El Ayuntamiento de Montemayor, con el apoyo de la Diputación de Córdoba, iniciará "en breve" los trabajos de restauración del carro íbero localizado el pasado mes de octubre durante una investigación en torno al emplazamiento romano de Ulia, y que ha sido considerado por la revista National Geographic como uno de los descubrimientos arqueológicos más extraordinarios de 2018.
Según ha informado el Consistorio montemayorense, la primera fase se centrará en las labores de limpieza, consolidación y restauración de los restos que, durante la excavación, fue necesario proteger. En concreto, en el caso de los elementos de metal de las ruedas, se actuará en la retirada el engasado protector, la limpieza de la tierra, así como estabilizar químicamente los restos para evitar que el óxido pueda afectar al "extraordinario estado de conservación" que presentan estos elementos.
Además, de forma paralela al desarrollo de las labores de limpieza y consolidación del metal, se analizará su composición, y se restaurará aquellas partes en las que sea necesario para en el futuro garantizar la estabilidad del conjunto y preparar su exposición.
"Este es un proceso lento, muy minucioso y costoso", ha subrayado el Ayuntamiento de Montemayor que, asimismo, ha señalado que la Diputación de Córdoba, "en atención a la importancia del conjunto", ha elaborado un convenio de colaboración con el Consistorio por el que aporta una cantidad cercana a los 12.000 euros para contribuir a esta fase de los trabajos.
De esta forma, el proyecto permitirá la conservación "casi por completo" los elementos metálicos de las cuatro ruedas de seis radios en hierro halladas y que "no tienen parangón con otros, y muy escasos, restos similares de la Península Ibérica". "Lo más notable, y único, es que con ellas aparecieron los elementos de bronce que protegían y decoraban el yugo del tiro de caballos, los pasarriendas para evitar que estas guías se enredaran, e incluso los dos bocados de filete en hierro del tiro de caballos", ha destacado el Ayuntamiento.
Este conjunto, posiblemente del siglo IV a.C., es como tal único en la Península Ibérica, y formaría parte de la procesión fúnebre de un noble ibero del oppidum de Ulia en su tránsito al más allá en la necrópolis ubicada en la zona del Cerro de la Horca.
Además, tras la consolidación, análisis y restauración de todos los elementos para poder reconstruir la apariencia original del vehículo, el Consistorio montemayorense prevé dar paso a una segunda fase: la preparación de los restos ya restaurados para su exposición museística.
Según ha informado el Consistorio montemayorense, la primera fase se centrará en las labores de limpieza, consolidación y restauración de los restos que, durante la excavación, fue necesario proteger. En concreto, en el caso de los elementos de metal de las ruedas, se actuará en la retirada el engasado protector, la limpieza de la tierra, así como estabilizar químicamente los restos para evitar que el óxido pueda afectar al "extraordinario estado de conservación" que presentan estos elementos.
Además, de forma paralela al desarrollo de las labores de limpieza y consolidación del metal, se analizará su composición, y se restaurará aquellas partes en las que sea necesario para en el futuro garantizar la estabilidad del conjunto y preparar su exposición.
"Este es un proceso lento, muy minucioso y costoso", ha subrayado el Ayuntamiento de Montemayor que, asimismo, ha señalado que la Diputación de Córdoba, "en atención a la importancia del conjunto", ha elaborado un convenio de colaboración con el Consistorio por el que aporta una cantidad cercana a los 12.000 euros para contribuir a esta fase de los trabajos.
De esta forma, el proyecto permitirá la conservación "casi por completo" los elementos metálicos de las cuatro ruedas de seis radios en hierro halladas y que "no tienen parangón con otros, y muy escasos, restos similares de la Península Ibérica". "Lo más notable, y único, es que con ellas aparecieron los elementos de bronce que protegían y decoraban el yugo del tiro de caballos, los pasarriendas para evitar que estas guías se enredaran, e incluso los dos bocados de filete en hierro del tiro de caballos", ha destacado el Ayuntamiento.
Este conjunto, posiblemente del siglo IV a.C., es como tal único en la Península Ibérica, y formaría parte de la procesión fúnebre de un noble ibero del oppidum de Ulia en su tránsito al más allá en la necrópolis ubicada en la zona del Cerro de la Horca.
Además, tras la consolidación, análisis y restauración de todos los elementos para poder reconstruir la apariencia original del vehículo, el Consistorio montemayorense prevé dar paso a una segunda fase: la preparación de los restos ya restaurados para su exposición museística.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL