El deporte montillano sigue generando buenas noticias en las disciplinas más variadas. En este caso, tres jóvenes de la localidad –Alejandro Llamas, Quini Carmona y José Antonio Hidalgo– se han proclamado campeones de la liga Andaluza de Rugby League, de la mano de su equipo, el Custodians Málaga, que en apenas ocho meses ha sumado su segundo título, tras la copa conquistada el pasado mes de diciembre.
La temporada no ha podido ser mejor para el Custodians Málaga, que ha conseguido ganar todos los títulos de Rugby XIII en los que han participado, sorprendiendo a los equipos más veteranos de España y a muchos medios especializados europeos, que han fijado su atención en el conjunto malagueño por su extraordinaria evolución y su buen trabajo.
Con un equipo que contaba con más del 60 por ciento de sus integrantes sin ninguna experiencia en este deporte, el combinado malagueño ha conseguido, a base de sacrificio, entrenamiento duro y constancia, formar una familia que, por medio del entretenimiento y la diversión, han conseguido con creces todas las metas propuestas en el día de su creación.
El transcurrir de la competición hizo que la última jornada se enfrentaran los dos primeros clasificados:los Custodios (como primeros en la tabla) contra los Mineros de Peñarroya-Pueblonuevo, con tan solo un punto de diferencia, haciendo que cada uno dependiera de sí mismo y dando la sensación de jugarse una verdadera final.
El choque se disputaba en Peñarroya, al norte de la provincia de Córdoba, en un duelo en el que los dos equipos se conocían a la perfección y sabían tanto de los puntos débiles como de los fuertes del rival, puesto que se han enfrentado esta temporada previamente en dos partidos de Rugby XIII –ambos con victoria malagueña–.
Se preveía un partido duro, ya que estaba en juego la Liga Andaluza durante los 80 minutos. Y así fue. Con hasta ocho tarjetas amarillas –que conllevan diez minutos de expulsión– y una tarjeta roja ya al final del choque para Peñarroya, el partido fue duro pero no bronco, con un colegiado nada permisivo en las jugadas peligrosas.
El partido comenzaría con los malagueños mordiendo la manzana, al anotar primero a manos de un potente y rápido Samuel Arroyo que, con unos movimientos rápidos de cintura y amagando fintas de pases con sus largos brazos, logró zafarse de la defensa y, con un sprint final de 10 metros, consiguió posar el melón en la línea de ensayo para el júbilo de los seguidores visitantes.
Luego llegaría un ensayo y transformación de los Mineros, colocándose dos puntos arriba y, lo que fue peor para el equipo boquerón: la salida por lesión del capitán Mané Muñoz, que abandonó el terreno de juego por una fuerte contusión en la cara, si bien logró entrar de nuevo en el segundo tiempo, sobreponiéndose al dolor para ayudar a su equipo. De este modo, el puesto de capitán sería ocupado por Isaac, mientras que la posición de Hooker pasaría a Alberto, quedando de pateador de faltas David.
Ya al final de la primera mitad, los malagueños aprovecharon una salida de melé a 25 metros, con una jugada ensayada. Así, el “trece” Custodio, Alberto Muñoz, rompió la línea defensiva con una fuerte incursión en la defensa, dejándolos atrás, para luego derribar con un Hand Off al zaguero minero y posar el try.
En el comienzo de la segunda parte, aprovechando la descolocación de la defensa malagueña, anotarían de nuevo los Mineros y transformarían su patada a palos. Diez minutos después, con un saque rápido de Play The Ball, el balón le llegaría a Isaac Dols, que hizo lo que mejor sabe hacer: llegar del punto A al B de la manera más eficiente posible –la línea recta–, obviando cualquier tipo de oposición rival, y llevándose por delante todo lo que le aparecía, posando en la línea de marca.
Tras un momento de descontrol y aprovechando la debilidad de una de las bandas custodias, los mineros anotarían dos ensayos rápidos que los acercaba al título y se colocaban 20 a 14 a falta de diez minutos. Pero los custodios volverían a anotar, por manos de nuevo de “Samu” en una jugada elaborada, pasando por varios componentes del equipo. Posteriormente anotaría David la patada (2/3), colocando el marcador con 20 a 20.
Este empate a falta de cinco minutos les valía a los Custodios para hacerse con el ansiado título liguero y, a base de una dura e intensa defensa, consiguieron frenar el asedio minero una y otra vez. Y por fin sonó el silbato, haciendo bueno el empate y proclamando como campeones de liga a los Custodians Málaga y, por ende, a los deportistas montillanos Alejandro Llamas, Quini Carmona y José Antonio Hidalgo.
La temporada no ha podido ser mejor para el Custodians Málaga, que ha conseguido ganar todos los títulos de Rugby XIII en los que han participado, sorprendiendo a los equipos más veteranos de España y a muchos medios especializados europeos, que han fijado su atención en el conjunto malagueño por su extraordinaria evolución y su buen trabajo.
Con un equipo que contaba con más del 60 por ciento de sus integrantes sin ninguna experiencia en este deporte, el combinado malagueño ha conseguido, a base de sacrificio, entrenamiento duro y constancia, formar una familia que, por medio del entretenimiento y la diversión, han conseguido con creces todas las metas propuestas en el día de su creación.
El transcurrir de la competición hizo que la última jornada se enfrentaran los dos primeros clasificados:los Custodios (como primeros en la tabla) contra los Mineros de Peñarroya-Pueblonuevo, con tan solo un punto de diferencia, haciendo que cada uno dependiera de sí mismo y dando la sensación de jugarse una verdadera final.
El choque se disputaba en Peñarroya, al norte de la provincia de Córdoba, en un duelo en el que los dos equipos se conocían a la perfección y sabían tanto de los puntos débiles como de los fuertes del rival, puesto que se han enfrentado esta temporada previamente en dos partidos de Rugby XIII –ambos con victoria malagueña–.
Se preveía un partido duro, ya que estaba en juego la Liga Andaluza durante los 80 minutos. Y así fue. Con hasta ocho tarjetas amarillas –que conllevan diez minutos de expulsión– y una tarjeta roja ya al final del choque para Peñarroya, el partido fue duro pero no bronco, con un colegiado nada permisivo en las jugadas peligrosas.
El partido comenzaría con los malagueños mordiendo la manzana, al anotar primero a manos de un potente y rápido Samuel Arroyo que, con unos movimientos rápidos de cintura y amagando fintas de pases con sus largos brazos, logró zafarse de la defensa y, con un sprint final de 10 metros, consiguió posar el melón en la línea de ensayo para el júbilo de los seguidores visitantes.
Luego llegaría un ensayo y transformación de los Mineros, colocándose dos puntos arriba y, lo que fue peor para el equipo boquerón: la salida por lesión del capitán Mané Muñoz, que abandonó el terreno de juego por una fuerte contusión en la cara, si bien logró entrar de nuevo en el segundo tiempo, sobreponiéndose al dolor para ayudar a su equipo. De este modo, el puesto de capitán sería ocupado por Isaac, mientras que la posición de Hooker pasaría a Alberto, quedando de pateador de faltas David.
Ya al final de la primera mitad, los malagueños aprovecharon una salida de melé a 25 metros, con una jugada ensayada. Así, el “trece” Custodio, Alberto Muñoz, rompió la línea defensiva con una fuerte incursión en la defensa, dejándolos atrás, para luego derribar con un Hand Off al zaguero minero y posar el try.
En el comienzo de la segunda parte, aprovechando la descolocación de la defensa malagueña, anotarían de nuevo los Mineros y transformarían su patada a palos. Diez minutos después, con un saque rápido de Play The Ball, el balón le llegaría a Isaac Dols, que hizo lo que mejor sabe hacer: llegar del punto A al B de la manera más eficiente posible –la línea recta–, obviando cualquier tipo de oposición rival, y llevándose por delante todo lo que le aparecía, posando en la línea de marca.
Tras un momento de descontrol y aprovechando la debilidad de una de las bandas custodias, los mineros anotarían dos ensayos rápidos que los acercaba al título y se colocaban 20 a 14 a falta de diez minutos. Pero los custodios volverían a anotar, por manos de nuevo de “Samu” en una jugada elaborada, pasando por varios componentes del equipo. Posteriormente anotaría David la patada (2/3), colocando el marcador con 20 a 20.
Este empate a falta de cinco minutos les valía a los Custodios para hacerse con el ansiado título liguero y, a base de una dura e intensa defensa, consiguieron frenar el asedio minero una y otra vez. Y por fin sonó el silbato, haciendo bueno el empate y proclamando como campeones de liga a los Custodians Málaga y, por ende, a los deportistas montillanos Alejandro Llamas, Quini Carmona y José Antonio Hidalgo.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍAS: ALBERTO MUÑOZ
FOTOGRAFÍAS: ALBERTO MUÑOZ