La Junta de Andalucía ha incoado expediente sancionador contra la empresa organizadora de la fiesta de Fin de Año celebrada el pasado 1 de enero en el Hotel Atalaya de La Rambla y de cuyas incidencias informó en primicia Montilla Digital. Como consecuencia del desarrollo de este cotillón se presentaron múltiples denuncias de particulares que asistieron a la fiesta, así como por parte de la Asociación de Consumidores FACUA-Córdoba y de la propia Policía Local de La Rambla.
Tal y como acaba de confirmar la Junta de Andalucía a través de un comunicado, "los hechos denunciados podrían ser constitutivos de infracción administrativa muy grave, tipificada en la Ley 13/1999, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía, al haberse excedido presuntamente el aforo permitido, con el consiguiente riesgo para la seguridad de las personas que participaron en el evento". La cuantía de la sanción aplicable a este tipo de infracciones oscila entre los 30.050 y los 601.012 euros.
Los restantes incumplimientos que fueron observados durante la celebración de la mencionada fiesta pueden ser considerados como infracciones graves y leves, y corresponde al Ayuntamiento de La Rambla la tramitación de los correspondientes procedimientos sancionadores.
Como adelantó en primicia este periódico, Eventos Color Sur organizó para la primera noche del año otras dos fiestas en Andalucía: una, en el Auditorio Municipal Príncipe de Asturias de Torremolinos y, la segunda, en el recinto ferial de Moguer, en Huelva.
“El evento celebrado en Córdoba no es la única fiesta de Fin de Año organizada por Eventos Color Sur que ha tenido problemas en Andalucía”, aseveraron desde FACUA Córdoba. No en vano, más de un millar de personas se quedó sin poder celebrar la Nochevieja en Moguer, después de que el Ayuntamiento de la localidad onubense suspendiera la fiesta ante el exceso de aforo y el descontrol de la organización.
Las colas de más de una hora para poder entrar y la falta de bebidas, de hielo y de personal para atender la barra provocó el enfado de muchos asistentes que, como recogió Diario de Huelva, “optaron por tirar sillas y mesas por los suelos y entrar en la barra para apropiarse del poco alcohol que quedaba, antes incluso de que se ordenase la suspensión” de la fiesta.
Los incidentes también se dejaron notar en el Hotel Atalaya de La Rambla donde, según los testimonios aportados por numerosos testigos, se requirió la presencia de varias patrullas de la Guardia Civil y de efectivos sanitarios, que debieron atender a un joven con heridas en la cabeza por el lanzamiento de una botella, además de algunos comas etílicos.
Tal y como acaba de confirmar la Junta de Andalucía a través de un comunicado, "los hechos denunciados podrían ser constitutivos de infracción administrativa muy grave, tipificada en la Ley 13/1999, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía, al haberse excedido presuntamente el aforo permitido, con el consiguiente riesgo para la seguridad de las personas que participaron en el evento". La cuantía de la sanción aplicable a este tipo de infracciones oscila entre los 30.050 y los 601.012 euros.
Los restantes incumplimientos que fueron observados durante la celebración de la mencionada fiesta pueden ser considerados como infracciones graves y leves, y corresponde al Ayuntamiento de La Rambla la tramitación de los correspondientes procedimientos sancionadores.
Como adelantó en primicia este periódico, Eventos Color Sur organizó para la primera noche del año otras dos fiestas en Andalucía: una, en el Auditorio Municipal Príncipe de Asturias de Torremolinos y, la segunda, en el recinto ferial de Moguer, en Huelva.
“El evento celebrado en Córdoba no es la única fiesta de Fin de Año organizada por Eventos Color Sur que ha tenido problemas en Andalucía”, aseveraron desde FACUA Córdoba. No en vano, más de un millar de personas se quedó sin poder celebrar la Nochevieja en Moguer, después de que el Ayuntamiento de la localidad onubense suspendiera la fiesta ante el exceso de aforo y el descontrol de la organización.
Las colas de más de una hora para poder entrar y la falta de bebidas, de hielo y de personal para atender la barra provocó el enfado de muchos asistentes que, como recogió Diario de Huelva, “optaron por tirar sillas y mesas por los suelos y entrar en la barra para apropiarse del poco alcohol que quedaba, antes incluso de que se ordenase la suspensión” de la fiesta.
Los incidentes también se dejaron notar en el Hotel Atalaya de La Rambla donde, según los testimonios aportados por numerosos testigos, se requirió la presencia de varias patrullas de la Guardia Civil y de efectivos sanitarios, que debieron atender a un joven con heridas en la cabeza por el lanzamiento de una botella, además de algunos comas etílicos.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL