Los vinos de Montilla-Moriles volvieron a madirarse anoche con el cante flamenco gracias a la XLIV Cata Flamenca organizada por el Ayuntamiento de Montilla. Tras probar en diversos escenarios en los últimos años, la Cata regresó anoche a su entorno habitual, rodeada de vinos, en las instalaciones de Navisa Industrial Vitivinícola, con un plantel de artistas que ha vuelto a situar al festival montillano en un referente a nivel andaluz.
Cerca de 800 personas pudieron disfrutar de una cata que, como ya se auguraba, ofreció una gran noche de flamenco. "Hemos conseguido estar a la altura del flamenco nacional porque Montilla se lo merecía", aseguró el presidente de la Peña El Lucero, Salvador Córdoba, quien reiteró la importancia de los artistas que este año han participado en la Cata, una mezcla con una trayectoria reconocida internacionalmente y la fuerza de la juventud.
La cantaora flamenca Luisa Muñoz fue la encargada de abrir la cara con una actuación que encandiló al público. Tras ella, el maestro de la guitarra Paco Cepero, que acompañó a su ahijado Samuel Serrano, ofreció a los asistentes un breve paso por el escenario "por todos los años que llevaba sin venir a la Cata de Montilla". Una intensa actuación a la que supo dar continuidad Serrano, el más joven de los artistas de esta edición, quien demostró el talento y futuro que tiene por delante.
El cierre de la primera parte vino de la mano de Rosario La Tremendita, quien no dudó en dar un giro a la noche con su peculiar estilo; y el espectáculo de la bailaora de Castro del Río Ana María García Anamarga, que actuaron ante un público entregado.
Finalmente, la segunda parte la abrió otro de los grandes protagonistas de la noche, Manuel Moreno Maya, El Pele, que volvió a demostrar su arte y buen hacer sobre los escenarios. Tras él la actuación de Antonio Contreras, y el montillano Antonio Mejías, que cerró la cuadragésima cuarta edición de la Cata Flamenca que cada año organiza el Ayuntamiento de Montilla con la colaboración de la Diputación de Córdoba, la Peña Flamenca El Lucero, Cobos y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.
Cerca de 800 personas pudieron disfrutar de una cata que, como ya se auguraba, ofreció una gran noche de flamenco. "Hemos conseguido estar a la altura del flamenco nacional porque Montilla se lo merecía", aseguró el presidente de la Peña El Lucero, Salvador Córdoba, quien reiteró la importancia de los artistas que este año han participado en la Cata, una mezcla con una trayectoria reconocida internacionalmente y la fuerza de la juventud.
La cantaora flamenca Luisa Muñoz fue la encargada de abrir la cara con una actuación que encandiló al público. Tras ella, el maestro de la guitarra Paco Cepero, que acompañó a su ahijado Samuel Serrano, ofreció a los asistentes un breve paso por el escenario "por todos los años que llevaba sin venir a la Cata de Montilla". Una intensa actuación a la que supo dar continuidad Serrano, el más joven de los artistas de esta edición, quien demostró el talento y futuro que tiene por delante.
El cierre de la primera parte vino de la mano de Rosario La Tremendita, quien no dudó en dar un giro a la noche con su peculiar estilo; y el espectáculo de la bailaora de Castro del Río Ana María García Anamarga, que actuaron ante un público entregado.
Finalmente, la segunda parte la abrió otro de los grandes protagonistas de la noche, Manuel Moreno Maya, El Pele, que volvió a demostrar su arte y buen hacer sobre los escenarios. Tras él la actuación de Antonio Contreras, y el montillano Antonio Mejías, que cerró la cuadragésima cuarta edición de la Cata Flamenca que cada año organiza el Ayuntamiento de Montilla con la colaboración de la Diputación de Córdoba, la Peña Flamenca El Lucero, Cobos y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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