El Lagar Los Raigones ha dado este fin de semana un nuevo paso de gigante en su decidida apuesta por la calidad y por la excelencia desde el origen. Y es que este templo del vino y del aceite enclavado en el corazón mismo de la Sierra de Montilla ha inaugurado, gracias al tesón y al espíritu de iniciativa de los hermanos Jiménez-Luque Romero, la primera tienda gourmet en un lagar de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.
En compañía de familiares, amigos y empleados de la propia firma, los hermanos Jiménez-Luque Romero abrieron las puertas de un novedoso y exclusivo establecimiento que viene a complementar la oferta que Los Raigones ya mantenía en su tradicional tienda de vinos y aceites, gracias a la incorporación de una selecta gama de productos de la zona que muchos de los clientes y visitantes que recibe el lagar a lo largo del año habían ido demandando en los últimos tiempos.
"El crecimiento que ha supuesto para Córdoba y provincia el enoturismo ha sido el motivo que nos ha impulsado finalmente a emprender este nuevo camino", reconoció Santiago Jiménez, quien desveló que el proceso de selección de los productos que, a partir de ahora, podrán adquirirse en la tienda gourmet de los Raigones se ha regido por cuatro principios fundamentales: calidad, presentación, variedad y exclusividad.
"La calidad es fundamental en los productos escogidos, ya que deben ir en perfecta sintonía con los vinos y aceites que elaboramos en esta casa", subrayó Santiago Jiménez, quien añadió que mientras que la presentación genera la necesaria "atracción visual del producto" destinado a un público cada vez más exigente, la variedad de la oferta –que en este caso supera las 200 referencias–, permite "cubrir las necesidades de nuestros distinguidos clientes".
Con todo, si hay un elemento que caracteriza la nueva tienda gourmet de Los Raigones es, sin duda, el de la exclusividad, ya que la mayor parte de los productos que se sirven a la venta no están presentes en las grandes cadenas de distribución alimentarias ni en grandes superficies, lo que concede ese toque de singularidad y de distinción que siempre ha caracterizado a esta firma.
"Si este lagar ya contaba con un punto diferenciador con respecto a otros establecimientos por ser, precisamente, fábrica de aceites, ahora se hace todavía más atractivo por contar con una tienda de vinos, aceites y de alimentación donde el cliente puede degustar y disfrutar de una amplia y selecta gama de exquisiteces gastronómicas y vinícolas", recalcó uno de sus responsables.
Junto a sus reconocidos aceites de oliva virgen extra –disponibles en mas de diez formatos diferentes–, la tienda gourmet de Los Raigones ofrece una gama de productos ecológicos, así como aceitunas aliñadas, vinagres y una extensa carta de vinos –tanto de elaboración propia como procedentes de otras denominaciones de Origen tan señeras como Rioja, Ribera del Duero, Rueda, Rias Baixas o Jumilla–.
Con todo, los clientes y turistas que se acercan a diario hasta el Lagar Los Raigones suelen demandar los vinos elaborados en la casa: jóvenes, de tinaja, finos, semidulces, amontillados y dulces Pedro Ximénez, sin olvidar su exquisito vermut o su excepcional arrope. Una amplia carta que, desde hace unas semanas, se completa con su fino Lagar del Cerro, en homenaje a Santiago Jiménez Panadero, Capataz de Campo de la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles en 2015 y gran impulsor de esta empresa familiar adscrita a la Asociación de Lagares de la Sierra de Montilla.
La tienda gourmet de Los Raigones también sirve anís de Rute, dulces, regañás y productos elaborados con aloe vera de Montilla, sin olvidar las conservas del Mar Cantábrico y de la Rías Gallegas, entre las que destacan el bonito, el atún, las anchoas, los mejillones, las sardinillas o los berberechos.
Los anaqueles del nuevo establecimiento también exhiben turrolate de Priego de Córdoba; jamón de bellota y de cebo, así como ibéricos de primera calidad procedentes de Villanueva de Córdoba; carne y crema de membrillo de Puente Genil; nueces con miel, miel de aguacate y miel de azahar de Hornachuelos, junto a quesos de cabra payoya de Cádiz.
"La lista de referencias supera los dos centenares", resaltó satisfecho Santiago Jiménez, quien hizo especial hincapié en los patés de aceituna, el salmorejo, las mermeladas y el tomate frito natural de Villarubia, así como en los ajos fritos, condimentados y negros de Montalbán, que complementan la amplia gama de legumbres de Montemayor y de licores premium de Fernán Nuñez.
"También trabajamos las conservas de carne –perdiz, codorniz o rabo estofado–, el pisto murciano, los pimientos del Piquillo, las alcachofas en conserva o los espárragos gigantes de Navarra", subrayó el portavoz de Los Raigones que, próximamente, incorporará a esta amplísima y selecta gama de productos foies de pato, pastas, frutos secos, caramelos, galletas y chocolates.
Una empresa familiar con varias líneas de negocio
Pese a mantener su innegable esencia familiar, Los Raigones se configura hoy en día en varios departamentos de negocio que abarcan la producción agrícola, la industria aceitera, la elaboración y crianza de vinos y la distribución comercial de sus productos a establecimientos de hostelería y restauración pero, también, a través de su tienda online.
Todo ello, unido a su apuesta por el oleoturismo y por el enoturismo y a su nuevo comercio gourmet, permite a la firma sacar adelante sus propias cosechas con más rentabilidad y, al mismo tiempo, avanzar en la mejora de sus instalaciones para conseguir avanzar en esa excelencia que ha sido santo y seña desde que Santiago Jiménez Panadero tomó el testigo de su padre, Santiago Jiménez Arragoeta –que se inició en el universo vinícola en el ya desaparecido Lagar del Cerro– y de su abuelo, Rafael Panadero Muñoz –que hacía vinos hace más de un siglo en el popular Lagar del Juez–.
Con esta nueva vía de negocio, pensada exclusivamente en el cliente final –que podrá, de este modo, escoger productos artesanos de la mejor calidad y a precios asequibles para la mayoría de los bolsillos– Los Raigones demuestra nuevamente cómo los valores del esfuerzo, del respeto y de la responsabilidad siguen perfectamente vigentes en esa atalaya de la Sierra de Montilla.
En compañía de familiares, amigos y empleados de la propia firma, los hermanos Jiménez-Luque Romero abrieron las puertas de un novedoso y exclusivo establecimiento que viene a complementar la oferta que Los Raigones ya mantenía en su tradicional tienda de vinos y aceites, gracias a la incorporación de una selecta gama de productos de la zona que muchos de los clientes y visitantes que recibe el lagar a lo largo del año habían ido demandando en los últimos tiempos.
"El crecimiento que ha supuesto para Córdoba y provincia el enoturismo ha sido el motivo que nos ha impulsado finalmente a emprender este nuevo camino", reconoció Santiago Jiménez, quien desveló que el proceso de selección de los productos que, a partir de ahora, podrán adquirirse en la tienda gourmet de los Raigones se ha regido por cuatro principios fundamentales: calidad, presentación, variedad y exclusividad.
"La calidad es fundamental en los productos escogidos, ya que deben ir en perfecta sintonía con los vinos y aceites que elaboramos en esta casa", subrayó Santiago Jiménez, quien añadió que mientras que la presentación genera la necesaria "atracción visual del producto" destinado a un público cada vez más exigente, la variedad de la oferta –que en este caso supera las 200 referencias–, permite "cubrir las necesidades de nuestros distinguidos clientes".
Con todo, si hay un elemento que caracteriza la nueva tienda gourmet de Los Raigones es, sin duda, el de la exclusividad, ya que la mayor parte de los productos que se sirven a la venta no están presentes en las grandes cadenas de distribución alimentarias ni en grandes superficies, lo que concede ese toque de singularidad y de distinción que siempre ha caracterizado a esta firma.
"Si este lagar ya contaba con un punto diferenciador con respecto a otros establecimientos por ser, precisamente, fábrica de aceites, ahora se hace todavía más atractivo por contar con una tienda de vinos, aceites y de alimentación donde el cliente puede degustar y disfrutar de una amplia y selecta gama de exquisiteces gastronómicas y vinícolas", recalcó uno de sus responsables.
Junto a sus reconocidos aceites de oliva virgen extra –disponibles en mas de diez formatos diferentes–, la tienda gourmet de Los Raigones ofrece una gama de productos ecológicos, así como aceitunas aliñadas, vinagres y una extensa carta de vinos –tanto de elaboración propia como procedentes de otras denominaciones de Origen tan señeras como Rioja, Ribera del Duero, Rueda, Rias Baixas o Jumilla–.
Con todo, los clientes y turistas que se acercan a diario hasta el Lagar Los Raigones suelen demandar los vinos elaborados en la casa: jóvenes, de tinaja, finos, semidulces, amontillados y dulces Pedro Ximénez, sin olvidar su exquisito vermut o su excepcional arrope. Una amplia carta que, desde hace unas semanas, se completa con su fino Lagar del Cerro, en homenaje a Santiago Jiménez Panadero, Capataz de Campo de la Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles en 2015 y gran impulsor de esta empresa familiar adscrita a la Asociación de Lagares de la Sierra de Montilla.
La tienda gourmet de Los Raigones también sirve anís de Rute, dulces, regañás y productos elaborados con aloe vera de Montilla, sin olvidar las conservas del Mar Cantábrico y de la Rías Gallegas, entre las que destacan el bonito, el atún, las anchoas, los mejillones, las sardinillas o los berberechos.
Los anaqueles del nuevo establecimiento también exhiben turrolate de Priego de Córdoba; jamón de bellota y de cebo, así como ibéricos de primera calidad procedentes de Villanueva de Córdoba; carne y crema de membrillo de Puente Genil; nueces con miel, miel de aguacate y miel de azahar de Hornachuelos, junto a quesos de cabra payoya de Cádiz.
"La lista de referencias supera los dos centenares", resaltó satisfecho Santiago Jiménez, quien hizo especial hincapié en los patés de aceituna, el salmorejo, las mermeladas y el tomate frito natural de Villarubia, así como en los ajos fritos, condimentados y negros de Montalbán, que complementan la amplia gama de legumbres de Montemayor y de licores premium de Fernán Nuñez.
"También trabajamos las conservas de carne –perdiz, codorniz o rabo estofado–, el pisto murciano, los pimientos del Piquillo, las alcachofas en conserva o los espárragos gigantes de Navarra", subrayó el portavoz de Los Raigones que, próximamente, incorporará a esta amplísima y selecta gama de productos foies de pato, pastas, frutos secos, caramelos, galletas y chocolates.
Una empresa familiar con varias líneas de negocio
Pese a mantener su innegable esencia familiar, Los Raigones se configura hoy en día en varios departamentos de negocio que abarcan la producción agrícola, la industria aceitera, la elaboración y crianza de vinos y la distribución comercial de sus productos a establecimientos de hostelería y restauración pero, también, a través de su tienda online.
Todo ello, unido a su apuesta por el oleoturismo y por el enoturismo y a su nuevo comercio gourmet, permite a la firma sacar adelante sus propias cosechas con más rentabilidad y, al mismo tiempo, avanzar en la mejora de sus instalaciones para conseguir avanzar en esa excelencia que ha sido santo y seña desde que Santiago Jiménez Panadero tomó el testigo de su padre, Santiago Jiménez Arragoeta –que se inició en el universo vinícola en el ya desaparecido Lagar del Cerro– y de su abuelo, Rafael Panadero Muñoz –que hacía vinos hace más de un siglo en el popular Lagar del Juez–.
Con esta nueva vía de negocio, pensada exclusivamente en el cliente final –que podrá, de este modo, escoger productos artesanos de la mejor calidad y a precios asequibles para la mayoría de los bolsillos– Los Raigones demuestra nuevamente cómo los valores del esfuerzo, del respeto y de la responsabilidad siguen perfectamente vigentes en esa atalaya de la Sierra de Montilla.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE GRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR