El edificio Solera, situado a las espaldas del Ayuntamiento de Montilla, con entrada desde la calle Palomar, acoge desde esta tarde y hasta el próximo miércoles una colecta dirigida a ampliar el número de donantes de sangre y de plasma en la provincia de Córdoba. A lo largo de tres días, los profesionales sanitarios atenderán a las personas interesadas en horario de 17.30 de la tarde a 21.30 de la noche.
Los requisitos para poder ser donante son tener entre 18 y 65 años y un peso igual o superior a los 50 kilogramos; además, no se puede padecer anemia y no se deben realizar prácticas de riesgo que faciliten el contagio de enfermedades, como por ejemplo, la hepatitis, la sífilis o el sida.
En todas las provincias andaluzas hay puntos para acudir a donar sangre con horarios flexibles, de manera que se pueda hacer una donación tras la jornada laboral o, incluso, los fines de semana. Las salidas diarias de las unidades móviles a los distintos municipios andaluces pueden consultarse en la web del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Las enfermedades hematológicas tales como las anemias, las leucemias, los linfomas y la trombocitopenia representan hoy el conjunto de patologías que más demanda de sangre presentan. En segundo lugar se encuentran las hemorragias, siendo en su mayoría digestivas. Le siguen en orden de frecuencia las prótesis articulares, los traumatismos y, en menor medida, el infarto agudo de miocardio, la sepsis y la cirugía en general.
Los trasplantes, a pesar de que consumen muchas unidades de concentrados de hematíes, son en general las intervenciones que menos sangre demandan debido a su baja incidencia sobre el global de las intervenciones que se practican en los hospitales.
En el proceso de donación se están produciendo cambios importantes orientados a obtener por separado los distintos componentes de la sangre (plasma, hematíes y plaquetas) con la finalidad de poder orientar cada donación a las necesidades de cada momento.
El Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) de Córdoba pretende alcanzar a lo largo de 2017 un total de 31.000 donaciones para seguir cubriendo la demanda de los centros hospitalarios y, asimismo, rejuvenecer el censo de donantes, ya que la mayoría de los que lo integran tienen más de 50 años y solo se puede donar hasta los 65.
Otra de las metas es duplicar las donaciones de plasma, que ya durante el 2016 se incrementó un 6 por ciento –pasando de 975 que hubo en el 2015 a 1.035–, lo que favoreció el tratamiento de determinados pacientes, sobre todo aquellos que sufren enfermedades oncológicas, de ahí la importancia de realizar extracciones exclusivas de plasma u obtener este componente sanguíneo de las extracciones de sangre habituales.
Los requisitos para poder ser donante son tener entre 18 y 65 años y un peso igual o superior a los 50 kilogramos; además, no se puede padecer anemia y no se deben realizar prácticas de riesgo que faciliten el contagio de enfermedades, como por ejemplo, la hepatitis, la sífilis o el sida.
En todas las provincias andaluzas hay puntos para acudir a donar sangre con horarios flexibles, de manera que se pueda hacer una donación tras la jornada laboral o, incluso, los fines de semana. Las salidas diarias de las unidades móviles a los distintos municipios andaluces pueden consultarse en la web del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Las enfermedades hematológicas tales como las anemias, las leucemias, los linfomas y la trombocitopenia representan hoy el conjunto de patologías que más demanda de sangre presentan. En segundo lugar se encuentran las hemorragias, siendo en su mayoría digestivas. Le siguen en orden de frecuencia las prótesis articulares, los traumatismos y, en menor medida, el infarto agudo de miocardio, la sepsis y la cirugía en general.
Los trasplantes, a pesar de que consumen muchas unidades de concentrados de hematíes, son en general las intervenciones que menos sangre demandan debido a su baja incidencia sobre el global de las intervenciones que se practican en los hospitales.
En el proceso de donación se están produciendo cambios importantes orientados a obtener por separado los distintos componentes de la sangre (plasma, hematíes y plaquetas) con la finalidad de poder orientar cada donación a las necesidades de cada momento.
El Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) de Córdoba pretende alcanzar a lo largo de 2017 un total de 31.000 donaciones para seguir cubriendo la demanda de los centros hospitalarios y, asimismo, rejuvenecer el censo de donantes, ya que la mayoría de los que lo integran tienen más de 50 años y solo se puede donar hasta los 65.
Otra de las metas es duplicar las donaciones de plasma, que ya durante el 2016 se incrementó un 6 por ciento –pasando de 975 que hubo en el 2015 a 1.035–, lo que favoreció el tratamiento de determinados pacientes, sobre todo aquellos que sufren enfermedades oncológicas, de ahí la importancia de realizar extracciones exclusivas de plasma u obtener este componente sanguíneo de las extracciones de sangre habituales.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL