Juan Laguna Navarro asume una nueva responsabilidad en el seno de la Diócesis de Córdoba. El obispo, Demetrio Fernández, ha designado al sacerdote montillano, actual párroco de Santa María la Mayor de Baena, juez diocesano del Tribunal Eclesiástico, una instancia en la que venía desarrollando su labor como adjunto al Defensor del Vínculo desde el mes de enero de 2015.
Nacido en Montilla el 3 de julio de 1979, Juan Laguna Navarro fue ordenado sacerdote el 24 de junio de 2006, poco antes de cumplir los 27 años. Un día más tarde, presidió su primera eucaristía en la Parroquia de Santiago Apóstol de Montilla, donde estuvo acompañado por un sinfín de familiares y amigos.
Junto al recién estrenado sacerdote, el altar mayor de la iglesia mayor de Montilla contó con el entonces vicario de la Campiña, Mario Iceta, hoy obispo de Bilbao; con el canónigo ya fallecido Antonio León y con el entonces párroco de Santiago, Miguel Varona Villar.
Tras haber ejercido como párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo de Fuente Obejuna, así como en las aldeas de Argallón, La Coronada, Piconcillo, Cañada del Gamo y Aldea de Cuenca, en junio de 2015 fue trasladado por el obispo de Córdoba a la Parroquia de Santa María la Mayor de Baena.
A primeros de 2015, su labor pastoral fue complementada con una nueva responsabilidad: la de adjunto al Defensor del Vínculo del Tribunal Eclesiástico, una figura que adquiere una singular importancia en el proceso matrimonial canónico, al proponer y manifestar de oficio todo aquello que, a juicio de la Iglesia, puede aducirse "razonablemente" contra la nulidad o disolución del sacramento del matrimonio.
Casi dos años más tarde, Juan Laguna Navarro ha jurado esta mañana su nuevo encargo pastoral como juez diocesano del Tribunal Eclesiástico, mientras Jesús María Moriana ha hecho lo propio como nuevo Defensor del Vínculo, en sustitución del sacerdote montillano.
Nacido en Montilla el 3 de julio de 1979, Juan Laguna Navarro fue ordenado sacerdote el 24 de junio de 2006, poco antes de cumplir los 27 años. Un día más tarde, presidió su primera eucaristía en la Parroquia de Santiago Apóstol de Montilla, donde estuvo acompañado por un sinfín de familiares y amigos.
Junto al recién estrenado sacerdote, el altar mayor de la iglesia mayor de Montilla contó con el entonces vicario de la Campiña, Mario Iceta, hoy obispo de Bilbao; con el canónigo ya fallecido Antonio León y con el entonces párroco de Santiago, Miguel Varona Villar.
Tras haber ejercido como párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Castillo de Fuente Obejuna, así como en las aldeas de Argallón, La Coronada, Piconcillo, Cañada del Gamo y Aldea de Cuenca, en junio de 2015 fue trasladado por el obispo de Córdoba a la Parroquia de Santa María la Mayor de Baena.
A primeros de 2015, su labor pastoral fue complementada con una nueva responsabilidad: la de adjunto al Defensor del Vínculo del Tribunal Eclesiástico, una figura que adquiere una singular importancia en el proceso matrimonial canónico, al proponer y manifestar de oficio todo aquello que, a juicio de la Iglesia, puede aducirse "razonablemente" contra la nulidad o disolución del sacramento del matrimonio.
Casi dos años más tarde, Juan Laguna Navarro ha jurado esta mañana su nuevo encargo pastoral como juez diocesano del Tribunal Eclesiástico, mientras Jesús María Moriana ha hecho lo propio como nuevo Defensor del Vínculo, en sustitución del sacerdote montillano.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN