La Casa de las Aguas acoge hasta el próximo 19 de julio la muestra El papel del dibujo. Colección Manuel Cabello de Alba. Dibujos españoles y europeos de los siglos XVIII-XX, con más de 120 obras sobre papel (dibujo, acuarela, gouache y óleo) procedentes de la colección personal del montillano Manuel Cabello de Alba, promotor del Museo Garnelo.
La selección incluye autores tan representativos como Romero de Torres, Raimundo y Federico de Madrazo, Mariano Fortuny, Sorolla, Regoyos, Zuloaga, Torres García, Eduardo Rosales, Maximino Peña, Meifrén, Mir, Llimona, Baixeras, Ramón Casas, José Garnelo y Alda, Valeriano Domínguez Bécquer o Mariano Benlliure, a los que se suma un ramillete de dibujos provenientes de Italia, Inglaterra y Francia firmados por artistas como Honoré Daumier o Paul Gavarni.
Es la primera vez que la colección Manuel Cabello de Alba se muestra al público en Montilla. Muchas de las obras que la conforman son, en rigor, inéditas y desconocidas para la mayoría de los espectadores, si bien ya han sido exhibidas, con éxito de crítica y público, en la sala de exposiciones de la Casa del Cordón de Burgos.
En su mayor parte pertenecen al siglo XIX y comienzos del XX; con ellas puede trazarse un completo panorama de los diferentes modos de hacer y de sentir la creación artística en nuestro país. Más allá de los nombres concretos, sobresale la insólita calidad de cada uno de estos dibujos, muchos de los cuales descuellan por su indudable maestría.
El origen de la colección de dibujo de Manuel Cabello de Alba es, en cierta manera, casual. En su apasionada búsqueda de obra perteneciente al pintor José Garnelo y Alda (1866-1944), con cuya reivindicación y defensa Cabello de Alba está comprometido desde niño, y que ha cristalizado con la apertura de su museo monográfico en la Casa de las Aguas, fueron cruzándose estos dibujos que, paso a paso, han configurado un extraordinario gabinete y que ahora se presenta en Montilla.
En la selección están presentes las distintas escuelas y focos de España (Andalucía, Castilla, Valencia, País Vasco, Cataluña…). Se asoman por tanto en esta exposición variadas sensibilidades y preocupaciones formales, desde el neoclasicismo y el naturalismo al simbolismo y el modernismo; desde los trazos sueltos y ligeros de los dibujos próximos a las primeras vanguardias, a los acabados y rotundos ejercicios de destreza académica.
Son más de noventa autores los que conforman la nómina de la muestra. Se ha preferido abrir al máximo la relación de artistas para que cupieran un mayor número de voces: antes que concentrarse en un grupo reducido de autores, conocidos por el gran público, se ha optado por incorporar algunas obras maestras de artistas que fueron unánimemente reconocidos en su tiempo y que cayeron en el olvido años después.
Las diferentes secciones huyen deliberadamente de todo relato historicista, para articularse en función de conceptos estéticos inherentes al dibujo. Son capítulos abiertos en los que se entremezclan autores y géneros, como si se trataran de cuatro grandes trazos en los que, de manera muchas veces indistinta, pueden confluir unas y otras obras.
La selección incluye autores tan representativos como Romero de Torres, Raimundo y Federico de Madrazo, Mariano Fortuny, Sorolla, Regoyos, Zuloaga, Torres García, Eduardo Rosales, Maximino Peña, Meifrén, Mir, Llimona, Baixeras, Ramón Casas, José Garnelo y Alda, Valeriano Domínguez Bécquer o Mariano Benlliure, a los que se suma un ramillete de dibujos provenientes de Italia, Inglaterra y Francia firmados por artistas como Honoré Daumier o Paul Gavarni.
Es la primera vez que la colección Manuel Cabello de Alba se muestra al público en Montilla. Muchas de las obras que la conforman son, en rigor, inéditas y desconocidas para la mayoría de los espectadores, si bien ya han sido exhibidas, con éxito de crítica y público, en la sala de exposiciones de la Casa del Cordón de Burgos.
En su mayor parte pertenecen al siglo XIX y comienzos del XX; con ellas puede trazarse un completo panorama de los diferentes modos de hacer y de sentir la creación artística en nuestro país. Más allá de los nombres concretos, sobresale la insólita calidad de cada uno de estos dibujos, muchos de los cuales descuellan por su indudable maestría.
El origen de la colección de dibujo de Manuel Cabello de Alba es, en cierta manera, casual. En su apasionada búsqueda de obra perteneciente al pintor José Garnelo y Alda (1866-1944), con cuya reivindicación y defensa Cabello de Alba está comprometido desde niño, y que ha cristalizado con la apertura de su museo monográfico en la Casa de las Aguas, fueron cruzándose estos dibujos que, paso a paso, han configurado un extraordinario gabinete y que ahora se presenta en Montilla.
En la selección están presentes las distintas escuelas y focos de España (Andalucía, Castilla, Valencia, País Vasco, Cataluña…). Se asoman por tanto en esta exposición variadas sensibilidades y preocupaciones formales, desde el neoclasicismo y el naturalismo al simbolismo y el modernismo; desde los trazos sueltos y ligeros de los dibujos próximos a las primeras vanguardias, a los acabados y rotundos ejercicios de destreza académica.
Son más de noventa autores los que conforman la nómina de la muestra. Se ha preferido abrir al máximo la relación de artistas para que cupieran un mayor número de voces: antes que concentrarse en un grupo reducido de autores, conocidos por el gran público, se ha optado por incorporar algunas obras maestras de artistas que fueron unánimemente reconocidos en su tiempo y que cayeron en el olvido años después.
Las diferentes secciones huyen deliberadamente de todo relato historicista, para articularse en función de conceptos estéticos inherentes al dibujo. Son capítulos abiertos en los que se entremezclan autores y géneros, como si se trataran de cuatro grandes trazos en los que, de manera muchas veces indistinta, pueden confluir unas y otras obras.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR