajo más que como una devoción. Y ahora que tengo ya una edad y que me gusta muchísimo el piano y la guitarra, sí que quiero retomarlos. No es que no pueda tocar, sino que lo dejé en un momento determinado y me gustaría retomarlos.
—Das conferencias para motivar a gente que necesita de tu apoyo. También lo haces ahora con tu libro. ¿Qué le dirías a alguien que no cree en la felicidad?
—Yo no tengo el secreto de la felicidad, pero la vida me ha enseñado una tras otra vez que la felicidad es algo tan simple como tomar la decisión diaria de ser feliz cada día centrándote en aquello que te hace feliz y no en aquello que te falta. Entonces, bueno, el libro es todas aquellas experiencias que me han llevado a tener todas estas conclusiones y espero que a la gente le guste mucho.
A partir de esta experiencia grabó su primer disco, Bailando bajo la lluvia. Compagina su actividad artística con su tarea como conferenciante motivacional. Hija adoptada, no tiene duda de dónde está y por quién: “Amo a mi madre adoptiva, a la que me ha criado”.
—Actriz, cantante, conferenciante y ahora también escritora. ¿Tanto motiva nacer con parálisis cerebral?
—Lo que motiva de nacer con parálisis cerebral es tener una familia estupenda que, desde muy chiquitita, te enseña y te inculca que hay que levantarse cada vez que te caes y que hay que seguir siempre para adelante.
—“El amor me ha salvado tantas veces que ya he perdido la cuenta”. Igual un esfuerzo sobrehumano también tiene algo que ver.
—Bueno, no creo que sea un esfuerzo sobrehumano. Yo creo que simplemente se trata de aceptarse, de quererse uno mismo, de saber que las cartas que te llegan en la vida son las que son, y que hay que aprender a jugarlas y salir a jugarlas.
—A los doce años te proclamaste campeona nacional de Natación Adaptada, título que revalidaste hasta 2008. En el agua no necesitas andador.
—El agua es mi medio natural por excelencia, porque desde muy chiquitita estuve haciendo rehabilitación y uno de mis ejercicios más importantes era nadar. Entonces, si lo llevaba haciendo tanto tiempo por rehabilitación, un día me planteo por qué no llegar un poquito más hacia adelante y probar en las competiciones. Y la verdad es que fue una época muy bonita, muy bonita, porque conocí mucha gente, aprendí también al tratar con otras personas que tenían lo mismo que yo, a mirar lo que yo tenía con humor.
—Dices que la mayor parálisis cerebral que más nos limita es el miedo.
—El miedo yo creo que es la barrera que más limita a todo tipo de personas, tengan discapacidad o no la tengan. Es lo único que puede hacer que realmente no vayamos por nuestros sueños y nos rindamos antes de empezar.
—Con seis años fuiste dada en adopción. Conoces a tu madre biológica y la comprendes. ¿Cuesta amar a dos madres?
—Bueno, yo es que amo a mi madre adoptiva, a la que me ha criado. A la madre biológica que me dio a luz, no la amo, porque no he tenido trato con ella como para generar ese sentimiento. Lo que sí que puedo decir es que estoy muy agradecida porque las circunstancias a priori no fueron fáciles. Ella decidió darme la oportunidad de vivir. Amor no, pero agradecimiento, sí.
—La primera vez que viste a tus hermanos sabías que eran ellos. ¿Qué viste en su mirada que los delató?
—Ver a mis hermanos biológicos fue muy especial, porque no me hizo falta siquiera que se me presentaran. Vi simplemente a dos niños que eran dos gotas de agua a mis fotos cuando era pequeña. Me impactó porque el parecido era brutal y simplemente era algo que se sabe.
—Tuviste una infancia difícil. Los niños te veían débil. ¿Entiendes por qué a esa tan temprana edad el ser humano es tan cruel?
—Yo no creo que el ser humano sea cruel. Yo creo que, bueno, cuando tienes una diferencia notable, sobre todo para ciertas edades, los niños necesitan sentirse parte de un grupo y, cuando ven a alguien distinto, pues allá que van a por el niño. Y también creo que cuenta muchísimo la educación que se les da en casa.
—Con tesón has cumplido muchos de tus sueños. ¿Incluso bailar?
—Sí he bailado. En mi nuevo videoclip, segundo disco, No dudo que es amor, el tema musical es un videoclip en el que salgo bailando. Claro, que desde otra perspectiva.
—En 2008 ganaste la segunda edición del programa 'Tú sí que vales'. Ese fue el primer paso hacia la música. Por causalidad. Después vino 'La Voz', en Antena 3. ¿Y ahora?
—Ahora a seguir con la misma ilusión y quiero tomarme este verano para darle mucho cariño al libro y para componer temas para el segundo disco.
—Compones tus propias canciones. De hecho, como dices, ahora andas preparando tu segundo álbum.
—Sí. Bueno, estoy componiendo canciones con mi productor, Iñigo Guerrero. Llevo diez años trabajando con él y lo estamos haciendo con mucho cariño, muy despacito, escogiendo muy bien cada cosa de la canción. No queremos hacer un álbum para sacarlo en una fecha muy concreta, sino hacer un trabajo muy delicado, muy cuidado, y que salga cuando tenga que salir, pero que salga lo que nosotros queremos contar a través de la música.
—Empezaste con el piano y la guitarra, pero no podías tocar instrumentos. Dime que esa incapacidad no te ha roto ningún sueño.
—Bueno, no es incapacidad realmente. Lo que pasó es que mi madre me planteó la guitarra y el piano cuando era pequeña como otra rehabilitación más. Entonces, yo ya que estaba de rehabilitación hasta arriba, pues veía el piano y la guitarra cuando era pequeña como más trabajo más que como una devoción. Y ahora que tengo ya una edad y que me gusta muchísimo el piano y la guitarra, sí que quiero retomarlos. No es que no pueda tocar, sino que lo dejé en un momento determinado y me gustaría retomarlos.
—Das conferencias para motivar a gente que necesita de tu apoyo. También lo haces ahora con tu libro. ¿Qué le dirías a alguien que no cree en la felicidad?
—Yo no tengo el secreto de la felicidad, pero la vida me ha enseñado una tras otra vez que la felicidad es algo tan simple como tomar la decisión diaria de ser feliz cada día centrándote en aquello que te hace feliz y no en aquello que te falta. Entonces, bueno, el libro es todas aquellas experiencias que me han llevado a tener todas estas conclusiones y espero que a la gente le guste mucho.
ANTONIO LÓPEZ HIDALGO
FOTOGRAFÍA: ELISA ARROYO
FOTOGRAFÍA: ELISA ARROYO