El mayor y principal hándicap del Cadete Apedem en el partido que disputó el sábado en el Estadio Municipal montillano ante el Palomera Naranjo C.D. se llamó infortunio. Desatino de cara a puerta, que suma y sigue a una ya preocupante mala racha goleadora que está haciendo que el equipo descienda en la tabla clasificatoria.
Comenzó el partido con un ritmo endiablado de los amarillos de cara al gol, acciones de rapidez con y sin balón que acercaban a los montillanos en demasiadas ocasiones hacia la meta del portero visitante Antonio Costa. Entre ellas, la que tuvo Álvaro Ramírez a dos minutos del comienzo cuando, en un mal despeje de la zaga rojinegra, le llegó el balón a los pies y, en carrera hacia la portería por la banda izquierda, cruzó en exceso el esférico ante la salida del portero visitante.
Siete minutos después, Pablo Raya recibió un balón en velocidad cedido por Iván López y este, estrepitosamente, lo mandó a las nubes cuando los aficionados que asistieron al encuentro ya preparaban sus gargantas para celebrar el primer gol del partido.
El planteamiento táctico que puso el entrenador montillano Yimi dejó claro que la idea era mandar balones en largo hacia las líneas ofensivas, quienes, por coraje y tesón, ganaban la partida en lucha con la defensa palomera. Luego, la falta de acierto y el muro de Antonio Carlos Costa que los auriverdes se encontraron entre los tres palos, hizo que ninguna llegara a buen fin. Muy buen partido del guardameta visitante quien en los muchos mano a mano que tuvo con los delanteros locales, siempre salió victorioso.
Hasta seis ocasiones claras, clarísimas, de gol tuvieron los auriverdes en la primera parte para poder haber sentenciado el partido, pero ninguna de ellas se materializó y eso, a la postre, acabó pasando factura. De este modo llegó el final de los primeros cuarenta y cinco minutos y los vestuarios esperaban a unos cadetes llenos de orgullo pero faltos de acierto. Tiempo para dar instrucciones, reponer fuerzas y plantear tácticas nuevas que pudieran poner a favor el marcador.
El comienzo de la segunda parte fue muy similar a la primera. A renglón seguido de una ocasión de Ian Muñoz en el primer minuto, llegó un saque de esquina materializado por Adrián Guijarro al primer palo y cabeceado con picardía hacia la portería por José Manuel Cruz. El balón, despejado por un defensor, llegó envenenado como un obús hacia el palo corto del portero visitante quien, de una magistral estirada, desvió a córner en lo que sería la mejor intervención del partido.
El Palomera Naranjo también jugó sus bazas y, en una jugada con saque en largo del guardameta, llegó el primer gol del partido. Corría el minuto 48 de juego cuando el balón, en una indecisión defensiva, acabó en los pies del Ángel Luis Campillos, quien lo elevó ante la tardía salida del portero local y lo transformó en 0-1 en el marcador, dejando un sabor agridulce tanto en los jugadores montillanos, como en la grada vinícola.
Dos minutos después, y para remate del infortunio, otro fallo defensivo hace que Marcos Figueredo , aprovechando un nuevo balón en largo, dispare entre varios defensores haciendo el 0-2 en el luminoso y provocando la desesperación en el cadete Apedem quien veía como, en solo dos llegadas de peligro, los rojinegros conseguían poner tierra de por medio en el marcador.
Los jugadores del Cadete Apedem nunca bajaron los brazos ante tal desatino y seguían intentando hilvanar algún contraataque que les propiciara acercarse al Palomera. Fruto de esa situación llegó el único gol local cuando, tras una internada por la banda izquierda de Ian Muñoz, fue aprovechada por Alberto Rodríguez quién, bajo palos, remató a placer el centro del extremo. 1-2, minuto 66 y todavía quedaba un halo de esperanza para la remontada.
De ahí al final del partido, el encuentro se convirtió en un asedio de los amarillos contra la meta del Palomera. Una y otra vez los montillanos se plantaban con mucha claridad ante el meta visitante, y una y otra vez fallaban claras ocasiones de gol ante la desesperación de la parroquia local. Las líneas adelantadas de los visitantes, que llevaban la defensa casi a la medular del campo, hacían que los cadetes incurrieran en muchos fueras de juego, situación que encrespó con creces tanto a jugadores como al público en general.
En los últimos minutos del partido, el colegiado del encuentro agravó la posible remontada cuando expulsó, por doble amarilla, al jugador montillano Álvaro Ramírez por algún insulto, lo que dejó a los vinícolas con uno menos y una situación algo complicada para remontar.
Final del partido y, de nuevo, el Cadete Apedem se llevó un resultado negativo después de haber tenido quince claras ocasiones de gol por dos de los visitantes. La magia del éxito en el fútbol es meter con acierto la pelotita dentro de los tres palos; si se carece de esa magia, si no se tienen conejos dentro de la chistera, el truco fracasa y nos convertimos en vulnerables.
Esperando que durante la semana de entrenamientos aparezca esa chispa de suerte de cara al gol, el Cadete Apedem afrontará el próximo sábado un partido muy complicado a domicilio ante el líder de la categoría, el Salerm de Puente Genil, equipo que lidera la clasificación con diez puntos sobre el segundo y que, de seguro, pondrá muy difícil la victoria del Cadete Apedem.
Cadete Apedem 1 -- 2 Palomera Naranjo C.D. Cultural
Cadete Apedem: Daniel Agudo, Miguel Mora, José Manuel Cruz, José Manuel Gil, José María Rubio, Adrián Guijarro, Iván López, José Antonio López, Pablo Raya, Álvaro Ramírez y Óscar Alcaide. También jugaron Nacho Fernández, Alberto Rodríguez, Ian Muñoz, Juniel Herenas y Javier Feria.
Palomera Naranjo C.D. Cultural: Antonio Costa, Raúl Morales, Álvaro Muñoz, Miguel Coca, Pablo Bretón, Jorge Gómez, Ignacio Varona, Pablo Arroyo, Álvaro Franco, Juan Luis Carrasco y Marcos Figueredo. También jugaron Jhon Patrick, Ángel Luís Campillos, Adrián Castañeda, Rafael Solís y José Ángel Maestre.
Goles: 0-1 Ángel Luís Campillos (m.48); 0-2 Marcos Figueredo (m.50); 1-2 Alberto Rodríguez (m.66)
Comenzó el partido con un ritmo endiablado de los amarillos de cara al gol, acciones de rapidez con y sin balón que acercaban a los montillanos en demasiadas ocasiones hacia la meta del portero visitante Antonio Costa. Entre ellas, la que tuvo Álvaro Ramírez a dos minutos del comienzo cuando, en un mal despeje de la zaga rojinegra, le llegó el balón a los pies y, en carrera hacia la portería por la banda izquierda, cruzó en exceso el esférico ante la salida del portero visitante.
Siete minutos después, Pablo Raya recibió un balón en velocidad cedido por Iván López y este, estrepitosamente, lo mandó a las nubes cuando los aficionados que asistieron al encuentro ya preparaban sus gargantas para celebrar el primer gol del partido.
El planteamiento táctico que puso el entrenador montillano Yimi dejó claro que la idea era mandar balones en largo hacia las líneas ofensivas, quienes, por coraje y tesón, ganaban la partida en lucha con la defensa palomera. Luego, la falta de acierto y el muro de Antonio Carlos Costa que los auriverdes se encontraron entre los tres palos, hizo que ninguna llegara a buen fin. Muy buen partido del guardameta visitante quien en los muchos mano a mano que tuvo con los delanteros locales, siempre salió victorioso.
Hasta seis ocasiones claras, clarísimas, de gol tuvieron los auriverdes en la primera parte para poder haber sentenciado el partido, pero ninguna de ellas se materializó y eso, a la postre, acabó pasando factura. De este modo llegó el final de los primeros cuarenta y cinco minutos y los vestuarios esperaban a unos cadetes llenos de orgullo pero faltos de acierto. Tiempo para dar instrucciones, reponer fuerzas y plantear tácticas nuevas que pudieran poner a favor el marcador.
El comienzo de la segunda parte fue muy similar a la primera. A renglón seguido de una ocasión de Ian Muñoz en el primer minuto, llegó un saque de esquina materializado por Adrián Guijarro al primer palo y cabeceado con picardía hacia la portería por José Manuel Cruz. El balón, despejado por un defensor, llegó envenenado como un obús hacia el palo corto del portero visitante quien, de una magistral estirada, desvió a córner en lo que sería la mejor intervención del partido.
El Palomera Naranjo también jugó sus bazas y, en una jugada con saque en largo del guardameta, llegó el primer gol del partido. Corría el minuto 48 de juego cuando el balón, en una indecisión defensiva, acabó en los pies del Ángel Luis Campillos, quien lo elevó ante la tardía salida del portero local y lo transformó en 0-1 en el marcador, dejando un sabor agridulce tanto en los jugadores montillanos, como en la grada vinícola.
Dos minutos después, y para remate del infortunio, otro fallo defensivo hace que Marcos Figueredo , aprovechando un nuevo balón en largo, dispare entre varios defensores haciendo el 0-2 en el luminoso y provocando la desesperación en el cadete Apedem quien veía como, en solo dos llegadas de peligro, los rojinegros conseguían poner tierra de por medio en el marcador.
Los jugadores del Cadete Apedem nunca bajaron los brazos ante tal desatino y seguían intentando hilvanar algún contraataque que les propiciara acercarse al Palomera. Fruto de esa situación llegó el único gol local cuando, tras una internada por la banda izquierda de Ian Muñoz, fue aprovechada por Alberto Rodríguez quién, bajo palos, remató a placer el centro del extremo. 1-2, minuto 66 y todavía quedaba un halo de esperanza para la remontada.
De ahí al final del partido, el encuentro se convirtió en un asedio de los amarillos contra la meta del Palomera. Una y otra vez los montillanos se plantaban con mucha claridad ante el meta visitante, y una y otra vez fallaban claras ocasiones de gol ante la desesperación de la parroquia local. Las líneas adelantadas de los visitantes, que llevaban la defensa casi a la medular del campo, hacían que los cadetes incurrieran en muchos fueras de juego, situación que encrespó con creces tanto a jugadores como al público en general.
En los últimos minutos del partido, el colegiado del encuentro agravó la posible remontada cuando expulsó, por doble amarilla, al jugador montillano Álvaro Ramírez por algún insulto, lo que dejó a los vinícolas con uno menos y una situación algo complicada para remontar.
Final del partido y, de nuevo, el Cadete Apedem se llevó un resultado negativo después de haber tenido quince claras ocasiones de gol por dos de los visitantes. La magia del éxito en el fútbol es meter con acierto la pelotita dentro de los tres palos; si se carece de esa magia, si no se tienen conejos dentro de la chistera, el truco fracasa y nos convertimos en vulnerables.
Esperando que durante la semana de entrenamientos aparezca esa chispa de suerte de cara al gol, el Cadete Apedem afrontará el próximo sábado un partido muy complicado a domicilio ante el líder de la categoría, el Salerm de Puente Genil, equipo que lidera la clasificación con diez puntos sobre el segundo y que, de seguro, pondrá muy difícil la victoria del Cadete Apedem.
Cadete Apedem 1 -- 2 Palomera Naranjo C.D. Cultural
Cadete Apedem: Daniel Agudo, Miguel Mora, José Manuel Cruz, José Manuel Gil, José María Rubio, Adrián Guijarro, Iván López, José Antonio López, Pablo Raya, Álvaro Ramírez y Óscar Alcaide. También jugaron Nacho Fernández, Alberto Rodríguez, Ian Muñoz, Juniel Herenas y Javier Feria.
Palomera Naranjo C.D. Cultural: Antonio Costa, Raúl Morales, Álvaro Muñoz, Miguel Coca, Pablo Bretón, Jorge Gómez, Ignacio Varona, Pablo Arroyo, Álvaro Franco, Juan Luis Carrasco y Marcos Figueredo. También jugaron Jhon Patrick, Ángel Luís Campillos, Adrián Castañeda, Rafael Solís y José Ángel Maestre.
Goles: 0-1 Ángel Luís Campillos (m.48); 0-2 Marcos Figueredo (m.50); 1-2 Alberto Rodríguez (m.66)
PACO ALCAIDE / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: C.D. APEDEM MONTILLA
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