La localidad manchega de Almodóvar del Campo, donde el 6 de enero de 1500 vio la luz San Juan de Ávila, conmemora hoy el quinto aniversario de su declaración como Doctor de la Iglesia con la segunda edición de las Jornadas Avilistas que se desarrollarán a partir de las 17.30 de la tarde en el patio de la casa donde nació el patrono del clero secular español.
En esta ocasión, tal y como ha avanzado Gaudium Press, las jornadas se centrarán en la faceta como escritor de San Juan de Ávila, de la mano de Julio César Varas, doctorando del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del Audi, Filia, considerado todo un clásico de la espiritualidad.
La actividad también contará con la participación de Pablo Rodríguez Osorio, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, que recitará algunos sonetos en homenaje al Doctor de la Iglesia. Las jornadas, que han sido organizadas por la Hermandad de los Santos Juan de Ávila y Juan Bautista de la Concepción, cerrarán con una eucaristía a partir de las 20.00 de la tarde.
El 7 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI proclamó Doctor de la Iglesia Universal a San Juan de Ávila. Dos minutos antes de que el reloj de la plaza de San Pedro marcara la diez de la mañana, el Sumo Pontífice reconoció el doctorado del asceta manchego, que falleció en Montilla el 10 de mayo de 1569, ante la presencia de decenas de montillanos que se desplazaron hasta Roma para presenciar en directo este acontecimiento histórico.
La proclamación fue solicitada oficialmente por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, que estuvo acompañado en la ceremonia por los postuladores de las Causas. Tras la lectura de una breve biografía de San Juan de Ávila y de Santa Hildegarda de Bigen –que también fue reconocida por el Papa–, Benedicto XVI ha procedido al rito de la proclamación en latín.
"Acogiendo el deseo de muchos Hermanos en el Episcopado y de muchos fieles del mundo entero, después de haber recibido el parecer de la Congregación de las Causas de los Santos, después de haber reflexionando largo tiempo y habiendo alcanzado plena y segura convicción, con la plenitud de la autoridad apostólica declaramos a San Juan de Ávila, sacerdote diocesano, y a Santa Hildegarda de Bingen, monja profesa de la Orden de San Benito, Doctores de la Iglesia Universal. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".
Eran las 9.58 de la mañana y los campanarios de Montilla comenzaban a doblar, mientras las decenas de miles de personas que asistieron a la ceremonia en la misma Plaza de San Pedro rompieron en aplausos durante varios minutos, bajo los dos grandes tapices de los nuevos Doctores de la Iglesia que colgaban de la fachada principal de la Basílica de San Pedro.
Durante el transcurso de la ceremonia, el Papa se mostró esperanzado en que tanto San Juan de Ávila como Santa Hildegarda de Bigen "sigan siendo faros luminosos y seguros en el anuncio del Reino de Dios" y que "ayuden a todos a crecer cada día en la auténtica vida de fe".
El Pontífice remarcó igualmente que San Juan de Ávila "supo penetrar con singular profundidad en los misterios de la redención obrada por Cristo para la humanidad" al ser "hombre de Dios, unía la oración constante con la acción apostólica" y subrayó que el Doctor de la Iglesia "se dedicó a la predicación y al incremento de la práctica de los sacramentos, concentrando sus esfuerzos en mejorar la formación de los candidatos al sacerdocio, de los religiosos y los laicos, con vistas a una fecunda reforma de la Iglesia".
Una figura clave del Siglo de Oro
San Juan de Ávila fue fundador de centros de Teología y Humanidades en Baeza, Granada y Córdoba, así como de varios colegios en Jerez, Priego, Montilla, Úbeda, Sevilla, Alcalá de Guadaira, Palma del Río y Écija. Sus reliquias presiden el altar de La Encarnación, una iglesia situada en la calle Corredera cuya construcción comenzó en 1726 y que, por diversos avatares históricos, no fue concluida hasta 1949.
Orientador espiritual de San Francisco de Borja, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús y Fray Luis de Granada, este montillano adoptivo preparó escritos y memoriales para los concilios de Trento y Toledo, contribuyendo en gran medida a la posición preeminente que ostentó la localidad durante el Siglo de Oro.
Con su proclamación esta mañana, San Juan de Ávila se une a otros grandes doctores de la Iglesia nacidos en España, como San Isidoro de Sevilla (560-636), Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la Cruz (1542-1591).
En esta ocasión, tal y como ha avanzado Gaudium Press, las jornadas se centrarán en la faceta como escritor de San Juan de Ávila, de la mano de Julio César Varas, doctorando del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del Audi, Filia, considerado todo un clásico de la espiritualidad.
La actividad también contará con la participación de Pablo Rodríguez Osorio, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, que recitará algunos sonetos en homenaje al Doctor de la Iglesia. Las jornadas, que han sido organizadas por la Hermandad de los Santos Juan de Ávila y Juan Bautista de la Concepción, cerrarán con una eucaristía a partir de las 20.00 de la tarde.
El 7 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI proclamó Doctor de la Iglesia Universal a San Juan de Ávila. Dos minutos antes de que el reloj de la plaza de San Pedro marcara la diez de la mañana, el Sumo Pontífice reconoció el doctorado del asceta manchego, que falleció en Montilla el 10 de mayo de 1569, ante la presencia de decenas de montillanos que se desplazaron hasta Roma para presenciar en directo este acontecimiento histórico.
La proclamación fue solicitada oficialmente por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, que estuvo acompañado en la ceremonia por los postuladores de las Causas. Tras la lectura de una breve biografía de San Juan de Ávila y de Santa Hildegarda de Bigen –que también fue reconocida por el Papa–, Benedicto XVI ha procedido al rito de la proclamación en latín.
"Acogiendo el deseo de muchos Hermanos en el Episcopado y de muchos fieles del mundo entero, después de haber recibido el parecer de la Congregación de las Causas de los Santos, después de haber reflexionando largo tiempo y habiendo alcanzado plena y segura convicción, con la plenitud de la autoridad apostólica declaramos a San Juan de Ávila, sacerdote diocesano, y a Santa Hildegarda de Bingen, monja profesa de la Orden de San Benito, Doctores de la Iglesia Universal. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".
Eran las 9.58 de la mañana y los campanarios de Montilla comenzaban a doblar, mientras las decenas de miles de personas que asistieron a la ceremonia en la misma Plaza de San Pedro rompieron en aplausos durante varios minutos, bajo los dos grandes tapices de los nuevos Doctores de la Iglesia que colgaban de la fachada principal de la Basílica de San Pedro.
Durante el transcurso de la ceremonia, el Papa se mostró esperanzado en que tanto San Juan de Ávila como Santa Hildegarda de Bigen "sigan siendo faros luminosos y seguros en el anuncio del Reino de Dios" y que "ayuden a todos a crecer cada día en la auténtica vida de fe".
El Pontífice remarcó igualmente que San Juan de Ávila "supo penetrar con singular profundidad en los misterios de la redención obrada por Cristo para la humanidad" al ser "hombre de Dios, unía la oración constante con la acción apostólica" y subrayó que el Doctor de la Iglesia "se dedicó a la predicación y al incremento de la práctica de los sacramentos, concentrando sus esfuerzos en mejorar la formación de los candidatos al sacerdocio, de los religiosos y los laicos, con vistas a una fecunda reforma de la Iglesia".
Una figura clave del Siglo de Oro
San Juan de Ávila fue fundador de centros de Teología y Humanidades en Baeza, Granada y Córdoba, así como de varios colegios en Jerez, Priego, Montilla, Úbeda, Sevilla, Alcalá de Guadaira, Palma del Río y Écija. Sus reliquias presiden el altar de La Encarnación, una iglesia situada en la calle Corredera cuya construcción comenzó en 1726 y que, por diversos avatares históricos, no fue concluida hasta 1949.
Orientador espiritual de San Francisco de Borja, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús y Fray Luis de Granada, este montillano adoptivo preparó escritos y memoriales para los concilios de Trento y Toledo, contribuyendo en gran medida a la posición preeminente que ostentó la localidad durante el Siglo de Oro.
Con su proclamación esta mañana, San Juan de Ávila se une a otros grandes doctores de la Iglesia nacidos en España, como San Isidoro de Sevilla (560-636), Santa Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la Cruz (1542-1591).
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR