Varios vecinos de Montilla han dado hoy la voz de alarma ante lo que consideran “prácticas abusivas” de una editorial que "enmascara" una venta de libros tras una supuesta encuesta telefónica sobre hábitos de lectura. Según han detallado a Montilla Digital varios afectados, la pasada semana recibieron una llamada en la que una operadora realizaba una encuesta sobre aspectos culturales de la localidad.
“Me preguntaron sobre el número de bibliotecas que había en Montilla y sobre el número de libros que leía al mes”, ha explicado una de las afectadas, que asegura que “tras realizar la encuesta, la operadora me comentó que por haber respondido todas las preguntas, iban a regalarme un libro y que solo tendría que pagar los gastos de envío”.
Pese a que todos los afectados que han contactado con este periódico coinciden en señalar que “cuando dijeron que había que pagar gastos de envío les pedimos que no nos mandaran el libro de regalo”, esta misma mañana han recibido en sus domicilios la visita de un comercial que reclamaba la entrega de 4,00 euros en concepto de "gastos de envío".
“Le he intentado explicar al muchacho, de manera educada, que no me parecía bien cómo habían actuado para venderme un libro que yo no he pedido y el comercial ha insistido una y otra vez en que debía entregarle los 4,00 euros porque, de lo contrario, lo penalizarían a él por no haber hecho entrega del supuesto regalo”, añade otro vecino de Montilla, que coincide en el relato de los hechos con los dos anteriores.
Las organizaciones de consumidores alertan de la proliferación de estas técnicas de venta “agresivas” y “encubiertas”, que tratan de camuflar una compraventa haciéndola pasar por un supuesto premio. “Los comerciales llaman y sus víctimas preferidas son personas de avanzada edad que viven solas. Una vez cruzan la puerta, pueden permanecer en la vivienda hasta horas, hablando de temas personales para ganarse su confianza”, alertan desde la Unión de Consumidores, que recomiendan “no dejar entrar en casa a ningún comercial o empresa que no se haya llamado previamente”.
“El modus operandi tiene variaciones pero se basa en buscar personas mayores y, mezclando ingeniería social y agresividad intimidatoria, conseguir que firmen compras de artículos que no querían, ni necesitan, ni valen lo que se paga por ellos”, explica Julio Alonso, director general de Weblogs, quien en su blog Merodeando aclara que “unas veces llaman para una encuesta, otras para un sorteo o para un regalo”.
“Me preguntaron sobre el número de bibliotecas que había en Montilla y sobre el número de libros que leía al mes”, ha explicado una de las afectadas, que asegura que “tras realizar la encuesta, la operadora me comentó que por haber respondido todas las preguntas, iban a regalarme un libro y que solo tendría que pagar los gastos de envío”.
Pese a que todos los afectados que han contactado con este periódico coinciden en señalar que “cuando dijeron que había que pagar gastos de envío les pedimos que no nos mandaran el libro de regalo”, esta misma mañana han recibido en sus domicilios la visita de un comercial que reclamaba la entrega de 4,00 euros en concepto de "gastos de envío".
“Le he intentado explicar al muchacho, de manera educada, que no me parecía bien cómo habían actuado para venderme un libro que yo no he pedido y el comercial ha insistido una y otra vez en que debía entregarle los 4,00 euros porque, de lo contrario, lo penalizarían a él por no haber hecho entrega del supuesto regalo”, añade otro vecino de Montilla, que coincide en el relato de los hechos con los dos anteriores.
Las organizaciones de consumidores alertan de la proliferación de estas técnicas de venta “agresivas” y “encubiertas”, que tratan de camuflar una compraventa haciéndola pasar por un supuesto premio. “Los comerciales llaman y sus víctimas preferidas son personas de avanzada edad que viven solas. Una vez cruzan la puerta, pueden permanecer en la vivienda hasta horas, hablando de temas personales para ganarse su confianza”, alertan desde la Unión de Consumidores, que recomiendan “no dejar entrar en casa a ningún comercial o empresa que no se haya llamado previamente”.
“El modus operandi tiene variaciones pero se basa en buscar personas mayores y, mezclando ingeniería social y agresividad intimidatoria, conseguir que firmen compras de artículos que no querían, ni necesitan, ni valen lo que se paga por ellos”, explica Julio Alonso, director general de Weblogs, quien en su blog Merodeando aclara que “unas veces llaman para una encuesta, otras para un sorteo o para un regalo”.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN