El delegado de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Francisco Zurera, entregó ayer en el castillo de Montilla los premios del Concurso Pedro Cabezuelo correspondientes a la campaña 2016, unos galardones que pretenden reconocer el trabajo realizado por los viticultores del marco Montilla-Moriles en la detección precoz del mildiu.
El primer premio de esta edición recayó en la viticultora montillana Ana Luque, que localizó en su explotación de la Sierra la primera evidencia de esta epidemia vegetal que afecta a los viñedos, especialmente durante los meses de primavera.
Durante su intervención, Zurera destacó que el Concurso Pedro Cabezuelo se ha convertido en "una herramienta fundamental para detectar de forma precoz el mildiu y asegurar la calidad de la uva y de la cosecha". Asimismo, el delegado de Agricultura recordó que el sistema de detección precoz favorece un modelo de cultivo "más sostenible" dado que, una vez se alerta de las primeras manchas de esta enfermedad, se puede planificar un tratamiento más eficiente.
Los premios, que cuentan con la colaboración de la Fundación Social y Cultural de la Caja Rural del Sur, nacieron hace 34 años con el objetivo de gratificar a los viticultores que detectaron y comunicaron las primeras manchas de mildiu. Así, en esta ocasión, se ha reconocido a Ana Luque Robles, de Montilla; Pedro Moreno Carmona, de Montemayor; José Antonio Pérez Garrido, de Aguilar de la Frontera; y Ana Josefa Marín, de Aguilar de la Frontera, que recibieron premios que oscilaron entre los 250 y los 700 euros.
"Entendemos que estos galardones reconocen la labor de todos los agricultores en la detección de esta enfermedad, un trabajo que, de otro modo, sería inviable para la Administración", subrayó José Luis Vera, representante de la Fundación Social y Cultural de la Caja Rural del Sur, quien insistió en la importancia de apoyar esta labor preventiva por parte de los viticultores del marco.
Por su parte, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, defendió la "repercusión fundamental" del trabajo realizado por los viticultores de la zona de Montilla-Moriles en el trabajo de defensa de las cosechas frente a esta enfermedad que, como señaló, "se traduce en calidad de nuestros vinos, gracias a un procedimiento útil y que sirve para velar por las cosechas".
Los premios se convocaron por primera vez en 1984, gracias a la iniciativa de Pedro Cabezuelo, jefe de la Sección de Protección de los Vegetales en Córdoba. El programa dio sus primeros frutos entre 1989 y 1991, años en los que gracias a las denuncias de las primeras manchas y a la divulgación realizada por la propia Delegación de Agricultura y Pesca en los medios de comunicación y en charlas directas a los agricultores, se consiguió detener la epidemia. Desde entonces, el nombre del promotor del concurso, Pedro Cabezuelo, ha ido unido a la convocatoria de estos premios. .
El primer premio de esta edición recayó en la viticultora montillana Ana Luque, que localizó en su explotación de la Sierra la primera evidencia de esta epidemia vegetal que afecta a los viñedos, especialmente durante los meses de primavera.
Durante su intervención, Zurera destacó que el Concurso Pedro Cabezuelo se ha convertido en "una herramienta fundamental para detectar de forma precoz el mildiu y asegurar la calidad de la uva y de la cosecha". Asimismo, el delegado de Agricultura recordó que el sistema de detección precoz favorece un modelo de cultivo "más sostenible" dado que, una vez se alerta de las primeras manchas de esta enfermedad, se puede planificar un tratamiento más eficiente.
Los premios, que cuentan con la colaboración de la Fundación Social y Cultural de la Caja Rural del Sur, nacieron hace 34 años con el objetivo de gratificar a los viticultores que detectaron y comunicaron las primeras manchas de mildiu. Así, en esta ocasión, se ha reconocido a Ana Luque Robles, de Montilla; Pedro Moreno Carmona, de Montemayor; José Antonio Pérez Garrido, de Aguilar de la Frontera; y Ana Josefa Marín, de Aguilar de la Frontera, que recibieron premios que oscilaron entre los 250 y los 700 euros.
"Entendemos que estos galardones reconocen la labor de todos los agricultores en la detección de esta enfermedad, un trabajo que, de otro modo, sería inviable para la Administración", subrayó José Luis Vera, representante de la Fundación Social y Cultural de la Caja Rural del Sur, quien insistió en la importancia de apoyar esta labor preventiva por parte de los viticultores del marco.
Por su parte, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, defendió la "repercusión fundamental" del trabajo realizado por los viticultores de la zona de Montilla-Moriles en el trabajo de defensa de las cosechas frente a esta enfermedad que, como señaló, "se traduce en calidad de nuestros vinos, gracias a un procedimiento útil y que sirve para velar por las cosechas".
Los premios se convocaron por primera vez en 1984, gracias a la iniciativa de Pedro Cabezuelo, jefe de la Sección de Protección de los Vegetales en Córdoba. El programa dio sus primeros frutos entre 1989 y 1991, años en los que gracias a las denuncias de las primeras manchas y a la divulgación realizada por la propia Delegación de Agricultura y Pesca en los medios de comunicación y en charlas directas a los agricultores, se consiguió detener la epidemia. Desde entonces, el nombre del promotor del concurso, Pedro Cabezuelo, ha ido unido a la convocatoria de estos premios. .
I. TÉLLEZ / J.P. BELLIDO
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR