La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), un organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, ha iniciado ya los trabajos de conservación y mantenimiento del arroyo Salado, a su paso por los términos municipales de Montilla, Montalbán y Santaella.
Estas actuaciones, que han sido demandadas por ayuntamientos y comunidades de regantes, se inscriben en el marco de las operaciones desarrolladas por la CHG para el mantenimiento y conservación de cauces en la zona de Córdoba, actuaciones para las que, en conjunto, el organismo de cuenca cuenta con un presupuesto de 523.700 euros para el año 2016.
Las obras, ya iniciadas por la CHG, están sirviendo para mejorar el estado ecológico de los ríos, tomando como base el estudio de presiones e impactos desarrollado por la CHG, y conjugando criterios de morfología, hidrología e hidráulica fluvial con otros criterios ambientales, paisajísticos y socioeconómicos.
Los trabajos iniciados en el arroyo Salado –uno de los principales afluentes del río Cabra– afectan a 9.150 metros de cauce y de algunos de sus afluentes en los términos municipales de Montilla, Montalbán y Santaella, donde ya se ha recuperado la continuidad longitudinal del sistema fluvial con la eliminación de barreras transversales (azudes, vados sobreelevados, estructuras de sección hidráulica insuficiente, entre otras) con lo que se ha conseguido mejorar el perfil longitudinal del río.
Al mismo tiempo, se han eliminado barreras longitudinales (diques, motas y muros) aumentando así la anchura del espacio de movilidad fluvial y la conectividad lateral del cauce con sus riberas y su llanura de inundación. Estos trabajos ya han permitido recuperar la morfología natural del cauce mediante la excavación de los meandros primitivos y el movimiento de tierras necesario, lo que también ha servido para liberar terrenos de cultivo colindantes.
Además, con estas actuaciones se ha conseguido disminuir los efectos negativos de las inundaciones en tramos de riesgo al haber estabilizado las márgenes afectadas mediante la retirada de tapones y obstáculos sobre el cauce, movimiento de acarreos en cauces y la implantación de escolleras de defensa de márgenes, así como la sustitución de obras de paso de insuficiente capacidad por vados inundables.
Las actuaciones desarrolladas en estos tramos del arroyo Salado y cauces afluentes han supuesto el movimiento de más de 71.000 metros cúbicos de tierra, la instalación de 1.323 metros cúbicos de escollera y la eliminación de dos vados sobreelevados y de una obra de paso insuficiente, que han sido sustituidos por vados inundables.
La CHG se dispone ahora a mejorar la composición y estructura de la vegetación de las riberas en estos tramos de la Campiña cordobesa con plantaciones de árboles y arbustos para crear una nueva cubierta vegetal y eliminar especies invasoras, como la caña.
Estas actuaciones, que han sido demandadas por ayuntamientos y comunidades de regantes, se inscriben en el marco de las operaciones desarrolladas por la CHG para el mantenimiento y conservación de cauces en la zona de Córdoba, actuaciones para las que, en conjunto, el organismo de cuenca cuenta con un presupuesto de 523.700 euros para el año 2016.
Las obras, ya iniciadas por la CHG, están sirviendo para mejorar el estado ecológico de los ríos, tomando como base el estudio de presiones e impactos desarrollado por la CHG, y conjugando criterios de morfología, hidrología e hidráulica fluvial con otros criterios ambientales, paisajísticos y socioeconómicos.
Los trabajos iniciados en el arroyo Salado –uno de los principales afluentes del río Cabra– afectan a 9.150 metros de cauce y de algunos de sus afluentes en los términos municipales de Montilla, Montalbán y Santaella, donde ya se ha recuperado la continuidad longitudinal del sistema fluvial con la eliminación de barreras transversales (azudes, vados sobreelevados, estructuras de sección hidráulica insuficiente, entre otras) con lo que se ha conseguido mejorar el perfil longitudinal del río.
Al mismo tiempo, se han eliminado barreras longitudinales (diques, motas y muros) aumentando así la anchura del espacio de movilidad fluvial y la conectividad lateral del cauce con sus riberas y su llanura de inundación. Estos trabajos ya han permitido recuperar la morfología natural del cauce mediante la excavación de los meandros primitivos y el movimiento de tierras necesario, lo que también ha servido para liberar terrenos de cultivo colindantes.
Además, con estas actuaciones se ha conseguido disminuir los efectos negativos de las inundaciones en tramos de riesgo al haber estabilizado las márgenes afectadas mediante la retirada de tapones y obstáculos sobre el cauce, movimiento de acarreos en cauces y la implantación de escolleras de defensa de márgenes, así como la sustitución de obras de paso de insuficiente capacidad por vados inundables.
Las actuaciones desarrolladas en estos tramos del arroyo Salado y cauces afluentes han supuesto el movimiento de más de 71.000 metros cúbicos de tierra, la instalación de 1.323 metros cúbicos de escollera y la eliminación de dos vados sobreelevados y de una obra de paso insuficiente, que han sido sustituidos por vados inundables.
La CHG se dispone ahora a mejorar la composición y estructura de la vegetación de las riberas en estos tramos de la Campiña cordobesa con plantaciones de árboles y arbustos para crear una nueva cubierta vegetal y eliminar especies invasoras, como la caña.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL