José Félix Ramírez Ponferrada se ha convertido, desde su regreso a su ciudad natal, en el vocero de quienes a diario luchan contra las numerosas barreras arquitectónicas que plagan Montilla. Su personal cruzada iniciada hace un año contra los numerosos hándicaps existentes en las calles y edificios de la localidad, se plasmó hace seis meses en un grupo de Facebook, Decálogo de un montillano, que ya cuenta cerca de 200 personas que comparten las diferentes barreras que encuentran en su vida cotidiana.
"Desde que abrí el grupo son muchos los montillanos que me envían fotografías de las situaciones que se repiten a diario en Montilla y que impiden el libre tránsito de las personas que van en sillas de ruedas, pero también para quienes tienen problemas de movilidad, o van con un carrito", explicó el impulsor de Decálogo de un montillano a Montilla Digital sobre la acogida de una iniciativa que, según señaló, "pretende poner de manifiesto una situación que pasa desapercibida para muchos".
Fue hace un año, al regresar a Montilla desde Córdoba capital –donde ha estado residiendo muchos años–, cuando José Félix comenzó a sufrir en primera persona las numerosas deficiencias que la localidad ofrece en materia de accesibilidad pues, según explicó, "aunque trabajan por mejorar la situación con rebajes de aceras, en muchos sitios te encuentras con la trampa de un gran escalón al otro lado".
"Excepto algunas zonas muy puntuales, como parte de la Avenida de Andalucía, la ley de 1983 de protección al colectivo con disminución de sus capacidades y las normas obligatorias establecidas en 1992 no se cumplen", lamentó Ramírez Ponferrada, quien puntualizó que la falta de accesibilidad no sólo afecta al casco histórico de Montilla, también a muchos edificios modernos y públicos.
Por ello, este montillano no ha dudado en impulsar a través de su grupo de Facebook una lucha ciudadana para promover el libre acceso a los entornos, bienes y servicios de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones que el resto de la población.
En este sentido, José Félix aseguró que, a pesar del pleno conocimiento que existe de sus reivindicaciones por parte del Ayuntamiento, los problemas de accesibilidad apenas tuvieron peso en los programas electorales de las pasadas elecciones municipales. "Es un problema que afecta al bienestar de muchas personas y lo cierto es que sólo la candidata de Vox mostró interés en conocer la situación que venimos denunciando", apostilló.
Un problema, recordó, que va más allá de las propias barreras arquitectónicas que existen en edificios públicos y las calles de la ciudad, también en servicios como el transporte público o la falta de conciencia de muchos ciudadanos al aparcar en zonas de tránsito para las personas.
"Carecemos de un autobús adaptado o un taxi, lo que limita aún más la autonomía de quienes vamos en silla de ruedas", puntualizó este montillano que, tras seis meses de protestas, incluso ha conseguido que alguno de los puntos más conflictivos de la ciudad, como la esquina de calle Ballén con Puerta de Aguilar, sea rebautizada como 'la esquina de José Félix'.
"Desde que abrí el grupo son muchos los montillanos que me envían fotografías de las situaciones que se repiten a diario en Montilla y que impiden el libre tránsito de las personas que van en sillas de ruedas, pero también para quienes tienen problemas de movilidad, o van con un carrito", explicó el impulsor de Decálogo de un montillano a Montilla Digital sobre la acogida de una iniciativa que, según señaló, "pretende poner de manifiesto una situación que pasa desapercibida para muchos".
Fue hace un año, al regresar a Montilla desde Córdoba capital –donde ha estado residiendo muchos años–, cuando José Félix comenzó a sufrir en primera persona las numerosas deficiencias que la localidad ofrece en materia de accesibilidad pues, según explicó, "aunque trabajan por mejorar la situación con rebajes de aceras, en muchos sitios te encuentras con la trampa de un gran escalón al otro lado".
"Excepto algunas zonas muy puntuales, como parte de la Avenida de Andalucía, la ley de 1983 de protección al colectivo con disminución de sus capacidades y las normas obligatorias establecidas en 1992 no se cumplen", lamentó Ramírez Ponferrada, quien puntualizó que la falta de accesibilidad no sólo afecta al casco histórico de Montilla, también a muchos edificios modernos y públicos.
Por ello, este montillano no ha dudado en impulsar a través de su grupo de Facebook una lucha ciudadana para promover el libre acceso a los entornos, bienes y servicios de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones que el resto de la población.
En este sentido, José Félix aseguró que, a pesar del pleno conocimiento que existe de sus reivindicaciones por parte del Ayuntamiento, los problemas de accesibilidad apenas tuvieron peso en los programas electorales de las pasadas elecciones municipales. "Es un problema que afecta al bienestar de muchas personas y lo cierto es que sólo la candidata de Vox mostró interés en conocer la situación que venimos denunciando", apostilló.
Un problema, recordó, que va más allá de las propias barreras arquitectónicas que existen en edificios públicos y las calles de la ciudad, también en servicios como el transporte público o la falta de conciencia de muchos ciudadanos al aparcar en zonas de tránsito para las personas.
"Carecemos de un autobús adaptado o un taxi, lo que limita aún más la autonomía de quienes vamos en silla de ruedas", puntualizó este montillano que, tras seis meses de protestas, incluso ha conseguido que alguno de los puntos más conflictivos de la ciudad, como la esquina de calle Ballén con Puerta de Aguilar, sea rebautizada como 'la esquina de José Félix'.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR