La Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir (ASAG), que gestiona el Hospital Comarcal de Montilla, ha puesto a disposición de sus profesionales una Guía de comunicación y buen trato a personas con diversidad funcional en el ámbito sanitario. El objetivo de esta nueva guía es desarrollar, a modo de documento marco, una herramienta para los profesionales en su atención, asistencia e interacción con las personas que presentan una diversidad funcional, incorporando en el buen trato un enfoque inclusivo.
En esta guía se ponen a disposición de su personal recomendaciones de una forma sencilla, clara y concisa para aplicar en la atención y en la comunicación ante las diferentes diversidades funcionales que pueda manifestar una persona, impulsando también su autonomía y su participación en el ámbito de la salud. El documento contribuirá además a identificar las ayudas técnicas que puedan requerirse en distintas situaciones para mejorar y adaptar la atención sanitaria, y que se incorporarán a las que ya existen en los centros hospitalarios de la ASAG.
El proyecto surge de las aportaciones del tejido asociativo de la zona de influencia de los hospitales de la Agencia, unido a la inquietud de los profesionales y al compromiso que marca la Consejería de Salud de trabajar en aras de la integración de las personas con diversidad funcional.
Según explica Susana García, responsable de Atención a la Ciudadanía del Hospital de Montilla e integrante del equipo de profesionales que ha desarrollado la guía, esta iniciativa hace visible la responsabilidad de los profesionales públicos de conocer e informarse del trato específico y respetuoso que requieren las personas con diversidad funcional, incorporando la inclusión entendida como la garantía para que todas las personas tengan las mismas oportunidades de participar en todos los aspectos de la vida al máximo de sus capacidades y deseos.
Una guía consensuada
La Guía de comunicación y buen trato a personas con diversidad funcional en el ámbito sanitario editada por la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir está compuesta de 16 páginas. Comienza con los objetivos y un repertorio de conductas a evitar en los profesionales, así como un decálogo de recomendaciones generales en la asistencia.
Posteriormente, se pasa a desgranar las recomendaciones más importantes para cada uno de los colectivos con diversidad funcional, entre los que se encuentran el de tipo sensorial (visual, auditivo y visual-auditivo), el de carácter motriz, el relacionado con el aprendizaje y la aplicación del conocimiento (tales como la intelectual o los trastornos del desarrollo neurológico), y el derivado de la enfermedad mental.
Todos estos documentos han nacido con un espíritu de búsqueda de la mejora continua. Por ello, se ha animado tanto a las asociaciones vinculadas con la discapacidad como a los profesionales a que realicen las sugerencias y aportaciones que consideren oportunas a través de los canales habilitados para ello, como el buzón de sugerencias, correo electrónico, reuniones de las comisiones de participación ciudadana, etc.
"Nos gustaría que esta guía sea el punto de partida de una línea de trabajo específica que queremos continuar con la consolidación del grupo motor que se ocupe de manera proactiva para desarrollar diferentes líneas estratégicas en la atención a la diversidad", indicó García.
De esta forma, se podría introducir un enfoque transversal en la atención y el buen trato a la diversidad funcional en todas las áreas y procesos de la Agencia Sanitaria, impulsar la sensibilización y formación a profesionales y desarrollar medidas de discriminación positiva y activos en salud con un enfoque inclusivo para las personas con diversidad funcional.
Este nuevo documento, circunscrito al buen trato y la comunicación con las personas que presentan alguna diversidad funcional, se suma a las guías de buen trato que la organización ya ha desarrollado e implementado, y en las que lleva trabajando desde 2007, dirigidas a personal facultativo, de enfermería y administrativo. Son, por tanto, guías de atención y buen trato centradas en la relación con la ciudadanía en general, que ponen en valor la importancia del trato cercano y humanizado.
En esta guía se ponen a disposición de su personal recomendaciones de una forma sencilla, clara y concisa para aplicar en la atención y en la comunicación ante las diferentes diversidades funcionales que pueda manifestar una persona, impulsando también su autonomía y su participación en el ámbito de la salud. El documento contribuirá además a identificar las ayudas técnicas que puedan requerirse en distintas situaciones para mejorar y adaptar la atención sanitaria, y que se incorporarán a las que ya existen en los centros hospitalarios de la ASAG.
El proyecto surge de las aportaciones del tejido asociativo de la zona de influencia de los hospitales de la Agencia, unido a la inquietud de los profesionales y al compromiso que marca la Consejería de Salud de trabajar en aras de la integración de las personas con diversidad funcional.
Según explica Susana García, responsable de Atención a la Ciudadanía del Hospital de Montilla e integrante del equipo de profesionales que ha desarrollado la guía, esta iniciativa hace visible la responsabilidad de los profesionales públicos de conocer e informarse del trato específico y respetuoso que requieren las personas con diversidad funcional, incorporando la inclusión entendida como la garantía para que todas las personas tengan las mismas oportunidades de participar en todos los aspectos de la vida al máximo de sus capacidades y deseos.
Una guía consensuada
La Guía de comunicación y buen trato a personas con diversidad funcional en el ámbito sanitario editada por la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir está compuesta de 16 páginas. Comienza con los objetivos y un repertorio de conductas a evitar en los profesionales, así como un decálogo de recomendaciones generales en la asistencia.
Posteriormente, se pasa a desgranar las recomendaciones más importantes para cada uno de los colectivos con diversidad funcional, entre los que se encuentran el de tipo sensorial (visual, auditivo y visual-auditivo), el de carácter motriz, el relacionado con el aprendizaje y la aplicación del conocimiento (tales como la intelectual o los trastornos del desarrollo neurológico), y el derivado de la enfermedad mental.
Todos estos documentos han nacido con un espíritu de búsqueda de la mejora continua. Por ello, se ha animado tanto a las asociaciones vinculadas con la discapacidad como a los profesionales a que realicen las sugerencias y aportaciones que consideren oportunas a través de los canales habilitados para ello, como el buzón de sugerencias, correo electrónico, reuniones de las comisiones de participación ciudadana, etc.
"Nos gustaría que esta guía sea el punto de partida de una línea de trabajo específica que queremos continuar con la consolidación del grupo motor que se ocupe de manera proactiva para desarrollar diferentes líneas estratégicas en la atención a la diversidad", indicó García.
De esta forma, se podría introducir un enfoque transversal en la atención y el buen trato a la diversidad funcional en todas las áreas y procesos de la Agencia Sanitaria, impulsar la sensibilización y formación a profesionales y desarrollar medidas de discriminación positiva y activos en salud con un enfoque inclusivo para las personas con diversidad funcional.
Este nuevo documento, circunscrito al buen trato y la comunicación con las personas que presentan alguna diversidad funcional, se suma a las guías de buen trato que la organización ya ha desarrollado e implementado, y en las que lleva trabajando desde 2007, dirigidas a personal facultativo, de enfermería y administrativo. Son, por tanto, guías de atención y buen trato centradas en la relación con la ciudadanía en general, que ponen en valor la importancia del trato cercano y humanizado.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL