La Hermandad Salesiana del Santísimo Cristo del Amor celebró anoche el 75º aniversario de su fundación. Y en esta efeméride tan especial, volvieron a ser cientos los penitentes que acompañaron al crucificado de Amadeo Ruiz Olmos, que partió desde la iglesia santuario de María Auxiliadora a las once en punto de la noche.
Como cada año, el interminable paso de penitentes que acompañan al sagrado titular fue seguido por numerosos montillanos que buscan la intimidad de esta estación de penitencia con sobrecogedor respeto. Los cientos de faroles rojos que cada Miércoles Santo manan desde la Cuesta del Silencio semejando dos ríos de sangre, ofrecen una singular imagen que, año tras año, despierta la curiosidad de numerosos vecinos de las localidades cercanas, que acuden a Montilla a admirar la imagen de este crucificado, restaurado en 2006 por Antonio Bernal.
El paso en el que celebra su estación de penitencia el Santísimo Cristo del Amor, obra del montillano Antonio Herrador, Cofrade Ejemplar del año 2011, es portado a hombros por antiguos alumnos del Colegio Salesiano, y dispone de un mecanismo que permite abatir la imagen del crucificado para hacer posible la salida y entrada al templo.
La estación de penitencia del Santísimo Cristo del Amor supuso ayer el broche de oro a la participación de las cofradías salesianas en la Semana Santa montillana, pues esta hermandad, fundada oficialmente el 9 de marzo de 1941 gracias a la iniciativa de Manuel Luque Velasco, fue la última que salió en procesión desde el Colegio Salesiano, tras la de La Borriquita y la Juventud, el Domingo de Ramos, que tuvieron que concluir sus desfiles de manera precipitada al verse sorprendidas por la lluvia.
Como cada año, el interminable paso de penitentes que acompañan al sagrado titular fue seguido por numerosos montillanos que buscan la intimidad de esta estación de penitencia con sobrecogedor respeto. Los cientos de faroles rojos que cada Miércoles Santo manan desde la Cuesta del Silencio semejando dos ríos de sangre, ofrecen una singular imagen que, año tras año, despierta la curiosidad de numerosos vecinos de las localidades cercanas, que acuden a Montilla a admirar la imagen de este crucificado, restaurado en 2006 por Antonio Bernal.
El paso en el que celebra su estación de penitencia el Santísimo Cristo del Amor, obra del montillano Antonio Herrador, Cofrade Ejemplar del año 2011, es portado a hombros por antiguos alumnos del Colegio Salesiano, y dispone de un mecanismo que permite abatir la imagen del crucificado para hacer posible la salida y entrada al templo.
La estación de penitencia del Santísimo Cristo del Amor supuso ayer el broche de oro a la participación de las cofradías salesianas en la Semana Santa montillana, pues esta hermandad, fundada oficialmente el 9 de marzo de 1941 gracias a la iniciativa de Manuel Luque Velasco, fue la última que salió en procesión desde el Colegio Salesiano, tras la de La Borriquita y la Juventud, el Domingo de Ramos, que tuvieron que concluir sus desfiles de manera precipitada al verse sorprendidas por la lluvia.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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