Dos premios Gran Oro, un Oro y una Plata. Ese ha sido finalmente el extraordinario balance de Bodegas Robles en el certamen internacional Mundus Vini, considerado uno de los concursos más relevantes en el mundo vitivinícola, gracias al auspicio de la Unión Internacional de Enólogos.
El certamen, que se ha celebrado en la ciudad alemana de Neustadt an der Weinstraße, corazón de la región vitivinícola de Renania-Palatinado, uno de los principales centros productores de vino del país, ha vuelto a consagrar a la firma montillana, referente internacional en la elaboración de vinos ecológicos.
La pasada semana tuvo lugar la Cata de Primavera del Gran Premio Internacional del Vino Mundus Vini, en la que cerca de 270 expertos de 44 países cataron los 6.700 vinos presentados a concurso, procedentes de más de 150 regiones vitivinícolas de todo el mundo.
Pese al extraordinario nivel de esta edición, Bodegas Robles ha recogido cuatro galardones: un Gran Oro para su Pedro Ximénez 1927 y otro para el Piedra Luenga Fino, además de un Oro para Caprichoso y una Plata para Piedra Luenga Oloroso. La relevancia de los premios cobra especial sentido si se tiene en cuenta que de los 6.700 vinos presentados al concurso únicamente 33 han alcanzado la categoría de Gran Oro, siendo dos de ellos de la firma montillana.
El jurado de Mundus Vini ha elogiado especialmente el Piedra Luenga Fino, un vino envejecido durante dos años bajo un velo de flor formado por las levaduras criadas en el viñedo ecológico de la bodega, que suele estar cubierto con un manto de lavanda, amapolas y plantas silvestres.
"El complejo sistema de solera y criaderas produce un vino fino de gran vejez que es ligeramente refrescado cada año con vinos más jóvenes y que da lugar a una experiencia única de madurez y frescura", resaltó el gerente de la bodega, Francisco Robles.
El responsable de la firma montillana también mostró su satisfacción por la Medalla de Oro conseguida por Caprichoso. "Se trata de un vino ecológico coupage, de uvas Pedro Ximénez maduradas bajo el sol de Andalucía y de uvas frescas de la variedad Verdejo", resaltó Robles, quien destacó de este vino su "amplia gama de frescos aromas a frutas, miel y flores que hacen viajar a la primavera en el viñedo, entre hierbas repletas de inflorescencias y polen".
Por su parte, el Pedro Ximénez Selección de Robles 1927 es un vino de uvas pasas procedente de una solera fundacional del año 1927. Seleccionado como el cuarto vino mejor del mundo en 2015 por la Asociación Internacional de Escritores y Periodistas de Vinos y Espirituosos (WAWWJ), dos años más tarde se consagró como el mejor vino dulce de España según la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV).
"Bodegas Robles es una de las pocas bodegas que aún conservan sus propias paseras, un área especialmente reservada por su orientación geográfica y pendiente suave para la deshidratación y pasificación de las uvas", resaltó el gerente de la firma, quien reconoció prestar "especial atención a que el secado del fruto sea regular y homogéneo, por lo que se controla manualmente".
Por último, el Piedra Luenga Oloroso Ecológico, que ha sido merecedor de una Medalla de Plata, es un vino que ha envejecido durante seis años en barrica de roble americano bajo una crianza oxidativa. "Es un vino de color caoba intenso con matices de oro, que sorprende por un olor a pasa inicial y por tener la contundencia de la elegante evolución a manzana verde, con finos añadidos de laurel seco e incienso", explicó Francisco Robles, quien destacó que, en este caso, "el alcohol pasa desapercibido y proporciona untuosidad a un vino muy aromático y que deja un recuerdo muy largo".
Una firma referente en España
La familia Robles se ha dedicado a la elaboración de vinos desde 1927. A finales de los años noventa, la tercera generación toma el relevo en la bodega e instaura el desarrollo sostenible como eje estratégico de la bodega. A partir de ese momento, se ponen en marcha diversos proyectos de investigación con el objeto de establecer los principios del manejo del viñedo ecológico con cubierta vegetal; la elaboración de vinos generosos ecológicos que expresen la identidad de la tierra y la variedad de la uva.
Desde finales del siglo XX, Bodegas Robles se ha caracterizado por su apuesta por un proceso ecológico, siendo a día de hoy la primera y única bodega con Denominación de Origen en Andalucía que produce vino ecológico certificado con manejos de cubierta vegetal en viñedos.
Este camino ha sido reconocido dos veces por el Ministerio de Medio Ambiente. Así,en el año 2006, Bodegas Robles recibió el premio como Mejor Empresa Productiva Ecológica en el Mercado Español; y en el año 2014, con el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica. A su vez, en los dos últimos años ha obtenido el Premio Enoturismo «Rutas del Vino de España» de manos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) y del Instituto de Turismo de España (Turespaña) y uno de los Premios Andalucía de Agricultura y Pesca 2017, promovidos por la Junta de Andalucía.
El certamen, que se ha celebrado en la ciudad alemana de Neustadt an der Weinstraße, corazón de la región vitivinícola de Renania-Palatinado, uno de los principales centros productores de vino del país, ha vuelto a consagrar a la firma montillana, referente internacional en la elaboración de vinos ecológicos.
La pasada semana tuvo lugar la Cata de Primavera del Gran Premio Internacional del Vino Mundus Vini, en la que cerca de 270 expertos de 44 países cataron los 6.700 vinos presentados a concurso, procedentes de más de 150 regiones vitivinícolas de todo el mundo.
Pese al extraordinario nivel de esta edición, Bodegas Robles ha recogido cuatro galardones: un Gran Oro para su Pedro Ximénez 1927 y otro para el Piedra Luenga Fino, además de un Oro para Caprichoso y una Plata para Piedra Luenga Oloroso. La relevancia de los premios cobra especial sentido si se tiene en cuenta que de los 6.700 vinos presentados al concurso únicamente 33 han alcanzado la categoría de Gran Oro, siendo dos de ellos de la firma montillana.
El jurado de Mundus Vini ha elogiado especialmente el Piedra Luenga Fino, un vino envejecido durante dos años bajo un velo de flor formado por las levaduras criadas en el viñedo ecológico de la bodega, que suele estar cubierto con un manto de lavanda, amapolas y plantas silvestres.
"El complejo sistema de solera y criaderas produce un vino fino de gran vejez que es ligeramente refrescado cada año con vinos más jóvenes y que da lugar a una experiencia única de madurez y frescura", resaltó el gerente de la bodega, Francisco Robles.
El responsable de la firma montillana también mostró su satisfacción por la Medalla de Oro conseguida por Caprichoso. "Se trata de un vino ecológico coupage, de uvas Pedro Ximénez maduradas bajo el sol de Andalucía y de uvas frescas de la variedad Verdejo", resaltó Robles, quien destacó de este vino su "amplia gama de frescos aromas a frutas, miel y flores que hacen viajar a la primavera en el viñedo, entre hierbas repletas de inflorescencias y polen".
Por su parte, el Pedro Ximénez Selección de Robles 1927 es un vino de uvas pasas procedente de una solera fundacional del año 1927. Seleccionado como el cuarto vino mejor del mundo en 2015 por la Asociación Internacional de Escritores y Periodistas de Vinos y Espirituosos (WAWWJ), dos años más tarde se consagró como el mejor vino dulce de España según la Asociación Española de Periodistas y Escritores del Vino (AEPEV).
"Bodegas Robles es una de las pocas bodegas que aún conservan sus propias paseras, un área especialmente reservada por su orientación geográfica y pendiente suave para la deshidratación y pasificación de las uvas", resaltó el gerente de la firma, quien reconoció prestar "especial atención a que el secado del fruto sea regular y homogéneo, por lo que se controla manualmente".
Por último, el Piedra Luenga Oloroso Ecológico, que ha sido merecedor de una Medalla de Plata, es un vino que ha envejecido durante seis años en barrica de roble americano bajo una crianza oxidativa. "Es un vino de color caoba intenso con matices de oro, que sorprende por un olor a pasa inicial y por tener la contundencia de la elegante evolución a manzana verde, con finos añadidos de laurel seco e incienso", explicó Francisco Robles, quien destacó que, en este caso, "el alcohol pasa desapercibido y proporciona untuosidad a un vino muy aromático y que deja un recuerdo muy largo".
Una firma referente en España
La familia Robles se ha dedicado a la elaboración de vinos desde 1927. A finales de los años noventa, la tercera generación toma el relevo en la bodega e instaura el desarrollo sostenible como eje estratégico de la bodega. A partir de ese momento, se ponen en marcha diversos proyectos de investigación con el objeto de establecer los principios del manejo del viñedo ecológico con cubierta vegetal; la elaboración de vinos generosos ecológicos que expresen la identidad de la tierra y la variedad de la uva.
Desde finales del siglo XX, Bodegas Robles se ha caracterizado por su apuesta por un proceso ecológico, siendo a día de hoy la primera y única bodega con Denominación de Origen en Andalucía que produce vino ecológico certificado con manejos de cubierta vegetal en viñedos.
Este camino ha sido reconocido dos veces por el Ministerio de Medio Ambiente. Así,en el año 2006, Bodegas Robles recibió el premio como Mejor Empresa Productiva Ecológica en el Mercado Español; y en el año 2014, con el Premio Alimentos de España a la Producción Ecológica. A su vez, en los dos últimos años ha obtenido el Premio Enoturismo «Rutas del Vino de España» de manos de la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin) y del Instituto de Turismo de España (Turespaña) y uno de los Premios Andalucía de Agricultura y Pesca 2017, promovidos por la Junta de Andalucía.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
