Por tercer año consecutivo, los integrantes de la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano consiguieron reunir a centenares de montillanos en torno a uno de los roscones de Reyes más grandes de la provincia de Córdoba.
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, y el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Francisco García Zamora, compartieron, a modo de inauguración, un brindis con vino dulce Pedro Ximénez con la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Inmaculada Santos; con el hermano mayor de la Humildad, Tomás Jiménez Polo; con el párroco de San Francisco Solano, Ángel Lara, y con el representante de la empresa Productos Artesanos Cabello, encargada de elaborar el gigantesco dulce.
La cofradía del Martes Santo daba de esta forma el pistoletazo de salida a la tercera edición de una cita navideña que, además, contó con la presencia de los Reyes Magos, que hicieron las delicias de los más pequeños, al igual que las actividades dirigidas al público infantil o las actuaciones del Coro Albahaca y del Coro de la Asociación Carnavalesca Prudencio Molina.
Dispuesto a lo largo de 200 metros lineales y formado por 400 piezas de medio metro cada una, el tercer Roscón de Reyes Gigante de la Hermandad de la Humildad repartió 3.200 porciones de este manjar navideño entre los centenares de montillanos que se congregaron en la Plaza de la Rosa, donde también pudieron degustar un buen vaso de chocolate caliente.
La hazaña –que recogía el testigo del roscón elaborado en 2009 por los jóvenes cofrades de El Dulce Nombre y que se convirtió en el más grande del mundo con 238 metros de largo– contó en esta ocasión con el buen hacer de Productos Artesanos Cabello, que empleó más de 300 kilos de harina, 80 litros de mix de nata montada, 80 kilos de crema, 15 kilos de levadura, una docena de kilos de naranja y fruta escarchada, además de 15 litros de gelatina.
Además, desde la cofradía radicada en la Parroquia de San Francisco Solano no quisieron olvidar una de las tradiciones que acompañan a este dulce navideño. Por ello, se escondieron un total de 250 regalos entre la crema y nata que rellenaban el roscón gigante, haciendo de esta forma más divertida su degustación.
Las bajas temperaturas que se registraron durante toda la tarde de ayer en Montilla no impidieron que fueran cientos los montillanos que se acercaron hasta la Plaza de La Rosa para disfrutar de una actividad que, pese a contar con tan sólo tres años de vida, ha logrado afianzarse en el calendario festivo navideño de la localidad.
Los fondos recaudados a través de esta iniciativa servirán para financiar los gastos a los que la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano debe hacer frente para poder celebrar su estación de penitencia en la tarde noche del Martes Santo.
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, y el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Francisco García Zamora, compartieron, a modo de inauguración, un brindis con vino dulce Pedro Ximénez con la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Inmaculada Santos; con el hermano mayor de la Humildad, Tomás Jiménez Polo; con el párroco de San Francisco Solano, Ángel Lara, y con el representante de la empresa Productos Artesanos Cabello, encargada de elaborar el gigantesco dulce.
La cofradía del Martes Santo daba de esta forma el pistoletazo de salida a la tercera edición de una cita navideña que, además, contó con la presencia de los Reyes Magos, que hicieron las delicias de los más pequeños, al igual que las actividades dirigidas al público infantil o las actuaciones del Coro Albahaca y del Coro de la Asociación Carnavalesca Prudencio Molina.
Dispuesto a lo largo de 200 metros lineales y formado por 400 piezas de medio metro cada una, el tercer Roscón de Reyes Gigante de la Hermandad de la Humildad repartió 3.200 porciones de este manjar navideño entre los centenares de montillanos que se congregaron en la Plaza de la Rosa, donde también pudieron degustar un buen vaso de chocolate caliente.
La hazaña –que recogía el testigo del roscón elaborado en 2009 por los jóvenes cofrades de El Dulce Nombre y que se convirtió en el más grande del mundo con 238 metros de largo– contó en esta ocasión con el buen hacer de Productos Artesanos Cabello, que empleó más de 300 kilos de harina, 80 litros de mix de nata montada, 80 kilos de crema, 15 kilos de levadura, una docena de kilos de naranja y fruta escarchada, además de 15 litros de gelatina.
Además, desde la cofradía radicada en la Parroquia de San Francisco Solano no quisieron olvidar una de las tradiciones que acompañan a este dulce navideño. Por ello, se escondieron un total de 250 regalos entre la crema y nata que rellenaban el roscón gigante, haciendo de esta forma más divertida su degustación.
Las bajas temperaturas que se registraron durante toda la tarde de ayer en Montilla no impidieron que fueran cientos los montillanos que se acercaron hasta la Plaza de La Rosa para disfrutar de una actividad que, pese a contar con tan sólo tres años de vida, ha logrado afianzarse en el calendario festivo navideño de la localidad.
Los fondos recaudados a través de esta iniciativa servirán para financiar los gastos a los que la Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, María Santísima de la Caridad en sus Tristezas y San Francisco Solano debe hacer frente para poder celebrar su estación de penitencia en la tarde noche del Martes Santo.
I. TÉLLEZ / J.P. BELLIDO
REPORTAJE FOTOGRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
REPORTAJE FOTOGRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR